Las imágenes son impactantes y las circunstancias también. El primo de una de las fundadoras de Black Lives Matter fue atacado por la espalda por la policía de Los Angeles y murió pocas horas después. La muerte recrudece la tensión racial en la ciudad que gobierna la afroamericana demócrata Karen Bass.
El hecho sucedió el pasado 3 de enero, después de un aparente accidente de tránsito. Las imágenes de video publicadas por el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) muestran a los oficiales usando la fuerza para contener a Keenan Anderson, de 31 años, un maestro afroamericano que murió más tarde en el hospital de Santa Mónica, en una de las ciudades más importantes de Estados Unidos.
Surge un Latino Lives Matter ante el asesinato de un niño por la policía
El registro es claro: los oficiales le dispararon a Anderson siete veces con una pistola Taser mientras estaba en el piso y mostraba signos de resistencia a ser detenido. Anderson murió de un paro cardíaco el mismo día en que recibió las descargas eléctricas de la pistola Taser. Tenía 31 años, era profesor de inglés y primo de la cofundadora de Black Lives Matter, Patrisse Cullors.
Según el comunicado de prensa de la policía que se publicó, el encuentro entre Anderson y los oficiales de LAPD ocurrió el 3 de enero, alrededor de las 3:38 de la tarde en la zona de Venice, conocida como el epicentro de la cultura bohemia en Los Ángeles.
El video dura alrededor de 13 minutos y la filmación surge de la cámara corporal que muestra la perspectiva de varios oficiales. De lo que se puede ver, se desprende que todo comenzó en un semáforo. En el relato de los hechos, el capitán Kelly Muñiz habló de un "incidente crítico" y sostuvo que el joven afroamericano experimentó una "emergencia médica" unas cuatro horas y media después de que le disparan con la pistola Taser, pese a los esfuerzos del personal del hospital para salvarle la vida.
Según el informe toxicológico preliminar de LAPD, Anderson dio positivo por cocaína y cannabis. La oficina del forense del condado de Los Ángeles está realizando una prueba independiente.
En las primeras imágenes, se ve a Anderson corriendo en medio de una calle cerca de una concurrida intersección de Los Ángeles, pidiéndole ayuda a un oficial que responde. Se lo escucha repetir: "Alguien está tratando de matarme" y señala una escena cercana donde varios autos están detenidos. Poco después, el oficial nota en su radio que el origen está en un accidente de tráfico.
Pronto llegaron varios oficiales para someter a Anderson al suelo en medio de la calle y un oficial lo amenazó, en más de una oportunidad, con que usaría la Taser si Anderson no cumplía con las órdenes.
El abogado de la familia de Anderson, Carl Douglas, afirmó en declaraciones públicas que Anderson estaba en un estado de crisis emocional y mental. "Estaba paranoico. Hablaba sin rodeos. Era claro para un lego, y debería haber sido claro para un oficial capacitado, que estaba en medio de una crisis".
Douglas denunció que Anderson fue electrocutado "siete veces separadas" alrededor de la "parte posterior del corazón" y anticipó que presentará una demanda por homicidio culposo contra la ciudad en nombre de la familia.
Bass hace historia por partida doble: la primera alcaldesa de Los Ángeles es una afroamericana
El caso representa un enorme desafío para la flamante alcaldesa de Los Ángeles, la demócrata Karen Bass, que se convirtió en la primera mujer y primera afroamericana en llegar al cargo en toda la historia de la Ciudad. De reconocida lucha por los derechos civiles, la ex congresista se encuentra frente a un caso testigo a días nada más de haber asumido funciones escoltada por la vicepresidenta Kamala Harris. Bass calificó las imágenes como "profundamente perturbadoras".
En una conferencia de prensa en la que se dieron detalles del caso, el jefe de LAPD, Michel Moore, dijo que su departamento no tiene un "límite preestablecido" sobre cuántas veces se puede usar la pistola TASER, pero especificó que los oficiales deben "generalmente evitar el uso repetido" para no lesionar a un sospechoso. Agregó que su entendimiento preliminar de la situación era que el oficial creía que el uso repetido del TASER estaba dando como resultado el cumplimiento de Anderson.
Mientras Anderson estaba inmovilizado en el suelo, se lo puede escuchar en el video diciendo: "Me están tratando de George Floyd". También gritó que los policías son "actores" y que estaban "tratando de sedarlo" porque "sabe demasiado".
La muerte de Anderson ya empezó a generar polémica y fue tomada por los defensores de la causa de Black Lives Matter como una confirmación de que los democratas no frenaron las prácticas habituales de violencia policial que tienen como blanco a los afroamericanos. De hecho, Patrisse Cullors, prima de Anderson y cofundadora de Black Lives Matter, escribió en una publicación de Instagram que cree que LAPD "mató" a Anderson.
"Mi primo estaba pidiendo ayuda y no la recibió. Él temía por su vida. Pasó los últimos 10 años presenciando un movimiento que desafiaba el asesinato de personas negras. Él sabía lo que estaba en juego y estaba tratando de protegerse. Nadie estaba dispuesto a protegerlo", afirmó. La dirigente encabeza un movimiento que reclama la renuncia del jefe de policía de LAPD.
En un video de testigo separado, se escucha de fondo a un transeúnte que se identificó como conductor de Uber afirmando que Anderson causó un accidente e intentó robar su automóvil. Las imágenes de la cámara corporal de otro oficial que estaba respondiendo a una posible colisión mostraron tres autos detenidos en medio de una calle, incluido un BMW gris del que Anderson decía ser el dueño. Un portavoz de LAPD dijo que el departamento no puede proporcionar más detalles sobre la colisión..
"¿Hay alguna sorpresa real de que luego sufriera un paro cardíaco y que los esfuerzos por revivirlo fueran inútiles. Si no hubiera sido electrocutado siete veces por separado, todavía estaría vivo hoy", le dijo el abogado Douglas a Insider.
El jefe Moore admitió durante la conferencia de prensa que la muerte de Anderson fue el tercer incidente crítico en el lapso de dos días en el que una persona murió luego de un encuentro con la policía.
El 2 de enero, Takar Smith, de 45 años, recibió un disparo fatal de los oficiales después de que su esposa llamara a la policía porque había violado su orden de restricción, informó Los Angeles Times. El día del encuentro policial de Anderson, Oscar Sánchez, de 35 años, también recibió un disparo y lugo murió en el hospital, según Fox 11 .
Anderson vivía en el área de Washington DC y estaba de visita en Los Ángeles. Su muerte ha renovado los llamados de los activistas a favor de la reforma policial, algunos de los cuales creen que no se debería desplegar policías armados en los accidentes de tránsito.
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