Si la guerrilla cultural en la que se enmarca la polÃtica de los Estados Unidos tiene un ideólogo, ese es Christopher F. Rufo. Este ex documentalista además jugó un papel determinante en una de las victorias que se anotó el ultra-coservadurismo en esa batalla cultural: la renuncia obligada de Claudine Gay a la presidencia de Harvard, ocurrida a principios de este año.
La campaña contra Gay fue liderada por el billonario inversionista William Ackman. Pero fue Rufo quien estableció en años anteriores, y durante la cruzada contra Gay, los lineamientos conceptuales en contra de los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión, conocidos como DEI. Rufo fue el ideólogo de los argumentos que motivaron y canalizaron la movilización que derivó en la salida de Gay.
La acusación de que Gay no merecÃa la posición de presidenta de Harvard, bajo el planteo de que su designación habÃa sido producto de programas de acción afirmativa, fue sólo la más reciente dentro de una seguidilla de causas en las que se enroló Rufo. Sobre todo, desde que se volvió una figura prominente de la derecha en 2020. Ahora tiene un perfil altÃsimo, es un trumpista entusiasta, aliado del gobernador de Florida Ron DeSantis y simpatizante de las polÃticas libertarias y anti-feministas de Javier Milei en la Argentina.
Para comprender el perfil actual de Rufo y su rol dentro de un ecosistema intelectual conservador, abocado a dar una palea de particular intensidad en las universidades, es preciso remontarnos a sus orÃgenes. Criado por una familia de origen italiano en los suburbios de Sacramento, Rufo obtuvo una titulación en servicio exterior de parte de la Walsh School of Foreign Service. Se trata de una escuela que pertenece a la universidad de Georgetown, una de las más famosas instituciones de formación diplomática y geopolÃtica de EE.UU. Entre sus exalumnos se cuenta al presidente Bill Clinton, al intelectual conservador trumpista Steve Bannon, y a Felipe VI, actual rey de España. La institución además arrastra la leyenda de tener fuertes vÃnculos con la CIA.
Tras su graduación a principios de los años 2000, Rufo trabajó como documentalista. Entre sus proyectos publicados se cuenta Roughing it: Mongolia (Por lo áspero: Mongolia). Estrenado en 2008, el documental recibió reseñas negativas muy vehementes por parte del New York Times por centrarse demasiado en sus directores y no en los sujetos de la historia. También, la obra de 2014 Diamond in the Dunes (Diamante en las dunas). Se trata sobre un equipo de beisbol uyghur en la región china de Xinjiang que lucha contra la discriminación. Ambas producciones evidencian una orientación relativamente apolÃtica y, ciertamente, no conservadora.
Pero todo cambiarÃa en 2015. En aquel año Rufo fue contratado por la compañÃa televisiva estatal PBS (Public Broadcasting Service) para producir un documental sobre la población pobre y los homeless en tres ciudades "olvidadas": Youngstown, Ohio; Memphis, Tennessee; y Stockton, California. El resultado fue titulado como America Lost (América perdida). La tesis de Rufo en la filmación, estrenada en 2019 y a la que dedicó cinco años, es que la pobreza tiene causales "humanos" e incluso "psicológicos" aún más profundos que los económicos.
En el proceso de producir el documental recibió financiamiento de un pequeño think tank conservador llamado la Discovery Institute, cuyo programa Center for Wealth & Poverty (Centro para la Riqueza y la Pobreza) fue dirigido por Rufo durante un tiempo. Asà es como se vio cada vez más próximo al ambiente y la ideologÃa republicana. En simultáneo, se reubicó en la ciudad de Seattle, uno de los núcleos de la industria de las start-ups más importantes. Ahà se encuentra la oficina central de Microsoft, compañÃa para la cual trabaja la mujer de Rufo.
A la pequeña beca le siguieron asociaciones más prolongadas con dos de los más notorios think tanks conservadores. La primera fue con la Heritage Foundation, parte troncal del establishment republicano y célebre por su rol central durante la presidencia de Ronald Reagan. La siguiente, con la Lincoln Fellowship en el instituto Claremont. En el 2018, Rufo intentó sin éxito ser electo para el consejo deliberante de la ciudad de Seattle.
Pese a ese traspié, serÃa en esa adoptiva ciudad donde ganarÃa cierta popularidad. En julio de 2020 y con la pandemia del COVID-19 obligando el pasaje de toda actividad profesional a modalidad virtual, Rufo obtuvo una serie de documentos que le darÃan fama. Un participante le hizo llegar los materiales de un entrenamiento anti-sesgo que la municipalidad organizó para sus empleados en respuesta a las protestas que siguieron al asesinato de George Floyd. En particular, un manual para lidiar con las grabaciones de las marchas. Rufo obtuvo más información, incluyendo currÃculas y materiales sobre distintos programas en contra del racismo y la discriminación. Con rapidez determinó que lo que estaba ocurriendo era impermisible.
