DÃa a dÃa, los resultados de Donald Trump en las elecciones de medio término siguen generando consecuencias polÃticas. Obligado por la expectativa que él mismo habÃa generado, el ex presidente lanzó su candidatura hace dos semanas en forma prematura, pero los republicanos parecen haberle perdido el respeto. Los dirigentes que hasta hace un mes preferÃan no anticipar sus pasos y mantenerse leales a su liderazgo ahora se animan a desafiarlo. La última en hacerlo fue Nikki Haley, una mujer fuerte del Partido Republicano, que fue gobernadora de Carolina del Sur durante seis años y funcionaria del propio Trump durante dos años.
La ex embajadora ante la ONU sorprendió en las últimas horas con una declaración que cambia por completo su perspectiva de hace algunos meses. Dijo que aprovecharÃa el feriado de Navidad para reflexionar sobre una posible candidatura presidencial de 2024.
"Estamos aprovechando las vacaciones para ver cuál es la situación", dijo la ex gobernadora durante un acto en la Universidad de Clemson, patrocinado por Turning Point USA. "Si decidimos participar, pondremos el 1000% y lo terminaremos", agregó.
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El giro de Haley marca un cambio fundamental con respecto a la postura que expresó el año pasado, cuando aseguró que no participarÃa en la contienda presidencial de 2024 si Trump decidÃa volver a competir.
En cambio, los analistas advierten que los dichos de Haley profundizan la lÃnea que habÃa anticipado en la reunión de la Coalición JudÃa Republicana de la semana pasada en Las Vegas, donde estuvo entre los 10 aspirantes republicanos potenciales a la Casa Blanca.
"Nunca he perdido una elección y no voy a comenzar ahora", dijo Haley, en una lÃnea que repitió el martes en Clemson, una universidad históricamente negra en su estado natal. El nuevo tono de la ex gobernadora contrasta fuertemente con lo que habÃa dicho en abril de 2021, cuando respondió "sÃ" ante la pregunta de si se le preguntó si apoyarÃa una futura campaña presidencial de Trump. En esa oportunidad, Haley también señaló que no buscarÃa la nominación de su partido si Trump también se presentara.
"No me postularÃa si el presidente Trump se postulara, y hablarÃa con él al respecto", dijo Haley entonces ante la consulta de The Associated Press. "Eso es algo sobre lo que tendremos una conversación en algúnni momento, si esa decisión es algo que debe tomarse", aseguró, en una clara demostración de que todavÃa consideraba a Trump como jefe y lÃder del partido.
Desde que renunció al cargo de embajadora, el nombre de Haley apareció siempre en la danza de eventuales candidatos a suceder a Trump. Se especulaba con una posible candidatura para un cargo más alto, incluido regresar a Carolina del Sur o lanzar un comité de acción polÃtica.
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Todo el discurso de Haley en Clemson pareció apuntar a la necesidad de una renovación dentro del partido, que permita la unidad que hoy no existe en el GOP. "¿Qué hicieron los republicanos? Lucharon entre sà y contra los demócratas. Entonces, cuando tienes ese tipo de caos, ¿qué le dijo eso al pueblo estadounidense? Eso le dijo al pueblo estadounidense que no estábamos unidos. Pero más que eso, el pueblo estadounidense no quiere un partido que sea un caos".
De cara a las elecciones de 2024, Haley dijo que el partido necesita "mirarse en el espejo y darse cuenta de que tenemos trabajo por hacer, y tenemos que hacer un examen de conciencia".
El nombre de la ex gobernadora se suma al de otros republicanos que, tras los resultados desfavorables para Trump en los comicios del 8 de noviembre, ahora se muestran dispuestos a competir por la presidencia. En la lista figura en primer lugar el gobernador Ron DeSantis, aunque no es el único. El ex vicepresidente Mike Pence, el exsecretario de Estado Mike Pompeo y ahora Haley parecen decididos hoy más que nunca a pelear por el liderazgo opositor.
Es la segunda vez que Haley contradice a Trump desde que abandonó el poder. La primera vez fue tras el ataque al Capitolio, cuando afirmó que Trump habÃa estado "muy equivocado" al avivar a la multitud antes de los disturbios y que sus "acciones desde el dÃa de las elecciones serán juzgadas con dureza por la historia".
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