Entrevista
"En la política de tribus, no reconocer la derrota es un mecanismo político"
En una entrevista exclusiva con LPO, el politólogo Francisco Cantú analiza la era del negacionismo y los ataques a las instituciones demócraticas como parte de una escena donde todos se creen "dueños de la verdad".

Francisco Cantú es un especialista en procesos electorales que estudia las distintas formas de manipulación electoral y tiene una mirada aguda sobre la disputa política en Estados Unidos. Profesor asistente en el departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Houston, Cantú afirma que episodios como el ataque al Capitolio se enmarcan en la polarización que domina la política. De acuerdo a su analisis, los distintos grupos viven dentro de "burbujas informativas" que los llevan a creerse "dueños de la verdad" y no reconocer cuando otros hacen las cosas mejor que ellos. Sin embargo, Cantú discrepa con los que ven una actitud irracional en el negacionismo: "No reconocer la derrota también es un mecanismo político y una estrategia política", dice.

En enero del 2021 un grupo de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio con denuncias de fraude contra Biden ¿Por qué los votantes desconfían de los resultados electorales?

Bueno, la explicación más común que sabemos es esta disonancia cognitiva. Uno siempre cree que está del lado correcto de la historia. Cuando los resultados no salen como uno espera, una de las maneras en que se resuelve esta disonancia es culpar al proceso. O sea, si mi equipo no ganó en el fútbol o me fue mal en un examen, la culpa es del árbitro o del profesor, o del otro.

Creo que cuando alguien apoya a un candidato y pierde, se vuelve más reticente o tiene menos confianza en el proceso. Aún más, cuando el mismo candidato es quien empieza a generar sospechas de fraude. Tal fue el caso de Trump, quien desde mucho antes de la elección, y también después, sembró sospechas sobre el proceso electoral.

¿Por qué piensa que en este caso se alcanzaron escenas de violencia?

Bueno yo creo que hay dos cosas. Primero es el ambiente de polarización de la política, un fenómeno que no solo existe en Estados Unidos, sino en muchos países de Europa y Latinoamérica. Es imposible o es muy difícil para la gente reconocer la victoria de otra persona en escenarios de tanta polarización. Me parece que incluso podría haber sucedido lo mismo cuatro años antes con los demócratas. Yo creo que en la elección de 2016 los demócratas estaban dispuestos a interrumpir el proceso e impugnar el resultado. Muchos de ellos impugnaban el conteo, el sistema de colegio electoral, pedían que se revelaran y dijeran que no iban a apoyar a Trump.

Segundo, en los momentos que vivimos ahora cada quien está en su burbuja informativa. Solo tenemos cierto tipo de información y eso nos hace estar en un ambiente muy aislado de... no quiero decir de la realidad... pero sí de otros puntos de vista. Entonces no podemos contrastar realmente lo que pasó y todos nos sentimos un poco dueños de la verdad. Con esta abundancia de información, es cada vez más difícil tener humildad y decir "no sé". La gente se siente muy segura de la información que está recibiendo.

En la elección de 2016 los demócratas estaban dispuestos a interrumpir el proceso e impugnar el resultado. Muchos de ellos impugnaban el conteo, el sistema de colegio electoral, pedían que se revelaran y dijeran que no iban a apoyar a Trump.

Y llegó el líder, esta persona que por fin dio la cara por ellos o dio la cara, después de tantos años, y les dijo que había fraude en la elección y que tenían que defender al país. Y lo vieron como la última oportunidad que tenían para que él siguiera en el poder. Que era alguien que por fin había volteado a este sector de gente relegada por el sistema.

"En la política de tribus, no reconocer la derrota es un mecanismo político"

¿Cuál es el rol de los líderes y por qué es importante para la democracia el consentimiento del perdedor?

A mí me gusta mucho una frase de Julio Sanguinetti, el que fue presidente uruguayo, que es esta: "La democracia es la ética de la derrota". Él ahí define el concepto de saber cuándo te tienes que ir a casa. Pero cada vez es más difícil aceptar que la otra persona hizo un mejor papel que tú: porque aceptar eso implica también aceptar que hay otros costos, más allá del resultado de la elección. Hay costos en términos de políticas públicas y de ideologías que cada vez tienen menos en común.

Por otro lado, no reconocer la derrota también es un mecanismo político. Una estrategia política. Hoy en día los costos de no aceptar los resultados, son más bajos de los que había hace 20 años, donde el partido te podría castigar. O los votantes, digamos sin ningún tipo de identificación partidista, te podrían castigar. Hoy se trata más de una política de tribus. Y los líderes quieren mantener a su tribu contenta. Por lo menos contenta con su líder. Y esa es una manera de mantenerlos ahí.

