
El potencial de estimular el crecimiento económico de la industria del cannabis supone que se van a crear más de un cuarto de millón de puestos de trabajo para 2025 en Estados Unidos. Según datos del principal investigador de cannabis, Brightfield Group, la industria alcanzará más de 31,8 mil millones de dólares en ventas anuales a fines de 2023 y llegará a los 50,7 mil millones en 2028.
Pese a que Joe Biden decidió indultar a las personas condenadas por posesión de marihuana y ordenar a su administración que revise cómo se clasifica la marihuana, según la ley federal de los Estados Unidos el uso y la posesión de marihuana siguen siendo ilegales.
Con un número creciente de estados que autorizan el uso de la marihuana, el público sigue favoreciendo ampliamente la legalización de la droga con fines médicos y recreativos. Ante este escenario se ha creado el Consejo Nacional Hispano de Cannabis. La nueva organización sin fines de lucro tiene como objetivo promover la participación y el liderazgo en la industria legal del cannabis por parte de los hispanos al mismo tiempo que aborda la subrepresentación de la comunidad en el sector.
Con impulso de Adams, la industria del cannabis vive un boom inédito en Nueva York
Un ejemplo de iniciativa pionera en el mundo del cannabis es la del infante de marina retirado Osbert Orduña, quien dirige el primer servicio de entrega de cannabis a domicilio con licencia del área metropolitana de Nueva York, desde una pequeña base en Queens.
Orduña tiene 48 años, es hijo de colombianos y se ha convertido en el primer veterano discapacitado en abrir un negocio de venta de marihuana aprobado por el estado con su firma recién creada, The Cannabis Place. En diálogo exclusivo con LPO, Orduña relata los retos de un proyecto que combina técnicas pioneras de vigilancia con una fórmula de negocio pensada en los salarios justos de los trabajadores.
¿Cómo pusiste en marcha este negocio?
La idea detrás de este proyecto viene del hecho de ser veterano de guerra y haber servido en Iraq como marine. A muchos de los veteranos al regresar por su dolor crónico y estrés post traumático les daban productos farmacéuticos que contribuyen a la crisis de opiáceos. Otras veces para manejar ese dolor han recurrido a sustancias ilÃcitas. Tengo muchos amigos que se quitaron la vida a causa de ese estrés post traumático y la burocracia del sistema no les ayudaba a encontrar remedios. En 2015, al llegar el cannabis medicinal a Nueva York, tuve la idea de negocio, para combatir a una industria de operadores multiestatales o corporaciones transnacionales.
Nosotros somos un negocio familiar sin el apoyo de Wall Street. Ahora queremos lanzar este negocio abriendo un dispensario y buscamos la licencia, convirtiéndonos en uno de los 12 operadores en Nueva York, dando servicios de delivery con más de 20 millones potenciales y ahora vamos a abrir una tienda fÃsica.
Tu experiencia militar juega un papel importante en el modelo de negocio.
En la marina usábamos una tecnologÃa que he intentado implementar en Cannabis Place. Tenemos control por GPS en tiempo real, plataforma de comunicación de última generación, sabemos dónde está cada vehÃculo en cada instante y garantizamos la seguridad de las operaciones. Los vehÃculos no tienen logos para no llamar la atención y tienen vigilancia 360 grados.
¿Por qué la legalización del cannabis beneficia a los hispanos?
Nueva York es la capital empresarial de América y, cuando ves sus ideas progresivas en relación al cannabis, es importante el componente de equidad social. La legalización del cannabis repercute en las comunidades que estaban desproporcionadamente impactadas. Antes, el arresto por posesión de cannabis afectaba de una forma diferencial en ciertos barrios. Yo mismo vivÃa en viviendas públicas aquà en Nueva York y me detuvieron por primera vez cuando tenÃa 13 años. Luego continuó sucediendo con las polÃticas de stop and frisk más de 100 veces. Eso era parte del procedimiento de la policÃa entonces. Nuestras comunidades representaban daños colaterales y pese a que buscaban a ciertas personas, los latinos y afroamericanos en general sufrimos las consecuencias. Ahora Nueva York hace lo correcto al colocarnos al frente del beneficio de esta legalización. Estas personas que solÃan sufrir la persecución deben estar al frente de esta industria y no las grandes corporaciones.
Una de las grandes virtudes de Estados Unidos es que se trata de un paÃs de inmigrantes. Mi abuelo era una persona sin estudios y, tan solo dos generaciones después, su nieto está al frente de un negocio que potencialmente será uno de los grandes contribuyentes de la economÃa de Nueva York y de los impuestos. A través del cannabis, algo tan tradicionalmente estigmatizado, tanto en USA como en el mundo latino. Y el cÃrculo ahora ha cambiado y es visto como algo medicinal y recreacional. Colombia y otros paÃses de América latina buscan la legalización. Y aquà en Estados Unidos en 38 estados, tienen el cannabis legalizado, casi la mitad del paÃs. Es hora que todos lo legalicen y que el gobierno federal haga lo correcto también.
¿Cómo contemplas los derechos de los trabajadores?
Los negocios de cannabis acaban siendo como Amazon o Starbucks, donde los empleados tienen que luchar por sus derechos. Nosotros hemos nacido con el acuerdo de paz laboral y hemos ido un paso más al creer en los derechos de los trabajadores y los salarios dignos, nuestras operaciones van a ser en modo de tienda sindical.
Te has enfrentado al Senador Joseph P. Addabbo, ¿cual es el problema?
No es realista el abordaje del senador estatal Joseph Addabbo, quien votó contra el cannabis en Albany. En una reunión comunitaria se dedicó a cuestionarnos sin contemplar los beneficios para la comunidad y los puestos de trabajo. Sobre todo, no distingue los negocios sin licencia de los que como el nuestro si la tienen. A los consumidores hay que proporcionarles productos regularizados.
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