Kevin McCarthy está decidido a aprovechar el lugar que tanto le costó ocupar y quiere convertirse en una de las voces republicanas de mayor presencia. El presidente de la Cámara de Representantes llegará este jueves a Arizona en su primera visita a la frontera desde que asumió como máxima autoridad del Congreso.

La visita, que incluirá una reunión con representantes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en el condado de Cochise, apunta a elevar una vez más el reclamo de los republicanos contra la administración Biden en uno de los grandes temas para los que no encuentra solución.

McCarthy estará acompañado por cuatro nuevos miembros del Congreso, entre los que se destaca el republicano de Arizona, Juan Ciscomani. El representante que fue el encargado de responder en español al discurso de Joe Biden sobre el Estado de la Unión asoma como un dirigente de alto protagonismo en el entorno de McCarthy y su distrito cubre la parte sureste de Arizona. Junto a McCarthy y Ciscomani estarán Lori Chavez-DeRemer de Oregón, Jen Kiggans de Virginia y Derrick Van Orden de Wisconsin.

El rechazo de la sociedad a los migrantes está en niveles máximos en una década

El viaje de McCarthy a la frontera sur se enmarca en el debate por la reforma migratoria que comienza a darse en el Parlamento. El sucesor republicano de Nancy Pelosi planteó en las últimas horas que es necesario resguardar la seguridad en el límite que separa a México de Estados Unidos. "Lo primero que hay que hacer es asegurar la frontera antes de cualquier reforma migratoria", dijo el republicano de Bakersfield el miércoles en el Foro World Ag Expo que se realizó en el condado de Tulare, en California.

"Lo que ha ocurrido en esta administración al abrir nuestras fronteras ha roto la sociedad (...) Hemos visto que, tan solo en el corto plazo de este año, el número de personas que han sido capturadas y que están en la lista de vigilancia terrorista es mayor que todo el tiempo en la última administración", dijo McCarthy, quien representa al rico distrito agrícola 20.

McCarthy saluda a un granjero durante el World Age Expo en el condado de Tulare, California. 

Kevin McCarthy

Aunque todavía no presentó ningún plan relacionado con la inmigración más allá de asegurar la frontera, el californiano McCarthy sabe que el tema es taquillero entre la base republicana y piensa utilizarlo como una herramienta de negociación ante el presidente Biden. Los republicanos acusan desde hace tiempo al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, de no cumplir con el estándar legal de "control operativo" en la frontera y no prevenir las entradas ilegales y el contrabando.

La reforma migratoria es una cuestión que divide a un Congreso que no logra consensos en la materia desde que el presidente Ronald Reagan firmó la Ley de Reforma y Control de la Inmigración (IRCA) en 1986, que dio lugar a la residencia permanente para más de 2.7 millones de habitantes previamente indocumentados.

La iniciativa más cercana fue en 2013, cuando el Senado aprobó un proyecto bipartidista de revisión de la inmigración en una votación por amplia mayoría -68-32- y el entonces presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, se negó a llevar el proyecto a votación.

Lo que ha ocurrido en esta administración al abrir nuestras fronteras ha roto la sociedad (...) En el corto plazo de este año, el número de personas que han sido capturadas y que están en la lista de vigilancia terrorista es mayor que todo el tiempo en la última administración.

"Estados Unidos es el país más dadivoso en materia de inmigración: más de un millón de personas al año se convierten en ciudadanos estadounidenses y queremos continuar así, porque así es como todos nosotros llegamos aquí", dijo McCarthy.

De acuerdo a la crónica de The Sacramento Bee, McCarthy no la tuvo fácil en Tulare y recibió varias respuestas que dieron cuenta de lo sensible del tema. En el mismo foro que McCarthy estaba el congresista Jimmy Panetta. El demócrata de California dijo que la gente tiene que darse cuenta de que ningún estadounidense va a hacer ese tipo de trabajo y apoyar la protección de un estatus legal para los trabajadores agrícolas que cumplen una función esencial en la economía.

El presidente de la Liga de Granjeros Nisei, Manuel Cunha, dijo que los granjeros dependen de los trabajadores agrícolas, muchos de los cuales son indocumentados, y que el Congreso no ha tenido la responsabilidad de aprobar una legislación para respaldar a esas familias. Cunha dijo que, si McCarthy quiere asegurar la frontera, tiene que hacer eso, pero también permitir que la ley agrícola y DACA sucedan y hacer que esas personas sean residentes. "Hay que hacer las dos cosas juntas", dijo Cunha, quien ha estado involucrado en la inmigración durante mucho tiempo, incluso como parte de IRCA, la reforma migratoria de 1986.

Sin embargo, el tema no solo enfrenta a McCarthy con los demócratas que gobiernan el Estado Dorado. Tras el triunfo de noviembre en la Cámara de Representantes, los republicanos apuntaban a aprobar rápidamente un proyecto de ley fronterizo que permitiría al Secretario de Seguridad Nacional rechazar a los inmigrantes en la frontera. Pero, de acuerdo a lo publicado por The Hill, el proyecto de ley tuvo un gran inconveniente: la oposición de los republicanos moderados.

El látigo de la minoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise (R-La.), incluyó en diciembre la Ley de Protección y Seguridad Fronteriza en una lista de 12 proyectos que los republicanos planeaban sancionar en las dos primeras semanas de la sesión.

La Ley de Protección y Seguridad Fronteriza hace referencia a la Ley de Cercas Seguras de 2006, que define el control operativo como "la prevención de todas las entradas ilegales a los Estados Unidos, incluidas las entradas de terroristas, otros extranjeros ilegales, instrumentos de terrorismo, narcóticos y otro contrabando".

La reforma migratoria divide a un Congreso que no logra consensos en la materia desde que Reagan firmó la Ley de Reforma y Control de la Inmigración en 1986 y dio residencia permanente a más de 2.7 millones de indocumentados.

El representante republicano de Texas Chip Roy es el patrocinador principal del proyecto de ley pero no cuenta ni siquiera con el respaldo de todos los legisladores del Estado de la Estrella Solitaria. Roy sostiene que casi todos en la conferencia republicana de la Cámara apoyan su proyecto de ley. Tiene 64 copatrocinadores.

"Los migrantes son el motor de Estados Unidos pero los líderes demócratas son tibios en proponer cambios de raíz"

Pero los opositores dentro del partido al menos obligarán a Roy a negociar los detalles de cualquier ley de asilo o seguridad fronteriza. "Hay muchos de nosotros en la Cámara, y no solo miembros hispanos, que rechazaremos la legislación antiinmigrante como la Ley de Protección y Seguridad Fronteriza, que tiene un gran nombre pero no cumple con la meta", dijo Tony Gonzales, republicano de Texas.

Una escasa mayoría republicana en la Cámara significa que cualquier proyecto de ley que no sea apoyado por los demócratas puede ser bloqueado si solo cinco miembros se oponen. Incluso si se aprobara en la Cámara, es casi seguro que el proyecto de ley moriría en el Senado controlado por los demócratas.

La visita de McCarthy, Ciscomani y el resto de los congresistas a Arizona es parte de un debate que no solo enfrenta a los republicanos con los demócratas sino que se libra dentro de los dos partidos entre moderados y radicales.