Entrevista
"La gran pregunta es si DeSantis tiene la fuerza suficiente para combatir a Trump"
En diálogo exclusivo con LPO, el politologo de la Universidad de Houston Eduardo Alemán analiza la carrera presidencial hacia 2024. La candidatura demócrata, la fortaleza relativa de Trump y el largo dominio republicano en Texas.

Eduardo Alemán es un politólogo argentino que conoce muy bien la política estadounidense. Profesor Asociado de Ciencia Política de la Universidad de Houston, Alemán se doctoró en Ciencia Políticas por la Universidad de California, Los Angeles, y su agenda de investigación se centra en el estudio del Congreso y las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. En diálogo exclusivo con LPO, analiza con detalle las dificultades de los republicanos y los democratas para dejar atrás la confrontación dominada por Joe Biden y Donald Trump. Además, explica porque los demócratas no ganan en Texas desde hace casi 30 años.

¿Por qué, a nivel nacional los candidatos republicanos, no tuvieron el resultado que esperaban en las elecciones de medio término?

Existen varias teorías. Yo soy parcial a la teoría que vincula el resultado de la elección con los candidatos que presentó el Partido Republicano. Después de todo, tenemos mucha experiencia respecto a cómo le va al partido del gobierno en las elecciones de medio término, y estos siempre pierden bancas. En general, también sabemos que cuando hay problemas económicos, la culpa los votantes se la tienden a dar al gobierno federal y el partido de gobierno sufre cuando tenemos una economía en problemas. Entonces todo indicaba que, si hubiese sido una elección normal, al partido republicano, en tanto partido opositor, le hubiese ido mejor de lo que le fue. Pero no fue así.

¿Qué es lo que ocurrió? ¿Qué fue diferente?

Lo diferente fue el tipo de candidatos, creo yo, que en muchos estados presentó el partido republicano y muchos de estos candidatos eran republicanos asociados con Trump. Su bandera para las elecciones fue simplemente su asociación con Trump. En un comienzo daba la impresión de que eso iba a ser favorable a los republicanos. Pero a medida que se fue acercando la elección nos empezamos a dar cuenta que no era así y que Trump se transformaba de algún modo en una liability. Empezamos a ver que Trump podría traerle costo a los candidatos. Y terminamos quizás de darnos cuenta de esto con las elecciones en Georgia, donde el Partido Republicano presentó un candidato muy malo y perdió la elección. Herschel Walker estuvo desde un comienzo elegido por Trump y perdió en un estado donde los republicanos ganaron en las elecciones a nivel estatal y donde en la primera vuelta el candidato al Senado recibió doscientos mil votos menos que el candidato republicano a gobernador. Así que, claramente muchos republicanos en el estado de Georgia no se atrevieron a votar por alguien elegido a dedo por Trump. Eso refleja un poco el contexto de lo que pasó en otros estados. Realmente el desempeño del partido republicano fue pobre, no competitivo, esperando que la sola asociación con Trump y ser republicano, le dieran el triunfo. En este sentido, el resultado de la elección pasada habla más de Trump que de Biden.

¿Dónde queda Trump después de esta derrota? ¿Y cómo entiende que se haya lanzado para presidente después de perder?

Él venía esperando el momento adecuado para lanzarse a la presidencia y era algo que se venía hablando hace meses. Antes de la elección, quiso anunciar su candidatura, pero decidió postergarla, esperando que las elecciones sean favorables a su partido para poder tomar algún crédito. Pero las cosas le salieron bastante mal. Sin embargo, como había anunciado que su postulación se iba a concretar en algún momento, después de las elecciones, pensó que si dejaba pasar más tiempo iba a ser peor. No fue un momento adecuado para él. La manera que fue recibida por los medios, inclusive medios que simpatizan con el partido Republicano, fue muy pobre. Un anuncio muy pobre, poco divulgado, criticado. Quizás sea interesante recalcar un tweet, que mandó en el día de la elección Paul Ryan que era el speaker de la Cámara del Partido Republicano, el cual en algún modo se confrontó con Trump en su momento y decidió no ir a la reelección. Ryan culpó a Trump por los pobres resultados electorales para y resaltó que la asociación con el presidente fue dañina para el partido: creo que esa es la conclusión a la que están llegando muchos candidatos republicanos.

