Con las negociaciones estancadas, la posibilidad de un conflicto gremial en un sector clave de la economía parece más probable que nunca. La discusión salarial entre los líderes del Sindicato de Escritores de América (WGA) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión AMPTP ingresó en un punto muerto y en las últimas horas los guionistas de series votaron por un margen histórico (98 % contra 2 %) para aprobar la realización de la que sería la primera huelga del sector en los últimos 15 años.

La votación genera preocupación en las altas esferas de la industria que empiezan a advertir que el motor económico de Hollywood está a un paso de apagarse. La alianza AMPTP está compuesta por verdaderos gigantes entre los cuales aparecen estudios tradicionales como Walt Disney y Warner Bros, pero también incluye las grandes plataformas de streaming como Netflix, Amazon y Apple.

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Afectados por la inflación más alta de las últimas cuatro décadas y conscientes del lugar estratégico que ocupan, la organización que reúne a miles de guionistas de Estados Unidos reclama salarios más altos y un rediseño completo del proceso de pagos adicionales, que la era de la transmisión ha afectado de manera especial. El contrato que lleva tres años y rige los salarios de 11.500 miembros de la WGA vence el 1 de mayo. Si las partes no logran llegar a un acuerdo para entonces, la primera huelga de escritores en 15 años se convertiría en realidad

Mientras los escritores y las principales potencias del entretenimiento se preparan para un choque frontal, el escenario es complejo y las ramas de actividad que se verían afectados son múltiples.

El contrato que rige los salarios de 11.500 miembros de la Asociación de Guinistas vence el 1 de mayo. Si las partes no logran llegar a un acuerdo para entonces, la primera huelga de escritores en 15 años se convertiría en realidad. 

Según los líderes del sindicato, la convergencia de la televisión en red, los canales por cable, los grandes servicios de transmisión y los canales on demand han redundado en que la paga de los escritores se haya ido deprimiendo cada vez más, argumentan los líderes de WGA. Una encuesta sindical reciente encontró que la mitad de los escritores de series ahora ganan un 33% que durante la temporada 2013-14.

La última huelga de guionistas, entre 2007 y 2008, se extendió por 100 días. 

AP

Según publicó Los Angeles Times, la discusión está trabada en torno a una cuestión clave, el monto adicional que los guionistas deben recibir cuando un episodio de un programa que escribieron se vuelve a emitir en la televisión porque esa estructura -ligada a la televisión tradicional- no existe en plataformas como Netflix.

Si la solución no aparece en los próximos 10 días, la huelga de los guionistas afectaría no solo a la industria de las series sino también a la recaudación estatal, que genera ingresos a través de los permisos de filmación. Si los guionistas dejan de escribir, no hay escenas que filmar, ni escenarios que crear, ni actores que preparar para la cámara, ni equipos que alimentar.

El último antecedente de una medida de fuerza de los guionistas fue la huelga que entre 2007 y 2008 se extendió por un plazo de 100 días y le costó a la economía de California alrededor $2.1 mil millones.

Un estudio del Instituto Milken realizado a raíz de esa huelga de tres meses proyectó una pérdida neta de 37.700 puestos de trabajo relacionados directa e indirectamente con la industria del entretenimiento. Se trató de un conflicto que se produjo en medio de la última gran crisis que vivieron los Estados Unidos y no son pocos los que temen que el país esté ingresando en un escenario de características similares.

El último antecedente de una medida de fuerza de los guionistas fue la huelga que, entre 2007 y 2008, se extendió por un plazo de 100 días y le costó a la economía de California alrededor $2.1 mil millones. 

Disney, Netflix, Warner Bros. y más han despedido a miles de trabajadores en medio de una recesión económica que afecta a toda la industria. Las grandes empresas continúan perdiendo dinero en la transmisión, y ahora deben ajustarse el cinturón.

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Los especialistas del sector afirman que un paro resultaría ahora bastante más complicado para la producción de reality shows que en 2009 porque desde entonces el género ha crecido y el reclamo puede fortalecerse porque los promotores de la huelga están reclamando por derechos que los empleados no sindicalizados hoy no tienen.

En la reunión del primer trimestre de la compañía, el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, se refirió al conflicto: "No queremos una huelga. Si hay una huelga, y queremos trabajar muy duro para asegurarnos de encontrar un trato justo y equitativo para poder evitar una, pero si hay una, tenemos una gran base de próximos espectáculos y películas de todo el mundo".