Después de largos meses de coquetear con la idea y mientras mantiene su rivalidad con el gobernador de Florida, Francis Suárez definirá su anticipada candidatura para competir en la interna republicana para las presidenciales del 2024. De hecho, el alcalde de Miami tiene previsto anunciarlo el próximo jueves: "Voy a hacer un gran discurso en la Biblioteca Reagan, y creo que los estadounidenses deberían sintonizarlo", anticipó para generar expectativa.

Su discurso, que se enmarca en un ciclo de conferencias de políticos conservadores titulado "Tiempo de elegir", sería el puntapié inicial de un campaña que luce altamente desventajosa contra sus dos principales rivales, Donald Trump y Ron DeSantis. 

El 80% de los republicanos defiende a Trump y piensa que tiene que ser candidato incluso si es procesado

Pero Suárez toma envión logístico y económico. El Miami Herald informó la semana pasada que el alcalde ya estaba recaudando fondos a través de un súper PAC federal. Y que cinco empleados del municipio del alcalde se habían tomado licencia, con un ojo puesto en la inminente postulación de Suárez.

La duda en torno a su candidatura es si tiene perspectivas de concretarse o si se trata de un lance para ganar visibilidad nacional. Cualquiera de los dos caminos podría ser beneficioso para Suárez.

"Tiene un nombre ganado en Miami. No es un conservador rabioso y trajo ideas innovadoras, como la de los bitcoins. Esas pueden ser sus ventajas", señaló ante LPO el profesor de la Universidad Internacional de Florida Eduardo Gamarra, experto en Relaciones Internacionales y Director del Foro de Opinión Pública Latina.

Licenciado en Finanzas y más tarde Doctorado, el alcalde convirtió a Miami en un centro de promoción tecnológica y de uso amigable de las criptomonedas. La otra jactancia de Suárez es que Miami acaba de registrar la tasa de homicidios per cápita más baja en casi 60 años.

Pero hay muchas dudas respecto a si un joven alcalde de una ciudad con 450 mil habitantes tiene el respaldo político para pelearle cara a cara a otros políticos mucho más experimentados. 

Otro desenlace posible para el alcalde de Miami es que, tras cotizarse a nivel nacional, termine siendo el compañero de fórmula de Donald Trump. Lo sugirió una histórica asesora del ex presidente como es Kellyanne Conway

Gamarra enumera las dificultades que enfrentará el lanzamiento del alcalde, empezando por un problema básico para cualquier aspirante al poder nacional. Suárez es un político casi desconocido fuera de su ciudad. "No es muy popular ni siquiera en Florida, ni hablar a nivel del país. Eso también afectará su capacidad de recaudación. Además arrastra un escándalo político perjudicial. Existe la percepción de que al menos protagonizó un conflicto de interés. Por eso no le veo demasiado potencial para llegar a ser candidato", advirtió el profesor y analista.

Suárez fue recomendando para ser el vice de Donald Trump

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¿A qué escándalo se refiere? A la denuncia de que Suárez recibió recientemente un pago de $170.000 para facilitar una rezonificación inmobiliaria en Miami. En su entorno lo negaron de plano.

Otro desenlace posible para el alcalde es que, tras cotizarse a nivel nacional, termine siendo el compañero de fórmula de Donald Trump. Lo sugirió una histórica asesora del ex presidente como es Kellyanne Conway.  Ante el sitio Político, contó que ella misma le había sugerido a Trump el nombre del alcalde, quien asumió en 2017 y fue reelecto en 2021 con el 78% de los votos.

Conway incluso guió a Suárez en una gira mediática por Washington. "No fui tímida en decirle a Trump que Suárez debería estar en la lista corta para vicepresidente en caso de que él sea el candidato", reveló la consejera del ex mandatario.

Hubo ciertos gestos del alcalde de Miami para el ex presidente tras algunas críticas pasadas. Suárez ahora empezó a reivindicar la gestión de Trump, elogiando el endurecimiento del ex presidente ante los gobiernos de Cuba y Venezuela. 

"Hay una percepción errónea de que a los hispanos solo les importa la inmigración. Eso no es cierto. Los hispanos se preocupan por los valores familiares. Son muy pro estadounidenses. Yo soy muy pro estadounidense. Mis padres vinieron a este país sin nada. Nací aquí en Coconut Grove. Por eso sentimos una sensación de gratitud y de deuda con este país. Mi abuelo fue preso político con Fidel Castro y su hermano murió en una cárcel cubana. Así que vemos los horrores de estos sistemas autoritarios que esclavizan a las personas y las privan de su capacidad de tener un futuro próspero", evocó en una entrevista reciente.

Pero la chance de que Suárez sea el candidato a vice de Trump enfrenta otra dificultad. El ex presidente parece electoralmente arrollador en Florida, incluso por encima del gobernador DeSantis. Así, el aporte de Suárez sería casi redundante en una posible fórmula. Porque los cubanos de Miami apoyan a Trump de antemano. Jaqueado judicialmente, el magnate no necesita ayuda para conseguir ese voto.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis

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El intento de saltar a nivel nacional por parte de Suárez, más allá del resultado final, acrecentará su rivalidad con el gobernador DeSantis. Ambos no se hablan hace mucho tiempo y fue el alcalde quien en el último tiempo habló públicamente sobre esos cortocircuitos. 

Suárez no es muy popular ni siquiera en Florida, ni hablar a nivel del país. Eso también afectará su capacidad de recaudación. Además arrastra un escándalo político perjudicial. Por eso no le veo demasiado potencial para llegar a ser candidato

Por un lado, Suárez es moderado en comparación con DeSantis y se muestra más pragmático que ideológico en su gestión. La diferencia entre los dos republicanos que sueñan con acceder a la Casa Blanca abarca desde la política respecto a los migrantes a la pulseada con Disney World y la cercanía con Trump.

"DeSantis tiene problemas para relacionarse", lo chicaneó Suárez en abril. Después sugirió que el endurecimiento migratorio de Florida tiene un componente demagógico y agregó que la pulseada entre el gobernador y Disney "parece surgida del despecho o de una vendetta personal que al Estado le costó 2.000 empleos". 

Por si fuera poco, Suárez admitió que en 2018 votó por el rival electoral de DeSantis, el demócrata Andrew Gillum, aunque aclaró que el año pasado sí apoyó la reelección del gobernador republicano.