A medida que se fue acercando la elección nos empezamos a dar cuenta de que Trump se transformaba de algún modo en una liability y podía traerle costo a los candidatos. Terminamos quizás de verlo cen Georgia, donde el elegido de Trump perdió en un Estado que reeligió al gobernador republicano. 

¿A quién ve asomar con un liderazgo dentro del Partido Republicano?

Es interesante. Si uno mira la opinión de aquellos individuos proclives a votar a los republicanos, Trump sigue en la delantera por lejos. Pero cuando uno pregunta a las elites del Partido Republicano, no es lo mismo. Muchos miran al gobernador DeSantis del Estado de Florida como un buen potencial candidato, alguien que tiene quizás la estatura para confrontar a Trump y ganarle en una elección interna. Pero va a ser difícil, porque acordémonos que Trump, cuando ganó sus elecciones internas, la primera vez que fue presentando su camino a la Casa Blanca no tenía el respaldo de ninguna de las elites del Partido Republicano, ni representantes, ni senadores y solo se unieron a él muy tarde, cuando parecía inevitable que iba a ganar. Entonces, no sé si esos problemas, van a llevarlo a repensar su candidatura. Creo que va a seguir adelante, y quien sea que se le enfrente en una elección interna la va a tener muy difícil. Pero hoy en día el candidato republicano que se ve con más chances de llevar adelante esa tarea es De Santis.

"If Republicans want to break with Trump, it is time to do it now"

¿Cree que este apoyo que tiene Trump de los votantes lo llevará de vuelta a ganar la nominación?

Debemos esperar a ver cómo se da el proceso de nominación y estas largas elecciones que se van desarrollando en Estados Unidos, que son bastante inusuales, en comparación con otros países, porque llevan bastante tiempo y se va de estado a estado. Esto hace que las apuestas vayan cambiando, y también los favoritos. Lo que yo aseguraría en este momento es que Trump va a ser candidato. La gran pregunta es si puede surgir alguien con suficiente fuerza para combatirlo. No solamente en términos de recolectar suficiente dinero para la campaña, que creo de De Santis podría lograrlo. Pero principalmente al Partido le gustaría ver otro candidato que monte una buena campaña. El problema sería, hasta qué punto va a poder convencer a los votantes, que el momento de Trump ya pasó. Y debemos de tener en cuenta a los independientes, que naturalmente hubieran votado por la oposición en una elección a medio término, pero se volcaron al partido del gobierno, a pesar de que el presidente Biden tiene una evaluación de los votantes muy baja y con una inflación altísima. Entonces, esto indica cómo los independientes ven al partido Republicano hoy. Creo que no lo ven como una alternativa potable, en parte por Trump.

¿Cómo ve el gobierno de Biden en los próximos años?

Bueno mejor de lo que pensábamos hasta hace un mes atrás. Creíamos que iban a ser dos cámaras republicanas, y que estas serían muy complicadas para Biden. No solamente porque no iba a poder presentar ninguna propuesta de ley, sino que se le iba a complicar en otros aspectos. Uno de ellos asociado con la composición del Poder Judicial, específicamente de los jueces federales. En los Estados Unidos, los decide el Senado solamente, entonces era un panorama muy complicado. Con la nueva conformación del Senado, el Partido Demócrata queda mejor parado que en los dos primeros años de la presidencia de Biden. El Senado en Estados Unidos hoy está 50 a 50 y eso implica que todas las comisiones tienen una misma cantidad de demócratas y republicanos. Entonces cuando votan cualquier decisión adentro de la Comisión, se convierte en un problema, ya que cuando no puede decidirse, van por el pleno. Y si en el plenario empatan, tienen que llamar a la vicepresidenta para que dirima el empate. Con la nueva conformación, el Senado va a funcionar 51 a 49. O sea, los Demócratas han logrado la mayoría y esto les va a facilitar mucho todo tipo de procedimiento interno respecto a despachar leyes y propuestas de la Comisión Federal. Pero quizás lo más importante es que los jueces federales van a poder ser aprobados. Este ha sido un problema para el Partido Demócrata, los republicanos han sido históricamente mucho más eficientes que los demócratas en el Senado y para cubrir estos puestos. Los demócratas tienen por delante dos años para tratar de designar jueces federales, cosa que hasta ahora se les estaba complicando.

