Texas representa la última gran frontera para la industria del juego en los Estados Unidos. Históricamente, la prohibición constitucional del estado sobre los juegos de casino ha demostrado ser un obstáculo demasiado alto para que el lobby de los juegos de casino lo supere. Sin embargo, las condiciones han cambiado en los últimos años debido a una agresiva campaña de lobby encabezada por Las Vegas Sands Corporation, combinada con un alto grado de unidad entre las fuerzas pro-casino en Texas, que a menudo se han dividido en el pasado. Así, 2023 podría ser el año en que los juegos de casino finalmente lleguen a Texas.

Hoy en día, las principales formas de apuestas legales en Texas incluyen la Lotería de Texas, el bingo benéfico, las carreras de caballos y galgos en un número limitado de hipódromos y tres pequeños casinos que ofrecen bingo electrónico en tierras tribales. Sin embargo, la legislación está siendo debatida en la Legislatura del Estado de Texas, cuya sesión regular bienal se extiende desde enero hasta finales de mayo y, de aprobarse, alteraría profundamente el panorama de los juegos de casino en Texas. El republicano de Fort Worth Charlie Geren (HJR 97) presentó proyectos de ley en la Cámara de Representantes de Texas y la demócrata de Houston Carol Alvarado (SJR 17) en el Senado de Texas, que si bien no son idénticos, comparten muchos componentes comunes.

Ambos proyectos de ley crearían una cantidad limitada de resorts de casino de destino en Texas de tamaño y cantidad variable, con dos casinos de destino masivos en los tres mercados más grandes -Dallas-Fort Worth, Houston, San Antonio- y casinos individuales en los mercados más pequeños de Austin, Corpus Christi y el Valle del Río Grande. Esto se sumaría a los tres casinos tribales del estado en el este de Texas, Eagle Pass y El Paso, a los que se les permitiría convertirse en casinos a gran escala, similares a los que estarían en funcionamiento en otras partes del estado.

Tres veces los latinos

Las Vegas Sands y sus propietarios han estado muy activos durante los últimos años contribuyendo con dinero a los políticos de Texas y contratando un ejército de decenas de cabilderos para esta sesión legislativa. Las Vegas Sands y sus propietarios han contribuido en los últimos dos años con $1.7 millones de dólares al gobernador Abbott y con $325,000 al presidente de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, y $225,000 al vicegobernador de Texas, Dan Patrick.

Las Vegas Sands también ha contribuido dinero en cantidades que generalmente van desde $6,000 a $30,000 a 126 de los 150 representantes actualmente en la Cámara de Representantes de Texas ya 26 de los 31 senadores actualmente en el Senado de Texas. Tilman Fertitta, el propietario multimillonario con sede en Houston de los casinos Golden Nugget y del imperio hotelero de Landry, también ha estado promoviendo activamente los juegos de casino junto con docenas de otras compañías y grupos.

Las Vegas Sands y sus propietarios han contribuido en los últimos dos años con $1.7 millones de dólares al gobernador Abbott y con $325,000 al presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan.

Una encuesta reciente de la Escuela Hobby de Asuntos Públicos de la Universidad de Houston encontró que el 75 % de los tejanos apoya esta legislación de juegos de casino. Lo hacen el 80 % de los demócratas y el 72 % de los republicanos junto con el 83 % de los negros, el 77 % de los latinos y el 73 % de los anglosajones.

Por primera vez en la historia moderna de Texas, el gobernador Greg Abbot y el Portavoz de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, han apoyado públicamente la legislación sobre juegos de casino, específicamente la contenida en los proyectos de ley presentados por Alvarado y Geren que daría prioridad a los casinos de destino y no daría lugar a decenas de pequeños casinos o máquinas tragamonedas en cada tienda de la esquina y gasolinera.

Para que el proyecto de ley de Geren o Alvarado sea aprobado como enmienda constitucional, debe recibir una gran mayoría, al menos dos tercios de los votos, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de Texas. Si lo hace, entonces aparecerá en una boleta electoral estatal como una enmienda constitucional en noviembre, donde solo necesita una mayoría de votos para ser aprobada, y las encuestas indican que fácilmente ganaría una mayoría.

Mientras Trump esté vivo

El principal obstáculo para la aprobación de los juegos de casino este año es el vicegobernador Dan Patrick, quien ejerce un control de hierro sobre el Senado de Texas. Patrick tradicionalmente se ha opuesto a los juegos de casino, creyendo que los beneficios económicos proporcionados por los casinos a menudo son superados por los costos sociales negativos causados por la adicción al juego y el juego excesivo, como la bancarrota personal, el abuso infantil, el abuso conyugal, las ejecuciones hipotecarias, la falta de vivienda, el tráfico de personas, y ausentismo laboral.

El principal obstáculo para la aprobación de los juegos de casino este año es el vicegobernador Dan Patrick, quien ejerce un control de hierro sobre el Senado de Texas. 

Sin embargo, aunque Patrick no ha indicado públicamente que esté a favor de los juegos de casino como Abbott y Phelan, tampoco ha descartado categóricamente la posibilidad de que se apruebe una legislación sobre juegos de casino en esta sesión.

A fines de mayo, cuando finalice la sesión legislativa regular, sabremos si en 2024 la mayoría de los tejanos que siempre ha tenido que volar a Las Vegas o conducir a los casinos al otro lado de la frontera estatal en Oklahoma, Luisiana, Nuevo México y Arkansas, podrá dirigirse a un casino más grande y mejor a menos de una hora de distancia de su hogar.