Hoy en día los costos de no aceptar los resultados, son más bajos de los que había hace 20 años, donde el partido te podría castigar o los votantes sin identificación partidista te podían castigar.  

¿Cuándo dice tribu, se refiere a los votantes de un partido en su totalidad o a un subgrupo de los votantes de un partido?

Me gusta mucho ver estas analogías que hay con el fútbol. Nosotros en Ciencias Políticas siempre pensamos que esto es racional y vas a comparar utilidades y expectativas y cosas así. Pero cada vez nos damos cuenta, que esto está más cerca de cómo se vive tu deporte favorito. En el fútbol, no es realmente que te gusta un equipo porque juega mejor. Hay una razón emocional, o no racional, porque creciste así, que te hace ir a ese equipo. Las razones para seguir a ese equipo vienen después de tu attachment con el equipo. Entonces a partir de ahí, están los seguidores que van cada ocho días al estadio. Y apoyando ahí todos los días está la barra brava. A esos barras bravas yo los vería como los seguidores de Trump. Los que están dispuestos a matarse y pegarse con el otro equipo para defender, los colores, la bandera, lo que sea.

Pero luego también, más allá de ese grupo están los que siguen el partido por televisión, los que ven el partido desde las gradas, más allá de donde está la barra brava, que aun así, quieren que gane su equipo, y que ven difícil que gane su rival. Entonces, también están motivados por este tipo de emociones, más que sentarse y decir, bueno, ganó el mejor o perdimos porque jugamos peor. Más que identificar estos grupos dentro de un mismo punto de tiempo, es ver como la identificación partidista o el apoyo político ha cambiado en los últimos 30 años.

"En la política de tribus, no reconocer la derrota es un mecanismo político"

¿Le parece que esto es un fenómeno de sistemas mayoritarios, donde el que gana se lleva todo? ¿O también cree que estos fenómenos, sean sistemas proporcionales, como los sistemas parlamentarios?

Los candidatos son más reacios a aceptar el resultado electoral en sistemas mayoritarios, entonces digamos que en sistemas presidenciales incluso hay más rechazo a los resultados. Y tiene que ver porque ahí no puedes utilizar una regla proporcional, cuando solo hay un asiento disponible. En Perú llegaron hasta las mismas consecuencias para disputar el resultado de la segunda vuelta. O el mismo Ecuador, sería un ejemplo de eso. Entonces, yo creo que sí el sistema electoral importa pero sería secundario a más bien ver, cómo el sistema de gobierno. Me imagino que en sistemas parlamentarios, hay menor costo de oportunidad. Digamos que lo que se pierde en cada elección está menos en juego, porque solo pierdes un distrito, sin importar cuántas sillas hay en el distrito. Solo pierdes un distrito. Mientras que en una elección presidencial, pierdes la única silla disponible.

Cuando habló de tribus se refería a algo que en Ciencia Política solemos llamar identidad partidaria pero existe lo que usted llama identidad partidaria negativa. ¿Podría explicar qué es?

En Latinoamérica está la concepción de que a la gente no le interesan los partidos políticos, porque no se identifican positivamente con ningún partido. Pero pues en la vida sabemos que a veces nos define más lo que no nos gusta que lo que nos gusta. En un trabajo que hice junto a la politóloga Agustina Haime pensamos en la identidad partidista, no solo con el partido que más te sientes identificado, sino con el partido que menos te sientes identificado y eso ya te está diciendo algo de tus actitudes y de tu posición ideológica. Entonces lo que decimos es que una vez que incluyes este espectro de partidismo negativo, realmente el partidismo en Latinoamérica tiene las tasas de los mismos niveles que puedes ver en otros lugares del mundo.

¿Ve este fenómeno de identidad partidaria negativa también presente en Estados Unidos?

Bueno, Estados Unidos es casi el arquetipo de esta identidad negativa. Lo que vemos es que el número de votantes que se consideran independiente cada vez es mayor y el número de gente que se identifica con un partido está cayendo. Pero al mismo tiempo, las tasas de straight ticket voting, cuando la gente vota por un partido para todos los puestos, están a niveles que nunca se habían visto. O sea, cada vez está creciendo más el número de gente que vota a un solo partido y al mismo tiempo, se identifican como independientes. Entonces esto tiene que ver un poco con la identificación negativa. No es tanto que te identifiques con los demócratas o con los republicanos. Lo que te lleva más a tomar ese comportamiento es que no quieres ver a los demócratas o a los republicanos en el poder. De nuevo, es más la repulsión, que la atracción a cierto partido.