Lo más importante para los demócratas en el Senado es que ahora los jueces federales van a poder ser aprobados. Los republicanos han sido históricamente mucho más eficientes para cubrir estos puestos.

En cuanto al House, una de sus atribuciones es iniciar Comisiones de Investigación por sí solos y esto es muy importante. Ahora que la Cámara Baja va a estar en manos del Partido Republicano, no hay dudas que van a usar esta atribución de investigar causas, como la de la famosa laptop de Hunter Biden. En términos puramente legislativos, es decir, pasar nuevas leyes, muy poco se va a poder hacer.

"La gran pregunta es si DeSantis tiene la fuerza suficiente para combatir a Trump"

Dentro del Partido Demócrata ¿quién resultó ganador?

Esa pregunta, sencilla de responder en la mayoría de las elecciones, en este caso es particularmente complicada. La elección de medio tiempo benefició al presidente. En otro contexto, diríamos que es una señal de respaldo para ir por la re-nominación y ser candidato nuevamente. Los problemas que encuentran los demócratas son dos. Uno, que su presidente no es tan popular, pero bueno, después de todo no le fue tan mal en la elección de medio término. El segundo, es que el presidente es de mayor edad, entonces se puede complicar su mandato. Esta discusión no solamente está dentro de la elite del partido demócrata, sino también en los medios y en la gente y entre los expertos, acerca si el presidente podrá encarar una campaña difícil y dura y unos debates muy fuertes y confrontativos. Y muchos no están tan seguros sobre si el presidente va a estar a la altura de eso. En las listas de candidatos potenciales para el partido demócrata, en la próxima elección, es el número uno. Hay otros como la vicepresidenta Kamala Harris, sin embargo, no tiene un gran apoyo entre la población. Sus evaluaciones no son favorables en términos de los votantes y tampoco es la favorita de las elites del Partido Demócrata. Su situación es un poco complicada, pero típicamente se la menciona entre los cuatro o cinco candidatos. Un tercer candidato es Peter Buttigieg, secretario de Transporte. Sus votos positivos serían mayores que los de la vicepresidenta, pero no hay ninguno que se destaque. También agregaría a la lista a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. A ella le fue muy bien en las últimas elecciones estatales, se la considera una mujer muy capaz y una política con gran futuro.

Biden es el número uno en la lista de candidatos  para la próxima elección, pero hay muchas dudas acerca de si podrá encarar una campaña dificil. Kamala no tiene un gran apoyo entre la población, sus evaluaciones no son favorables en términos de los votantes y tampoco es la favorita de las elites del Partido. 

¿Lo ve a Sanders intentándolo de vuelta?

Bueno, intentándolo, sí. La mayoría de la gente no lo considera viable porque tiene 81 años. Es mayor que Biden. Todo se le complicaría, por su avanzada edad. Pero tampoco hay un candidato que se destaque. Yo creo que tiene menos chance que otros. Pero también habría mucha gente que lo votaría.

Vayamos a la elección de Texas ¿Por qué Beto no puede ganar?

Bueno, Beto O' Rourke no puede ganar Texas porque los demócratas no pueden ganar. No hay ningún demócrata que haya ganado una elección para un puesto estatal desde 1994. Uno podría discutir ciertas características de Beto, que le impiden ser el candidato ideal para gobernador. Podemos hablar de lo que pasó en la última elección, pero diría que en general, es un estado difícil para el partido demócrata. Por algo no ganan desde hace casi 30 años. La situación a futuro de O'Rourke es complicada. Es un candidato a senador que no tuvo mucha atracción cuando fue candidato a presidente. Y ahora fue candidato a gobernador y perdió por más de 10 puntos. Yo creo que en Texas su futuro no es bueno a no ser que por supuesto sea por ejemplo candidato a la Cámara Baja de Representantes en un distrito específico. Quizás ahí tendría chances. Pero si no, no lo veo con futuro dentro de Texas y además demasiado a la izquierda para el votante medio texano. Cuando fue candidato a presidente, tomó ciertas posiciones que quizás a nivel nacional, para el partido demócrata, eran estratégicamente correctas. Cuando volvió a Texas, a ser candidato a gobernador y la prensa repetía cada dos por tres sus comentarios, por ejemplo, acerca de la tenencia de armas. Estas cosas lo hacen un candidato no demasiado atractivo para el votante medio de Texas.

