El equipo de campaña de Joe Biden y Kamala Harris busca dejar en claro que votar a Donald Trump es garantÃa de terminar con el derecho al aborto. La estrategia se profundizó tras la difusión de una noticia: que Trump respalda la prohibición nacional del aborto desde la semana número 16 de embarazo. El New York Times publicó la información, y los voceros trumpistas lo negaron a medias.
"Esto es exactamente quién es Donald Trump. Es un hombre que está tan orgulloso de su papel en la anulación de Roe v. Wade, que incesantemente se jacta de ello", afirmó la jefa de campaña de Biden, Julie Chávez RodrÃguez, ante LPO y otros medios.
Se referÃa a los dichos del expresidente ante Fox News, donde sacó chapa de haber "terminado" con el fallo Roe. Desde que la Corte Suprema dictaminó contra el histórico pronunciamiento de 1972, sin embargo, el debate se volvió redituable para los demócratas. En Virginia, Nevada, Ohio y Kentucky la inclusión del aborto en las boletas terminó favoreciendo a los defensores de ese derecho.
Según una encuesta que manejan cerca del presidente, el 65% de los republicanos y el 83% de los independientes se oponen a una ley federal que restringa el aborto en todo el paÃs. Además, frente al incómodo debate sobre la vejez y la salud mental de Biden, la administración demócrata encuentra en el aborto una carta de diferenciación nÃtida conta los republicanos. En busca de potenciar esa ventaja, Kamala Harris concretó una gira sobre libertades reproductivas, apuntando contra Trump en su discurso.
La estratega latina de Biden y Harris agregó que Trump más de 1 de cada 3 mujeres en edad reproductiva vive actualmente bajo una prohibición vigente. "La mayorÃa de los casos estatales no tiene excepciones por violación o incesto. Los médicos pueden ser acusados de un delito grave por brindar la atención de salud reproductiva necesaria y, en algunos estados, los médicos podrÃan enfrentarse a cadena perpetua. Las mujeres son rechazadas en las salas de emergencia, arriesgando sus vidas", describió Chávez RodrÃguez.
La directora de campaña planteó que, si Trump vuelve a la Casa Blanca, el panorama empeorará. "Una prohibición del aborto a nivel nacional tendrÃa efectos devastadores para las personas en todos los estados. DarÃa como resultado que millones de mujeres no puedan obtener la atención médica que necesitan, incluso en el manejo rutinario de abortos espontáneos y en los casos en que sus propias vidas estén en riesgo. Los estadounidenses no tolerarán sus ataques a sus libertades. Una y otra vez, los votantes lo han dejado claro: confÃan en las mujeres, creen en la libertad reproductiva y están dispuestos a luchar por ella. Noviembre no será diferente", concluyó.
El debate volvió a escena porque circuló la versión de que Trump estaba decidido a impulsar la prohibición nacional. Pero el entorno del republicano lo relativizó. En un comunicado aseguraron que el lÃder MAGA "se sentarÃa con ambas partes y negociarÃa un acuerdo con el que todos estén contentos". Y se diferenció del "aborto radical y a pedido" que impulsan los demócratas.
En noviembre, la consulta sobre la interrupción del embarazo se incluirá en la boleta electoral de Florida. Asà lo consiguieron los demócratas, al juntar las firmas necesarias para realizar un referéndum. Lo lograron tras un endurecimiento legislativo empujado por el gobernador Ron de DeSantis.
Según un informe reciente de la Florida International University, sin embargo, una amplia mayorÃa de los votantes de origen latino rechaza la prohibición del aborto tras la sexta semana de embarazo. Un 42% está directamente en desacuerdo con esa posibilidad, mientras un 22 no tiene posición tomada.
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