Escribió asà su primer artÃculo para City Journal, la influyente publicación del think tank conservador Manhattan Institute. Dejando atrás su anterior especialidad y lÃnea polÃtica, calificó a las estrategias de entrenamiento como "perturbadoras". Y criticó con especial estridencia la existencia de un "sesgo implÃcito" por parte de los blancos hacia las personas de origen afroamericano.
La estrategia de los lÃderes de lo que Rufo llamó "la nueva ortodoxia", según su opinión, era cooptar el gobierno y las instituciones corporativas de la ciudad de Seattle. AsÃ, este documentalista criticó la agenda de ir en contra de la supremacÃa blanca, concepto que utilizó siempre entre comillas.
Encontró un enemigo idóneo: la supuesta conquista del mundo estatal y privado por parte de ideas de extrema izquierda. El artÃculo tuvo una elevada repercusión en medios de derecha. Tras una serie de nuevos artÃculos, Rufo habÃa encontrado un nombre para ese enemigo: Critical Race Theory, teorÃa a la que definició como un corpus minoritario y obtuso de teorÃas legales surgidas de los años 90 que sugerÃan, de manera resumida, que el racismo en los EE.UU. se encontraba codificado en su sistema legal e institucional.
A medida que el perfil de Rufo crecÃa, recibÃa más denuncias sobre distintos entrenamientos en contra del racismo. Sus artÃculos para City Journal sobre este tema se multiplicaron. Y eventualmente se volvió una presencia regular en el programa televisivo del hoy marginado comentarista conservador Tucker Carlson, entre otros programas de la cadena Fox News.
Fue tras una de estas apariciones que la cruzada de Rufo captó la atención de Donald Trump. El entonces presidente lo reclutó, en septiembre de 2020. Trump junto a Rufo produjo una orden ejecutiva para restringir la difusión de ese tipo de programas. El liderazgo republicano reconoció de inmediato las posibilidades que esto inauguraba y transformó la Critical Race Theory en su oponente principal.
DeSantis en campaña, el guerrero cultural que se inspira en Reagan para combatir a Trump
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, cuya campaña presidencial fracasó de manera estrepitosa, llevó a su extremo esta creencia. Entre otras acciones, instaló en el verano de 2023 un comité gobernante republicano en el New College of Florida, una pequeña universidad pública de artes liberales conocida por su currÃcula de vanguardia. Tras una controvertida serie de audiencias, que desembocaron en el despido de un gran número de docentes y administradores, y el éxodo de al menos 30 estudiantes, la universidad fue refundada como un bastión ideológico conservador. Rufo, acusado de escupir a una estudiante de la universidad durante una protesta, fue uno de los designados por DeSantis para liderar la transformación de la institución. La universidad ahora solicita alrededor de $400 millones para reformas, monto que un especialista calificó como insostenible.
Desde su ascenso a los escalafones elevados del universo intelectual conservador, Rufo vinculó con el think tank neoyorquino Manhattan Institute, que publica City Journal, para el cuál sigue escribiendo con frecuencia. Fundado en los años 70 con financiamiento del activista inglés del libre mercado Antony Fisher, y con el apoyo de luminarias del movimiento conservador como William F. Buckley, Milton Friedman, Peggy Noonan e incluso el presidente George W. Bush, el Manhattan Institute creció con rapidez y se abocó a desarrollar polÃticas urbanas conservadoras. La más célebre, puesta en práctica por el abogado y alcalde conservador de Nueva York Rudolph Giuliani, fue la llamada teorÃa de "ventanas rotas". Esa idea sugerÃa que la criminalidad podÃa entenderse como producto psicológico de las zonas urbanas en mal estado de conservación. El planteo serÃa una de las bases mediante las cuales, en los 90, se terminarÃa de desarticular el Estado de Bienestar de la posguerra. Además, estas nociones tomarÃan elevada prominencia dentro del marco teórico mediante el cual Rufo y el establishment conservador comprende la pobreza y la emergencia habitacional aún hoy dÃa.
Desde el Manhattan Institute, y mediante la influencia de un funcionario clave del entorno trumpista como Giuliani, Rufo construyó una plataforma de elevada influencia. Ackman, Musk, Trump, DeSantis, y otros cruzados en contra de lo ‘woke', el nuevo nombre dado para el mismo conjunto de tendencias que Rufo denunció en 2020, son sus dedicados lectores. AsÃ, tras bambalinas y evitando un rol polÃtico, la lucha intelectual de Christopher Rufo continúa. Claudine Gay fue una de sus vÃctimas más reciente. No será la última.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.