Con Donald Trump al margen de un debate republicano en el que aparece como gran favorito y Joe Biden sin rivales de peso que lo desafíen, la mayoría de los analistas se prepara para una contienda ajustada con sabor a revancha y sin grandes sorpresas. A contramano de esa percepción generalizada, entre los demócratas comenzaron a sonar desde hace tiempo algunas señales de alerta.
Tal como informó LPO, Barack Obama le advirtió al presidente en privado que sería un gran error subestimar a un Trump que cuenta con un poderío mediático y económico formidable. En un escenario cerrado, Biden confía en volver a derrotar a Trump y parece no tomar en serio la candidatura de Robert F Kennedy Jr. Sin embargo, el último exponente de una dinastía ligada íntimamente ante los demócratas muestra un comportamiento impredecible que lo convierte por momentos en un candidato atractivo para algunos republicanos e independientes. ¿Puede Kennedy Jr ser un problema para Biden?
Dos analistas consultados por LPO coincidieron en dar una respuesta afirmativa. El politólogo latino Raúl Madrid es uno de ellos. Profesor en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas en Austin, Madrid es escéptico en cuanto a las posibilidades de que Kennedy complique a Biden si compite en las primarias del Partido Demócrata. "Es un tipo un poco raro. Sus posiciones con respecto a las vacunas no son muy populares dentro del electorado demócrata. No creo que tenga posibilidades reales. Puede ser que gane 10, 15 y hasta 20 por ciento del voto en una primaria pero no más que eso".
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Madrid destaca que hay algunos republicanos que lo están apoyando y quieren que Kennedy dañe a Biden pero tampoco lo considera de riesgo para el presidente. Lo que sí podría atentar contra el proyecto reeleccionista de Biden, advierte, es que Kennedy sorprenda y se decida a competir como candidato independiente en la elección general. "En esa elección sí podría hacerle mucho daño a Biden. Aún si Kennedy obtiene el 3 % o el 5 % del voto, esa puede ser una diferencia crucial para una pelea tan cerrada como la que existe entre Trump y Biden. Tendría que afiliarse con otro partido para poder ser candidato, pero sería muy problemático si Kennedy se hiciera candidato independiente", advierte el politólogo que además se dedica desde hace tiempo a estudiar el populismo de Donald Trump.
Un papel similar podría jugar en el académico y activista afroamericano Cornell West, quien analiza presentarse como candidato del Partido Verde. Para Madrid, él también podría ganar dos o tres por ciento del electorado progresista y convertirse en "un riesgo cierto".
Gran conocedor de la política estadounidense, el consultor argentino Felipe Noguera es otra de las voces que advierte sobre el daño que le podría provocar Kennedy Jr a Biden. "En Estados Unidos, cuando el presidente quiere reelegirse, en general el partido se inclina por no hacer primarias presidenciales. Todo el mundo da por hecho que va a ser el candidato. Pero cuando le sale un oponente, muchas veces lo lleva a la derrota en las generales. No necesariamente el oponente le gana la primaria pero hay más de un caso en que lo hace perder la elección general", dice Noguera a LPO.
Ex presidente de la Asociación Internacional de Consultores Políticos (IAPC) y fundador de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (Alacop), Noguera pone de relieve lo que representa en la historia política de Estados Unidos el desafío a un presidente en ejercicio.
El caso más reciente y conocido fue el de Ralph Nader, un candidato del Partido Verde que intervino en la disputa presidencial del año 2000 entre George W. Bush y Al Gore. Nader era subestimado por los analistas pero tuvo una incidencia indudable en el resultado final. Al margen de la disputa por el resultado en Florida, decisivo para el Colegio Electoral, Nader fue un protagonista inesperado al que pocos consideraban. "Más allá de todo el tema del colegio electoral y el conteo de los votos en Florida, Nader era el líder de los consumidores y sacó un porcentaje pequeño de votos, pero si no fuera por esa diferencia la presidencial la hubiera ganado claramente Al Gore", sostiene Noguera.
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Un caso anterior de un tercero en discordia fue el de Ross Perot, que en 1992 obtuvo el 19% de los votos como candidato independiente y le dio la victoria a Bill Clinton sobre George Bush padre. En ese caso, se dieron los dos fenómenos, un tercer candidato en la contienda general y un presidente en ejercicio que fue desafiado. "El primer Bush enfrentó el reto de Pat Buchanan, un comentarista de televisión que se presentó dentro del Partido Republicano y pidió la primaria con Bush pero lo debilitó y lo llevó a perder con Clinton", recuerda Noguera.
Hay dos casos más que los asesores de Biden deberían contemplar porque además están protagonizados por miembros del clan Kennedy que terminaron en derrota para dos presidentes demócratas. El primer caso es el de fines de los años sesenta, cuando Robert "Bob" Kennedy desafió Lyndon Johnson, el presidente que había asumido tras el asesinato de su hermano, John Fitzgerald Kennedy, en noviembre de 1963. Johnson había ganado una elección y quería ir en busca de un segundo mandato. En un contexto convulsionado, Kennedy decidió desafiarlo. "Kennedy le gana una primaria en un estado y Johnson abandona. A Kennedy lo matan, queda su candidato a vicepresidente Hubert Humphrey y pierde finalmente con Richard Nixon", apunta Noguera. El entonces fiscal de Estado, que también sería brutalmente asesinado en Los Ángeles en junio de 1968, era el padre del actual rival de Biden.
El segundo caso es el que truncó la carrera política de James "Jimmy" Carter en 1980. Carter, que había enfrentado la crisis de los misiles, pretendía ser reelecto pero fue desafiado por una corriente que impulsaba a Edward "Ted" Kennedy como candidato a presidente. Para Noguera, es otro caso que comprueba el daño que le provoca a un presidente en ejercicio la competencia de un rival interno. Carter le ganó la interna a Ted Kennedy, pero quedó debilitado y perdió la elección general con Ronald Reagan. Una larga era republicana comenzaría después de eso.
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