
Después de sufrir una humillación en su debut como speaker y pasar varios meses a prueba como lÃder republicano en el Congreso, el californiano Kevin McCarthy superó el primer gran test polÃtico y lo hizo con apoyos que, a simple vista, resultan incompatibles. El sucesor de Nancy Pelosi cerró un acuerdo con Joe Biden para fijar el techo de la deuda y evitar el default. Sin embargo, lo más sorprendente es que contó para eso con el aval de Donald Trump.
La votación de la Cámara de Representantes que, este miércoles por la noche, sancionó el proyecto para elevar el techo de la deuda hasta 2025 obtuvo 314 votos a favor y 117 en contra y contó con el respaldo de nada menos que 149 republicanos.
McCarthy aprovechó su estrecha mayorÃa para obtener concesiones de Biden y ganó un aire que no tenÃa como lÃder parlamentario. Si el Senado logra aprobar ahora el proyecto, el éxito será para el presidente, pero puertas adentro del Congreso el californiano ya disfruta de una primera gran victoria. "Esta noche todos hicimos historia porque este es el mayor recorte de ahorros por el que ha votado este Congreso. Este acuerdo es una buena noticia para el pueblo estadounidense y la economÃa estadounidense", dijo McCarthy.
McCarthy presentó un proyecto de ley para el lÃmite de la deuda y fuerza a Biden a negociar
El republicano recibió un llamado de felicitaciones de Biden, que espera poder promulgar la ley el lunes próximo. Pero en lo polÃtico tan importante como el entendimiento con Biden es el apoyo de los rebeldes que resistieron su llegada durante meses y la anuencia del propio Trump para que el lÃder republicano avance en las tratativas. Trump cuestionó el acuerdo en declaraciones públicas, pero por lo bajo autorizó a McCarthy para aprobar el proyecto.
El ex presidente ya habÃa demostrado su repaldo a McCarthy durante los dÃas tensos en los cuales no lograba el aval para ser orador de la Cámara. Hoy las diferencias que los separaron en el pasado parecen haber quedado atrás y el contacto entre ellos es permenante.
Jordan, un antiguo antagonista de McCarthy convertido en aliado, lideró a un grupo de republicanos que rechazaban el liderazgo del californiano y esta vez no pusieron obstáculos. Tanto él como la representante Marjorie Taylor Greene, la más ultra de las seguidoras de Trump, decidieron acompañar el acuerdo. Solo algunos republicanos que no obedecen a Trump, como el representante de Texas Chip Roy se aferraron a su rechazo a McCarthy y mantuvieron su oposición al acuerdo.
La prueba que acaba de superar McCarthy generó un impacto tan fuerte como para que, de la noche a la mañana, muchos comenzaran a considerar que habÃa sido menospreciado en sus capacidades y que los analistas se habÃan equivocado con sus primeras apreciaciones sobre él. El encargado de ponerlo en palabras fue el republicano de Carolina del Norte, Patrick McHenry: "Siempre se ha subestimado a McCarthy", le dijo el miércoles a los periodistas quien fue uno de los principales negociadores republicanos del acuerdo.
McCarthy entretiene a los rebeldes republicanos, mientras negocia con Biden en reserva
El representante Darrell Issa, compañero californiano de McCarthy, fue aún más efusivo. "Este es el mejor orador con la mejor negociación que hemos tenido con el presidente de uno u otro partido", dijo a Semafor.
Las crÃticas que se escucharon durante meses ahora parecen haber sido parte de un malentendido. Se decÃa que no estaba preparado para manejar una estrecha mayorÃa de cinco bancas y que habÃa renunciado a su poder para ganar la adhesión de los sectores más radicales de su partido, pero solo habÃa logrado quedar como rehén de la ultraderecha republicana. Su propia sobrevida estaba condicionada.
The New York Times fue uno de los que habÃa advertido que McCarthy habÃa quedado prisionero del ala archiconservadora del Partido Republicano. Lo mismo pensó Biden, si se tienen en cuenta las dilaciones recurrentes de la Casa Blanca en las negociaciones.
Aunque en el Senado hay advertencias de rechazo demócrata de progresistas como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, en el Congreso se dio una paradoja que demuestra el éxito de la negociación: la mayorÃa de los republicanos y los demócratas se declaran vencedores y dicen haber impuesto sus criterios en la ley que fue sancionada.
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