Eduardo Perdomo es el Director de la Oficina de Asuntos Latinos (MOLA) de la alcaldÃa de Washington D.C., el organismo oficial dedicado exclusivamente a los latinos que viven en la Capital de Estados Unidos. Nacido en República Dominicana y con solo 40 años, Perdomo es el primer afro latino en ese puesto. Hoy MOLA cumple una función clave en una de las ciudades importantes del paÃs, donde los latinos conforman el 13% de la población local. LPO lo entrevistó en exclusiva.
Si mirás para atrás, ¿cómo contarÃas el recorrido que hiciste hasta llegar a la Oficina?
Mi recorrido es largo y empieza con la historia de mis padres. Ellos son profesores que crecieron en la época de la dictadura de Trujillo. Estaban embriagados con el deseo de libertad y me lo transmitieron desde pequeño con compromiso. Crecà en Dominicana escuchando sus historias.
Recuerdo que en 1998 fui a visitar a mi abuela paterna en Nueva York. Ella vivió gran parte de su vida ahÃ. Fue alucinante y contradictorio, porque estaba lejos pero muy cerca de lo que escuchaba, olÃa o veÃa en el barrio dominicano. Años después, en el 2003, volvà y conocà las historias de los otros, de personas que habÃan emigrado de América Latina, pero con realidades muy distintas a la mÃa y me cuestioné muchas cosas. Cuando regresé a mi paÃs, empecé el voluntariado en organizaciones comunitarias porque querÃa hacer un cambio.
¿Cuándo comenzaste a trabajar sobre temas migratorios?
Tomé la decisión de venir a Estados Unidos después de varios años de estudiar y trabajar en mi paÃs. Empecé como pasante en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y al tiempo quedé contratado aquà permanentemente. Trabajé en el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y en el International Rescue Community (IRC), que es otra organización comunitaria en el área de refugiados.
Participé del montaje del programa Camp que creó Obama para responder a la primera oleada de niños indocumentados. Eran pequeños que venÃan solos, o a los que dejaban solos en la frontera para que cruzaran a los Estados Unidos. Las historias que escuchaba eran desgarradoras. Relatos que te llevaban a cuestionarte la condición humana, de tratar de entender cómo puede ser que la gente llegue a esos lÃmites. Poco tiempo después, en 2015, se creó esta oficina e ingresé a trabajar bajo la dirección de Jackie Reyes que fue mi mentora en este espacio.
Una Oficina de Asuntos Latinos en la capital del paÃs, suena importante.
Si, lo es. Brindamos servicios a la comunidad latina del Distrito de Columbia desde 1976. Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de los latinos que viven en la ciudad. Trabajamos mucho en el acceso lingüÃstico para garantizar que los servicios que provienen del gobierno lleguen a las personas en su idioma.
La pandemia fue dura en todo el mundo, imagino que acá la comunidad latina no debe haber sido la excepción.
Fue un momento muy duro. Recuerdo que le comunicamos a la alcaldesa Muriel Bowser la situación preocupados porque llegaba mucha gente que no tenÃa ingresos y que no los iban a tener en el corto plazo. Trabajaban en hoteles y en servicios, y eso fue lo primero que se cortó. Inicialmente, la alcaldesa destinó 4 millones de dólares para los inmigrantes indocumentados de Washington DC y con ese dinero local pudimos paliar un poco -no resolver- esas primeras necesidades. Tuvimos que pensar fuera de lo tradicional. Desde que comenzó la pandemia se destinaron 45 millones de dólares que fueron distribuidos en esos grupos que no tenÃan acceso a la ayuda federal por ser indocumentados.
Qué significa ser latino en Estados Unidos
Teniendo en cuenta ese rezago, ¿cuáles son los problemas más comunes de los latinos?
El gran problema que tenemos hoy desde el estado es el déficit presupuestario. Debemos tomar decisiones difÃciles para equilibrar el presupuesto y eso siempre lleva recortes. La población latina se ve afectada por el recorte del presupuesto y eso se refleja en menos horas de trabajo. Por ejemplo, la zona del Downtown siempre fue un motor económico de la ciudad alrededor del turismo y de las oficinas, pero eso cambió post pandemia.
La gran mayorÃa de los latinos trabaja en limpieza, mantenimiento, en construcción atendiendo a los niños, en restaurantes, bares y hoteles. Todo esto se recortó, en algunos casos hasta un 75% . Y los que se quedaron sufrieron el recorte. En vez de trabajar 40 horas, trabajan 20 horas. Eso ha afectado el privilegio de pocos, afectando a su vez el bienestar de muchos. Están sufriendo mucho para pagar sus cuentas a final de mes, muchos con varios empleos para alcanzar a cubrir los gastos.
Washington DC pareciera una ciudad progresista, por lo menos con respecto a la inmigracion y los programas que tienen.
Ninguna otra ciudad que yo conozca tiene el nivel de servicio para las personas indocumentadas. Vivir en Washington es un privilegio. Es una ciudad cara pero cuando haces la ecuación y ves el balance de los servicios que recibes, DC ofrece muchas oportunidades. Vale la pena vivir aquÃ. Entonces ahà es cuando entra nuestro trabajo y cobra mucho valor la accesibilidad. Porque las personas necesitan conocer los servicios y entender cómo funcionan para poder acceder a ellos. Nuestro foco hoy está puesto en eso, en trabajar para que las brechas se vayan reduciendo. Tenemos más de 120 programas de apoyo para la comunidad en áreas de salud, educación, formación para el empleo, vivienda, servicios legales, artes y humanidades.