Estados Unidos es casi el arquetipo de esta identidad negativa. Lo que no quieres es ver a los demócratas o a los republicanos en el poder. Es más la repulsión que la atracción a cierto partido.

Sin embargo, los modelos de Ciencia Política predicen que, pese a que haya polarización, los partidos se mueven al centro en busca del votante mediano...

Si, es cierto. Un partido siempre va a encontrar al votante mediano en el centro. Siempre va a estar ahí, en la mitad, sin importar lo polarizado que esté el escenario, y las políticas públicas van a tender al centro. Las políticas o las decisiones o el perfil del representante sigue siendo el atractivo para el votante mediano. Lo que pasa es que en un sistema como el de Estados Unidos al que tratas de complacer es al votante mediano de cada distrito. Y lo que está pasando es que hay como una polarización en los distritos. Lo que pasa es que ha habido un tipo de agrupamiento o de acomodamiento entre los votantes, que hizo que los votantes que piensan muy parecido estén en el mismo distrito. Y eso es lo que hace que aunque los representantes atiendan las necesidades del votante mediano en cada distrito, este agrupamiento de votantes según los distrito genere políticas muy polarizadas.

"En la política de tribus, no reconocer la derrota es un mecanismo político"

En su agenda de investigación, uno de los temas centrales fue el fraude. ¿Puede haber o ha habido fraude en las elecciones de los Estados Unidos?

No hay evidencia grande. Hay anécdotas de elecciones que cambiaron con cierto tipo de irregularidades electorales. La que más se me viene a la mente es que Lyndon B. Johnson se hizo candidato del Partido Demócrata por el Senado en Texas. Perdió la primera vez y la segunda vez estaba cabeza a cabeza con el contendiente hasta que, tres días después de la elección, de repente encontraron una caja con más o menos 200 votos para Johnson y eso cambió el resultado. A partir de ahí comenzó la carrera política que lo llevó a ser presidente. Hay un libro muy bueno del historiador y periodista Robert Caro sobre ese tema. Más allá de esas anécdotas, realmente no hay mucha evidencia de irregularidades electorales en el país.

Hay un reciente estudio sobre la posibilidad de que la gente vote dos veces y la probabilidad es muy chica. Incluso si la hubiera y asumiendo que todos los que pueden hacerlo, lo hicieran, no cambiaría en nada el resultado electoral. Es más el miedo o la amenaza de fraude electoral que realmente lo que sucede.

¿Qué le parecen las medidas que se están impulsando en varios estados, pero particularmente en Texas para prevenir el fraude, como por ejemplo requerir identificación de las personas para votar?

El caso americano es muy curioso, porque es como un poco el mundo al revés. Saliendo de Estados Unidos tú te esperarías que la izquierda abogaría por un sistema electoral más limpio y confiable y que todos pudieran tener un sistema de identificación única, donde se puedan registrar y así evitarías el doble voto y que todos puedan tener acceso al voto. Llegas a Estados Unidos y es al revés. Los liberales son los que quieren quitar cualquier tipo de identificación para que la gente pueda votar y la gente de derecha quiere poner restricciones. No necesariamente restricciones, pero quieren que el registro, el voto sea muy eficiente y tal vez muy excesivo. Es como el mundo al revés y por la polarización no se ha podido llegar a un punto medio, donde se acepte que tal vez un paso para que se reduzca la sospecha de fraude es que todos debemos tener una identificación para votar.

Al mismo tiempo, también hay que reconocer que será difícil que algunos sectores de la población tengan su identificación para votar. Pero creo que ahí se puede llegar a un acuerdo o se puede conversar, que se ha hecho o cuál es la experiencia de otros países. Sé que en Bolivia entre el 98 y el 99 por ciento de la gente está empadronada y hay mucha gente que tiene menos recursos en promedio que en Estados Unidos. En México es un poco así, pero creo que hay intereses locales en cada distrito o en cada condado, que impiden que haya éste tipo de centralización del sistema electoral.

Temas de la nota:
Post a comment
To submit your comment, you must confirm that you have read and accepted the terms regulation and LPO conditions
Comments
The comments published are the sole responsibility of their authors and the consequences derived from them may be subject to the corresponding legal sanctions. Any user who includes any comment in violation of the terms and conditions regulation in their messages will be eliminated and disabled to comment again.
Noticias Relacionadas
"In Tribal Politics, not acknowledging defeat is a political mechanism"

"In Tribal Politics, not acknowledging defeat is a political mechanism"

By Agustín Vallejo (Houston)
In an exclusive interview with LPO, political scientist Francisco Cantú analyzes the era of denialism and the attacks on democratic institutions as part of a scene where everyone believes they are "owners of the truth."