
A poco más de dos semanas de la segunda vuelta, la campaña electoral en la tercera ciudad más grande de Estados Unidos aumenta su intensidad y confirma que es mucho lo que se pone en juego en Chicago.
De cara a las elecciones decisivas del próximo 4 de abril, los dos sindicatos más poderosos de la ciudad están movilizando sus fuerzas para respaldar a sus candidatos. El demócrata conservador Paul Vallas cuenta con el apoyo del Sindicato Policial y el actual comisionado del condado de Cook y ex lÃder sindical Brandon Johnson tiene el respaldo del gremio de Maestros, una organización de la que formó parte.
Con un debate dominado por las cifras en ascenso del crimen y la necesidad de mejorar la calidad de la educación, la disputa entre los demócratas Vallas y Johnson expresa la discusión en torno a las prioridades sociales de los ciudadanos de Chicago para la etapa que viene. Tal vez por no haber logrado Ãndices satisfactorios en ninguno de los dos aspectos, la actual alcaldesa Lori Lighfoot quedó marginada de la segunda vuelta y se vio obligada a ceder el protagonismo a los dos miembros de su partido que la superaron.
Según una encuesta reciente de la firma Victory Research, con sede en Illinois, Vallas, que fue director ejecutivo de las escuelas públicas de Chicago, tiene una intención de voto del 44,9% y supera al sindicalista Johnson, con un 39,1 %. Sin embargo, los votantes indecisos representan todavÃa el 16 por ciento del total y van a tener la última palabra.
A la hora de segmentar al electorado, nadie tiene tanta importancia como la población latina, que se impone como una minorÃa en permanente expansión y hoy representa casi el 30% del total. Según Victory Research, la competencia entre los hispanos se da cabeza a cabeza y hay un virtual empate. Vallas cuenta con el 39,9 por ciento del apoyo y Johnson cosecha el 38,3 por ciento de las adhesiones. El dato es significativo porque los latinos están divididos y el porcentaje de los que prefieren un candidato de centroderecha -que parece un republicano- es similar al de los que optan por un candidato ligado a la izquierda.
A eso hay que sumarle la importancia de los votantes asiático-estadounidenses y, en menor medida, de los hispanos, que parecen inclinarse hacia propuestas conservadoras y pueden beneficiar a Vallas. De hecho, en la primera ronda de votación, Vallas consiguió en esa franja el 32,9 por ciento de los votos y Johnson obtuvo el 21,6 por ciento.
Pese a que sus propuestas se asemejan en algunos casos a las del Partido Republicano y tuvo expresiones de rechazo a los migrantes en el pasado, Vallas obtuvo un importante respaldo de los latinos en los comicios del 28 de febrero. El congresista nacido en México Jesús "Chuy" GarcÃa salió primero en esa franja del electorado, pero Vallas lo siguió de cerca y ganó algunos de los distritos electorales de mayorÃa hispana de la ciudad.
Los hispanos son el tercer grupo étnico más grande de Chicago, con el 28,6 por ciento de la población. Los residentes blancos representan más del 47 por ciento del total, mientras que los votantes negros representan el 29,2 por ciento.
Los votantes asiático-estadounidenses de Chicago se inclinaron decisivamente por Vallas en la primera vuelta: obtuvo el 58 por ciento de sus votos en un campo de nueve candidatos. Sin embargo, los asiáticos son solo el 7 por ciento de la población total de la ciudad.
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De acuerdo a un informe del periodista Matthew Rice en The Sun, las divisiones raciales en Chicago no podrÃan ser más marcadas. Mientras en los barrios blancos de la ciudad en los lados noroeste y suroeste, Vallas lidera por unos 40 puntos, Johnson arrasa con el voto de los afroamericanos y se queda con unos 35 puntos. Divididos entre los dos, los votantes latinos del lado se encaminan a ser el factor decisivo.
En un foro el sábado, Johnson fue acusado de no apoyar a las fuerzas del orden público en medio de Ãndices de criminalidad que se dispararon en la ciudad y de haber definido la desfinanciación de la policÃa como un "objetivo polÃtico".
A Vallas se lo cuestiona por sus vÃnculos con los republicanos y por haber admitido en una entrevista de 2009, Vallas dijo que era "más republicano que demócrata". También ha sido criticado por hacer campaña junto con el sindicato de policÃas de Chicago, que recientemente recibió al gobernador DeSantis en un evento de recaudación de fondos.
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