La oficina depende directamente de la alcaldesa Bowser ¿qué mirada tiene ella de la población latina?
Tiene una polÃtica de inclusión de los inmigrantes muy interesante. Por ejemplo, acá en la ciudad se puede tener seguro médico sin importar el estatus migratorio. También acceder a la educación de niños y adultos o sacar licencia de conducir. Tenemos una gran cantidad de programas para jóvenes indocumentados, como Justicia para el Inmigrante, que brinda servicios legales migratorios gratuitos con dinero del gobierno. Empezó con 500 mil dólares y hoy cuenta con 3.5 millones para asistencia legal para inmigrantes. No sólo latinos sino todo tipo de inmigrantes que tenga la necesidad de usarlo.
"Somos el puente entre los latinos y los beneficios que otorga el Estado"
La alcaldesa es una lÃder que escucha, que sabe rectificar el camino cuando hay que hacerlo y actúa rápido. Cree mucho en el trabajo que nosotros hacemos. Es una mujer muy directa y siempre valora el trabajo de la Oficina de Asuntos Latinos conectando personas.
Desde hace un tiempo la ciudad también recibe micros que envÃan gobernadores desde el sur de los Estados Unidos, ¿cómo los afecta?
Hoy hay un fenómeno particular que se está dando que es el de los inmigrantes forzados. Muchos inmigrantes llegan acá, no porque lo decidieron, sino porque los suben a autobuses desde Texas y Arizona. Es un problema que está creciendo en la ciudad. Estamos llegando al lÃmite para atender las necesidades de la gente en términos de vivienda y de alojamiento temporal. Han llegado más de 16 mil personas. La mayorÃa de Venezuela, Colombia y Cuba. La migración no funciona asÃ, que te mandan a un sitio y te quedas allÃ. Muchos se van a ciudades donde tienen gente conocida o familiares. Sólo 400 familias se han quedado. Entonces, el problema que se generó es que tuvimos la necesidad de aumentar de manera repentina el número de profesores bilingües para atender a los niños que están en la escuela y esa necesidad no se puede resolver fácilmente. No hay tanto espacio para recibirlos. Sobre todo para los menores de tres años que no reciben educación obligatoria a esa edad.
Hace algunas semanas se aprobó en el Congreso el voto latino para las elecciones locales ¿qué significa eso para la población que ustedes representan?
La nueva ley votada en el Congreso cambia todo el panorama polÃtico de aquà de Washington D.C., de forma tal que cualquier persona que tenga 60 dÃas viviendo aquà podrÃa votar, independientemente de su estatus migratorio. Eso cambia el panorama polÃtico en DC porque los latinos constituimos el 13% de la población local. Hay que esperar para ver si le asignan presupuesto, que es la única manera de que la ley sea efectiva y se aplique, o que simplemente muera. Con este nuevo escenario, casi 50 mil personas mayores de 18 podrÃan votar. Esto cambia la ecuación del poder y la distribución de una forma que no se lo imaginan. No solo latinos, sino también otras comunidades importantes de acá: Etiope, Senegalesa, Vietnamita, Coreana. Esto obligarÃa a cualquier grupo polÃtico que quiera alcanzar posiciones de poder a sentarse en la mesa con los inmigrantes y tener conversaciones que de otra manera no se darÃan.
Mirando más a largo plazo ¿cuáles son los proyectos que considerás fundamentales para el futuro?
Le sugerà a la alcaldesa que inicie una polÃtica de cuidados infantiles universales. En la actualidad cualquier familia, independientemente de sus ingresos, necesita acceder a servicios de cuidado para sus niños si quiere trabajar. Si nosotros lográramos tener esto en la ciudad, nos pondrÃa a otro nivel. Hoy una familia tiene que pagar más de 2 mil dólares por niño por mes por una guarderÃa. Ese dinero podrÃan usarlo para otras cosas, invertirlo en el futuro, por ejemplo. Si logramos esto, serÃamos la primera ciudad en Estados Unidos en tenerlo de manera universal. SerÃa un logro histórico. MarcarÃamos el camino para las otras ciudades.
"En un tiempo no habÃa voz, pero ahora la mayorÃa de los que protestan son latinos"
También seguir trabajando en completar el proceso de accesibilidad. El acceso está allÃ, pero el desafÃo es la accesibilidad. Nosotros ayudamos a la gente para que puedan entender. Hay que aprender a vivir de una manera nueva y perder el miedo a la interacción con el gobierno, a solicitar servicios.
Tengo mucha libertad de poder crear cosas nuevas. Lo positivo es que la parte ejecutiva te permite tomar decisiones de polÃticas públicas sin mucho retraso. Acá se pueden hacer las cosas más rápido porque cualquier cosa es de aquà a la alcaldesa y de ahà a las agencias.
El gran desafÃo de este tiempo es avanzar con el proceso de recuperación de la ciudad. Mantener un nivel de crecimiento sin dejar gente atrás es muy complicado. Cuando estudiaba era fácil resolver problemas desde un caso de estudio, hoy mi trabajo se centra en los problemas reales. Detrás de cada problema hay una persona.
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