En un intento de evitar un debate que incomoda a la administración Biden, el gobernador de California Gavin Newsom intenta enfrentar la crisis por el fentanilo sin unirlo con temas que, según considera, desvÃan la atención. En abierta oposición a una prédica republicana cada vez más intensa, el gobernador demócrata está buscanndo avanzar con medidas y, al mismo tiempo, desligar el tráfico de fentanilo de otros fenómenos como la migración. "A menudo se ve como un debate entre derecha e izquierda; y tampoco nada tiene que ver con inmigración, es una crisis por drogas", declaró el gobernador el mes pasado en una reunión con militares estatales que ayudan logÃsticamente a interceptar el fentanilo y otras drogas en la frontera.
Newsom considera que Estados Unidos atraviesa una crisis a consecuencia de la producción de drogas sintéticas que se mueven cada vez más desde el norte de México hacia la frontera entre California, por lo que encargó a los militares estatales a redoblar esfuerzos.
California asignó este año 166 nuevos efectivos de la Guardia Nacional capacitados y entrenados para encontrar e interceptar particularmente el fentanilo. Esa brigada se desplegó en la frontera de California en enero, después de que a lo largo del año pasado se interceptaron 28,765 libras de fentanilo en la región.
La mayorÃa de los nuevos militares encomendados a la lucha contra el fentanilo llegaron a la base de la Guardia Nacional en National City, unos 25 kilómetros al norte de la frontera de San Ysidro, la más transitada en el hemisferio.
Aunque el gobernador Newsom no elude el tema de las actividades de producción de drogas sintéticas y de las actividades del narcotráfico, su estrategia es clara: no mencionar a ninguno de los carteles de las drogas de México para los que algunos legisladores republicanos piden que se les designe oficialmente como organizaciones terroristas extranjeras.
Con esa designación, el Congreso podrÃa usar a las fuerzas armadas en su contra los cárteles, en particular contra los dos más vinculados con la producción y tráfico de fentanilo, el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Algunos legisladores republicanos han pedido que se incluya también al Cartel del Golfo (de México), involucrado en marzo con el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y el homicidio de dos de ellos en el nororiental estado de Tamaulipas en la frontera con Texas.
En San Diego, además de pedir a los militares una mayor acción contra el tráfico de fentanilo, Newsom anunció que este año su administración va a distribuir dosis de naloxona con fondos de $96 millones de dólares.
La naloxona es el único medicamento que, en aerosol nasal o inyección, puede interrumpir una sobredosis de fentanilo. Puede salvar vidas, pero solo si se aplica dentro de los primeros cinco minutos de que una persona comience a presentar sÃntomas de sobredosis.
Como se trata de un tiempo demasiado breve para que se presenten paramédicos, bomberos o incluso policÃas que ahora llevan naloxona en sus equipos, el Departamento de Salud de California comenzó a hacer el medicamento más accesible.
Ahora la naloxona se distribuye sin costo entre escuelas, a familiares y allegados, e incluso a amigos de personas que usan drogas y que, por lo tanto, podrÃan consumir fentanilo sin saberlo en dosis mortales.
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De acuerdo con la Administración para el Control de las Drogas (DEA), la mayorÃa de las sobredosis mortales de fentanilo se han registrado entre personas que pensaban que consumÃan otras drogas, pues ahora los narcotraficantes mezclan el fentanilo con la cocaÃna, la morfina y tabletas de falsificaciones de medicamentos para aumentar adicción.
El enfoque de California contrasta con el de los legisladores republicanos, que quieren usar las fuerzas armadas y más recientemente han propuesto emplear drones o aviones no tripulados contra los carteles de las drogas en territorio mexicano, una idea de frecuente tensión con el presidente Andrés Manuel López Obrador de México.
Feriviente defensora de Donald Trump, la congresista Marjorie Taylor Greene declaró hace unos semanas: "Estamos en guerra con los cárteles mexicanos, por lo que estoy copatrocinando legislación para autorizar la fuerza total de nuestro ejército contra estos matones y asesinos".
Junto con el senador Lindsey Graham y los congresistas también republicanos Dan Crenshaw y Mike Waltz, Taylor Greene quiere usar toda la fuerza armada estadounidense contra los carteles CDS y CJNG.
"Si hubiera una célula del Estado Islámico o de Al Qaeda en México que lanzara un cohete a Texas, los eliminarÃamos del planeta. Pero lo están haciendo miles de veces y nuestra respuesta es inadecuada", dijo el senador Graham en entrevista.
Ante el rechazo del presidente de México a su propuesta, el senador aclaró que Estados Unidos usarÃa las fuerzas armadas no para invadir México, no para derribar aviones mexicanos, sino para destruir laboratorios de drogas que están envenenando a los estadounidenses.
En California, Newsom no es el unico que tiene al fentanilo como prioridad. En la Legislatura estatal hay docenas de proyectos de ley para combatir a los opioides sintéticos, que pueden ser 50 veces más fuertes que la heroÃna y están apareciendo cada vez más en las calles. Además, entre las familias, crece la preocupacion por informes de adolescentes que sufren una sobredosis y mueren después de tomar la droga sin saberlo.
Los republicanos y algunos demócratas moderados en la Legislatura han presentado proyectos de ley para mejorar los castigos con la esperanza vana de disuadir a los vendedores de la droga. Pero incluso las iniciativas bipartidistas recibieron el rechazo de los demócratas que dicen que aumentar los castigos pondrÃa a California en riesgo de repetir los errores del pasado.
"Si el encarcelamiento relacionado con las drogas fuera una estrategia exitosa para reducir las drogas, literalmente no tendrÃamos consumo de drogas en nuestro paÃs", dijo el senador de San Francisco Scott Wiener durante una audiencia del Comité de Seguridad Pública.
De todas maneras, los demócratas no pueden ignorar el tema y han presentado proyectos para aumentar el acceso a Narcan, el fármaco para revertir la sobredosis, y lograr que algunas universidades almacenen tiras reactivas de fentanilo, una propuesta obtuvo la aprobación unánime en una audiencia del comité.
La division trasciende la pelea entre republicanos y demócratas. De hecho, la senadora demócrata Marie Alvarado-Gil, dicen que nada de lo que se hizo hasta ahora es suficiente. Su proyecto de ley 226 apunta a incluir al fentanilo en la lista de drogas que es ilegal tener mientras se porta un arma de fuego.
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