
La administración Biden parece haber reaccionado después de largas semanas en que los altos mandos del Partido Republicano hicieron del tráfico de fentanilo un motivo central de su ofensiva polÃtica y llamaron por distintas vÃas a una intervención militar de Estados Unidos en territorio mexicano. La Casa Blanca anuncia una nueva estrategia que incluirá cinco nuevas acciones para evitar la distribución de precursores y la venta del producto final en Estados Unidos. La novedad, sin embargo, es que por primera vez el gobierno de Joe Biden da señales de empezar a apuntar a los peces gordos que se dedican al lavado de dinero a través de empresas legalmente establecidas.
Tal como informó LPO, el fentanilo es un opioide que se fabrica artificialmente: es 50 veces más potente que la heroÃna y hasta cien veces más potente que la morfina. Tan solo dos miligramos, un volumen similar a la cabeza de un alfiler, es para muchas personas una sobredosis, la mayorÃa de las veces fatal.
Según las últimas cifras oficiales disponibles, más de 71.000 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis causadas por opioides sintéticos -fundamentalmente fentanilo- en 2021, lo que representa un aumento de más del 23% respecto al año anterior.
"Los republicanos están aprovechando al fentanilo para avanzar en su agenda polÃtica"
"Este enfoque se basa en la Estrategia Nacional de Control de Drogas del presidente y ayuda a cumplir con su llamado sobre el Estado de la Unión para vencer la epidemia de sobredosis y opioides. Se estarán tomando medidas enérgicas contra la producción, venta y tráfico de fentanilo ilÃcito", indica la estrategia trazada por el Departamento de Seguridad Nacional según adelantó La Opinión.
La administración Biden reconoce que hoy las drogas responsables de matar a más estadounidenses son los opioides sintéticos ilÃcitos, como el fentanilo y sus análogos, los cuales son más fáciles de producir y transportar, pero también más letales, en combinación con otras drogas. Además, sostiene que la naturaleza de estas drogas y su facilidad de acceso y potencia presentan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad y la salud públicas.
Sin embargo, la novedad más importante que surge del enfoque oficial es que el gobierno de Biden reconoce que las organizaciones criminales están utilizando las redes legales de comercialización para distribuir la droga, desde sus precursores hasta las pastillas.
"Si bien las viejas estructuras de tráfico aún existen, los productores y traficantes de estas drogas sintéticas ilÃcitas, ahora explotan regularmente las redes de distribución comerciales globales legales para sostener y mejorar su negocio ilÃcito", sostiene el documento.
Ante la fuertÃsima ofensiva republicana contra los carteles mexicanos que LPO viene relatando con detalle, la estrategia demócrata apunta a poner especial atención en la incautación de dinero en efectivo a granel que cruza en la frontera con México, a fin de que los agentes identifiquen mejor sus orÃgenes.
Ante la operación del tráfico que se potencia por la vÃa de empresas legalmente establecidas, el nuevo enfoque establece acciones especÃficas sobre transacciones comerciales. "Los traficantes de drogas ilÃcitas a menudo usan empresas comerciales legÃtimas para acceder a importantes recursos de capital, colaborar con proveedores de materias primas a través de las fronteras internacionales, usar tecnologÃa para financiar y realizar negocios e innovar estrategias de producción y distribución para expandir sus mercados", describe el estudio del gobierno.
De acuerdo a los funcionarios de Biden, el crimen organizado requiere de dinero "limpio" para operar y es por eso que se hace necesario poner especial énfasis en las acciones contra el lavado de dinero.
"Los traficantes de drogas, que se mueven principalmente por las ganancias, requieren fondos significativos para operar sus cadenas de suministro ilÃcitas (...) La Administración Biden-Harris ampliará sus esfuerzos para interrumpir las actividades financieras ilÃcitas que financian a estos delincuentes aumentando las medidas de rendición de cuentas, incluidas las sanciones financieras, sobre objetivos clave para obstruir el acceso de los narcotraficantes al sistema financiero de los Estados Unidos y los flujos financieros ilÃcitos".
Los planes de Biden contra el fentanilo incluyen otras esferas. Se apuesta a reforzar la prevención, reducción de daños, tratamiento y recuperación de las personas con adicciones a través de una coordinación con gobiernos locales y estatales.
También se aumentará la cooperación con el sector privado, además de acciones de aplicación de la ley para incautar las drogas. A través de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, Estados Unidos se propone construir una coalición global para acelerar los esfuerzos contra las drogas sintéticas ilÃcitas y empleando enfoques bilaterales y multilaterales.
El objetivo es ambicioso y puede sonar hasta desmedido en un contexto en el que el fentanilo no para de crecer en Estados Unidos. Se habla de evitar la fabricación ilÃcita de drogas, detectar amenazas de drogas emergentes, interrumpir el tráfico, abordar el financiamiento ilÃcito y responder a los impactos en la seguridad y la salud públicas. Para eso, y siempre según la información oficial que trasciende, el intercambio de información entre agencias de inteligencia será una prioridad de la administración Biden.
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