En el arranque de un año en el que parece encaminada a asumir un protagonismo mayor, Kamala Harris viajó a California para reunirse con los familiares de los muertos en el tiroteo masivo de Monterey Park, el sábado pasado. La vicepresidenta decidió volver al Estado en el que surgió a la política para asistir a la vigilia que se levanta en el Star Ballroom Dance Studio en Monterey Park, una pequeña ciudad al este del centro de Los Ángeles.
Allí, se detuvo para ver los nombres y las fotografías de cada una de las víctimas que murieron en el tiroteo masivo del sábado y dejó después un ramo de flores frente al monumento. Harris mostró la preocupación de la Casa Blanca por la matanza y dijo que Estados Unidos está de luto por las 11 personas asesinadas y los 9 heridos.
Después, escribió en las redes sociales: "Hoy visité Monterey Park para presentar mis respetos y honrar a aquellos cuyas vidas fueron arrebatadas demasiado pronto. Esta violencia armada sin sentido exige acción. POTUS y yo hemos pedido al Congreso que proteja a los estadounidenses y renueve la prohibición de armas de asalto y cargadores de alta capacidad".
Después de hablar unos minutos con los periodistas, la vicepresidenta Kamala Harris partió hacia el Langley Senior Center donde se reunió con familias de las víctimas y socorristas.
La visita de Kamala a California habilitó distintas lecturas políticas. La vicepresidenta pidió leyes de control de armas más estrictas a nivel nacional, llamó al Congreso a tomar "tener el coraje de hacer lo correcto" y elogió el trabajo en la materia del estado que gobierna el demócrata Gavin Newsom. Sin embargo, no tomó contacto con el gobernador y no tuvo la reunión que se esperaba que tuviera con él en una circunstancia delicada para Newsom.
Es la segunda vez que Harris viaja al estado en el que fue fiscal general y evitar al gobernaodor democrata. Ya lo había hecho en diciembre pasado, cuando asistió a la asunción de Karen Bass como alcalde de Los Angeles. La primera afromaericana en gobernar la ciudad más importante de California no había tenido el apoyo de Newsom en la campaña.
Tras los dos tiroteos masivos que enlutaron a California y dejaron un total de 19 muertos en apenas unos días, Newsom reactivó su enfrentamiento con los republicanos y los culpó por su rechazo a avanzar con el control de armas a nivel federal. Además, apuntó contra Newsom el californiano Kevin McCarthy debido a que el nuevo presidente de la Cámara de Representantes ignoró a las víctimas de los tiroteos en Monterey Park y Half Moon Bay y no hizo siquiera una declaración pública.
"¿Dónde ha estado en la reforma de la seguridad de las armas? ¿Dónde ha estado el Partido Republicano en la reforma de la seguridad de las armas? dijo el gobernador, que parecía visiblemente conmocionado después de reunirse con las familias de las víctimas del segundo tiroteo. "Me avergüenzo de ellos. Vergüenza para aquellos que permiten y perpetúan que eso sea recompensado políticamente".
California tiene algunas de las políticas de armas más estrictas de la nación y una tasa de homicidios por armas de fuego que, según el gobernador, se ubica un 37 por ciento por debajo del promedio nacional. Sin embargo, las personas pueden traer armas al estado desde cualquier otro lugar. Es por eso que Newsom reclama que el Congreso restrinja el tamaño de los cargadores y prohiba los rifles de asalto. "No podemos hacer esto solos. Y con el debido respeto, sentimos que lo somos", dijo Newsom el lunes en Half Moon Bay, al sur de San Francisco, tras el asesinato de siete trabajadores agrícolas el lunes, aparentemente a manos de otro trabajador. Aunque sus declaraciones apuntaban a los republicanos, también parecieron incluir la responsabilidad de los demócratas.
Con un perfil nacional y un protagonismo creciente, el gobernador tuvo en 2022 varios cortocircuitos con el presidente Biden en relación a leyes y apoyos políticos. Sin embargo, tras los resultados de noviembre anunció que no tiene voluntad de anotarse como precandidato presidencial hacia 2024 y dejó despejado el camino para Biden. El presidente lo visitó la semana pasada a causa de las inundaciones y prometió ayuda para California.
Sin embargo, en este caso, el encuentro entre Harris y Newsom, que se había anticipado a través de los medios, no se concretó. La vicepresidenta no mencionó al gobernador en su publicación en redes sociales y Newsom tampoco le dio la bienvenida ni se refirió a su visita públicamente.
Según publicó Político, la vicepresidenta se siente liberada después de los resultados de noviembre que le permitieron a los demócratas lograr la mayoría en el Senado y a ella en lo personal tomar distancia de las votaciones que necesitaban de su presencia durante los dos primeros años de la administración Biden.
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