En California las autoridades del orden formaron una nueva agrupación especializada contra el tráfico de fentanilo. El grupo incluye a la DEA, el FBI, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Investigaciones Criminales de la Marina (SNIC), Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la fiscalía federal y varios departamentos de policía, entre otros.

La noticia de la formación del nuevo Equipo de Reducción y Eliminación del Fentanilo, cuyas siglas -FAST- se traducen en la palabra inglesa "rápido", surgió porque la agrupación presentó su primer caso ante una Corte.

Una investigación de ese equipo llevó al arresto del estadunidense James Bradford en el condado de San Diego. El hombre enfrenta está acusado por distribuir fentanilo en un caso que condujo a la muerte por sobredosis de una persona cuya identidad no fue revelada, posiblemente por tratarse de una víctima que era menor de edad.

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El documento de la Corte dice que la policía de una de las ciudades del condado de San Diego, en la frontera con México, encontró el 12 de octubre el cadáver de la víctima en su casa y ese mismo día al seguir las pesquisas identificó al acusado como la persona que vendió la droga.

De acuerdo con la DEA, la misión de FAST es identificar e interrumpir en la zona fronteriza las redes de distribución que son responsables tanto de sobredosis fatales como de las no fatales. Desde que Joe Biden asumió la presidencia, la agencia está dirigida por Anne Milgram, la ex fiscal general del estado de Nueva Jersey que fue profesora en la escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York.

La agrupación FAST apoyará y proporcionará recursos adicionales para aprovechar el trabajo del Equipo de Respuesta a Sobredosis de la DEA (antes conocido como Equipo 10) para garantizar que los traficantes de fentanilo más importantes y aquellos que venden dosis mortales sean procesados, según agregó la agencia.

El fentanilo es una droga increíblemente peligrosa, que no veíamos hace diez años y que es increíblemente potente incluso en cantidades muy pequeñas.

Luego de la presentación de cargos para el estadounidense, quien enfrenta 20 años de prisión, los líderes de las corporaciones del orden hablaron sobre el grupo y su creación. "La formación de FAST es un paso importante para atacar lo que genera nuestro número inaceptable de sobredosis fatales de fentanilo", declaró el fiscal federal Randy Grossman.

El fiscal Randy Grossman.

APGregory Bull

Según la Administración para el Control de Drogas (DEA), San Diego es la capital del tráfico de fentanilo a Estados Unidos. El director regional de HSI San Diego, Chad Plantz, señaló que las muertes por sobredosis de opioides se están volviendo demasiado comunes. "Debemos abordar este problema desde la raíz utilizando todas nuestras herramientas de aplicación de la ley como un equipo unido", afirmó.

Por su parte, la fiscal de distrito en San Diego, Summer Stephan, consideró que la creación de FAST lleva la colaboración entre las fuerzas "a un nuevo nivel" en la lucha contra el fentanilo.

De acuerdo con la procuradora que dirige a las fuerzas en 18 ciudades, el equipo de FAST aprovechará el poder conjunto de todas las agencias involucradas, para sacar a los proveedores de fentanilo del negocio y responsabilizarlos por la destrucción que están causando a las familias en nuestra región en California. Finalmente, el director del FBI en San Diego, Stacey Moy, aseguró: "eliminar al fentanilo de nuestras comunidades y de quienes lo distribuyen es nuestra principal prioridad".

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"El fentanilo es una droga increíblemente peligrosa, que no veíamos hace diez años y que es increíblemente potente incluso en cantidades muy pequeñas'', dijo Anne Maricich, directora interina de operaciones de campo de CBP.

El mayor problema para interceptar el tráfico es que, a diferencia de otras drogas, que requieren transportar volúmenes en vehículos, el fentanilo puede recurrir a paquetes pequeños, más manejables. 

El fentanilo, un opioide que se fabrica artificialmente, es 50 veces más potente que la heroína y hasta cien veces más potente que la morfina. Tan solo dos miligramos, un volumen similar a la cabeza de un alfiler, es para muchas personas una sobredosis, la mayoría de las veces fatal.

El mayor problema que enfrentan las autoridades para interceptar el tráfico es que, a diferencia de otras drogas, que requieren transportar volúmenes en vehículos, el fentanilo puede recurrir a paquetes pequeños, más manejables. Un kilogramo de fentanilo equivaldría a entre 500 y mil dosis, pero para muchas personas pueden ser cantidades fatales.

Para colmo, las autoridades han declarado que, para hacer más potentes y adictivas otras drogas, ahora los traficantes tienden a mezclarlas con fentanilo.