"Being Latino and being a Democrat in Texas does not mean being progressive"

¿Por qué a los demócratas más moderados, como por ejemplo los demócratas del Valle de Río Grande, les cuesta tanto ganar la nominación frente a un candidato más liberal como Beto?

Si uno va para atrás también y mira los distintos candidatos a gobernador de Texas en las elecciones anteriores, no fue muy diferente, estaban todos más a la izquierda. Fueron candidatos que, para el texano promedio, e inclusive dentro del partido demócrata de Texas eran progresistas. Eso resulta problemático a la hora de atraer a ciertos votantes. Hay un Texas muy urbano, donde los demócratas son particularmente progresistas. Inclusive diría el votante demócrata. Esta Texas urbana es Harris County (el condado donde está la ciudad de Houston), Austin, y digamos las zonas urbanas de Texas. Ese votante es diferente al demócrata de los suburbios y diferente del votante demócrata del borde con la zona fronteriza, y es diferente que el votante demócrata de las zonas rurales, que tiende a ser mucho menor porque ahí domina el partido republicano. Entonces es difícil para cualquier candidato resultar atractivo para estos diferentes grupos. Los candidatos más moderados del Partido Demócrata de Texas han tenido mucha dificultad en encontrar un candidato que tenga las cualidades que tenía y tiene Beto. Él es atractivo como candidato, en su manera de hablar, como se comunica, tiene energía para viajar a todos los condados de Texas y crear lazos. Pero si hubiese sido un candidato más moderado, sin un pasado que lo lleva a cuestas... A Beto se le hace muy difícil ganar nuevos votantes y atraer a los moderados.

Los distintos candidatos a gobernador de Texas en las elecciones anteriores estaban a la izquierda. Fueron candidatos que, para el texano promedio, e inclusive dentro del Partido Demócrata de Texas eran progresistas. Eso resulta problemático a la hora de atraer votantes.  

También es un candidato que genera algo y puede aumentar la participación electoral. Beto tiene ese efecto en los jóvenes.

Sin duda Beto es muy carismático. Por lo tanto, el desafío del Partido Demócrata es encontrar a alguien con el mismo carisma de Beto pero que tenga alcance a otro tipo de votantes, que no son los urbanos ni los universitarios.

¿Se lo puede comparar con Trump en ese sentido: un candidato muy apoyado dentro de los votantes de su partido al que le cuesta conseguir al votante moderado?

Cuando uno piensa en Trump, a él le fue muy bien en su primera elección. Y no le fue tan mal en la segunda: perdió por pocos votos. Entonces te diría que no. A Beto le fue mal electoralmente y a Trump, no diría que le fue tan mal. Perdió por relativamente muy poco. Unos votos que se dieron vuelta.

En el condado de Harris ganó la jueza Lina Hidalgo, pese a que muchas encuestadoras anticipaban la victoria de Alexandria del Moral Mealer. ¿Cómo interpreta ese resultado? 

No estoy tan seguro. Cuando ella fue electa por primera vez, hubo una ola demócrata, que la llevó a todos los puestos en el condado de Harris. Fue una elección rara, donde ella ganó al oficialismo y fue una sorpresa para muchos. Yo creo que no era muy conocida en Harris County. En esa elección la favorecieron las circunstancias. Ahora en esta elección de medio término se suponía que el voto demócrata iba a decrecer y gente recientemente asociada a ella había quedado envuelta en acusaciones de corrupción. Eso creó un contexto desfavorable para ella que los republicanos trataron de aprovechar. Sin embargo, ganó, ganó por muy poco. Le fue peor que a Beto O'Rourke en Harris County. Ella ganó por alrededor de dos puntos y Beto ganó por más de nueve puntos. Eso demuestra que estuvo muy cerca de perder. En parte por las complicaciones, durante sus cuatro años y además por la buena campaña de la oposición para sacarla como jueza. Harris County es un condado demócrata, y a los demócratas generalmente les va bien.

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