Obligado, finalmente cedió. Steve Bannon puede provocar un hecho de enorme resonancia el martes próximo, cuando se presente ante el Comité que investiga el ataque al Capitolio. El asesor de ultraderecha de Donald Trump llevaba meses negándose a prestar declaración en el Congreso hasta que, durante el fin de semana, sorprendió a todos.
Con modos desafiantes y una palabra que tiene gran repercusión entre los seguidores del ex presidente a través de su podcast "War Room", Bannon fue hasta hace unos dÃas uno de los principales detractores del Comité. Se cansó de advertir que no iba a prestarse a lo que considera una farsa de investigación llevada adelante por los demócratas.
Sin embargo, algo pasó en los últimos dÃas, en coincidencia con al menos dos movimientos. En primer lugar, el giro de Bannon se produce después de que Trump abandonara su reclamo de privilegio ejecutivo sobre su testimonio y allanara asà el camino para que el ex estratega jefe de la Casa Blanca hable ante el comité. La decisión de Trump, que habilita a Bannon para declarar, se produjo apenas unos dÃas antes de que se inicie, el 18 de julio próximo, un juicio penal en su contra por desacato, precisamente por desoÃr la citación del Comité.
Hasta hace apenas unos dÃas, el ex asesor de Trump alegaba "inmunidad" absoluta ante las citaciones del Congreso debido a que, según repetÃa, su papel formal en la Casa Blanca habÃa finalizado en 2017. No era más que un argumento formal porque, durante los dÃas previos al ataque al Capitolio, Bannon fue uno de los grandes agitadores que convocó a la multitud a salir a las calles para desconocer el triunfo electoral de Joe Biden.
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En noviembre pasado, el Departamento de Justicia acusó a Bannon de dos cargos de desacato criminal por desafiar al comité selecto: uno de los cargos se refiere a su rechazo a testificar, y el otro a su negativa a proporcionar documentos.
La oferta de Bannon llegó menos de 10 dÃas antes de que comenzara su juicio por desacato, el martes 18. Este el lunes, el asesor de ultraderecha recibió una mala noticia: el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos Carl J. Nichols se negó a suspender el juicio en su contra: "No veo ninguna razón para prolongar este caso", dijo el magistrado.
Según publicó The Washington Post, dos noches antes de que los partidarios de Trump marcharan hacia el Capitolio, Bannon estaba trabajando para sacar de la cárcel a Enrique Tarrio, el jefe del grupo de extrema derecha Proud Boys. Tarrio habÃa sido arrestado esa noche por quemar una pancarta de Black Lives Matter. A la mañana siguiente, en su podcast War Room, admitió su relación con el lÃder de ultraderecha: "Hicimos llamadas anoche tratando de pagar la fianza del tipo. Simplemente no es aceptable", dijo.
Se trata apenas de uno de los hechos que Bannon deberÃa aclarar cuando se presente a declarar. Los miembros del comité lo ven como una figura clave porque creen que sus podcasts contribuyeron a radicalizar a algunos de los partidarios del ex presidente y tienen pruebas de que Bannon habló repetidamente con Trump y sus asesores en los dÃas previos al 6 de enero.
Su postura es contradictoria, como casi siempre. Asà como Bannon ha negado desde el primer momento su responsabilidad por el ataque al Capitolio, se considera a sà mismo un gran ideólogo de la lucha para anular las elecciones. A partir de su podcast convocó a la multitud para que se sumará al acto "Stop the Steal" en Washington y, con una llamada telefónica, instó a Trump para que regresará desde su retiro en La Florida el 30 de diciembre de 2020. El propio Bannon admitió haberle dicho a Trump que debÃa presionar al vicepresidente Mike Pence para que rechazara los votos del colegio electoral el 6 de enero.
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Aquel podcast de Bannon se eliminó de YouTube después de los disturbios, pero todavÃa está disponible en la plataforma de Apple y tiene más de 200 millones de descargas totales.
En los dÃas previos al 6 de enero, Bannon potenció como nunca su rol de agitador desde su podcast. "Esto llega al corazón: vas a leer la historia romana, esto es como la caÃda de la república, cierto, y se convirtió en un imperio totalitario o autoritario", dijo el 2 de enero. "Estamos en ese momento. Eso es lo que es esta semana". El dÃa antes de la movilización que terminó en ataque, Bannon declaró: "Mañana se desatará el infierno" y en la mañana del 6 de enero, se mostró fascinado maravilló por la multitud en la calle y le dijo a los manifestantes que estaban en el "punto de ataque" y la "cúspide de la victoria".
Provocador y amante del show, Bannon pretende brindar su testimonio en vivo para la televisión, algo que el comité en principio no aceptarÃa porque hasta hoy las audiencias no cuentan con testigos en vivo alineados con Trump. Si decide finalmente declarar y no hacer valer el derecho de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación -como lo han hecho el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn y el exfuncionario del Departamento de Justicia Jeffrey Clarlk- la palabra de Bannon podrÃa beneficiar a Trump o convertirse en una trampa para el ex presidente.
A pesar de haber sido socios polÃticos durante mucho tiempo, Trump ha mantenido a distancia a su ex asesor de ultraderecha. Aunque el contacto no se interrumpió por completo y Trump suele consultar a colaboradores de Bannon, nadie puede saber cómo va a terminar su declaración.
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