La bandera dolarizadora de Javier Milei acumula muchos más rechazos que adhesiones en los Estados Unidos. Desde Wall Street hasta Washington DC, la propuesta del candidato presidencial argentino no termina de convencer. Funcionarios, consultores, banqueros y lobbistas coinciden en las recetas de austeridad fiscal extrema que impulsa el aspirante libertario, pero desaconsejan la vía de la dolarización.

El histórico funcionario del Tesoro Mark Sobel es una de las voces más influyentes en esa línea. Sobel fue subsecretario de política monetaria y financiera internacional desde 2000 hasta principios de 2015. Desde 2015 hasta 2018 representó a los EE.UU. en el FMI. Ahora es presidente en el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF), un think tank de banqueros.

"Milei tiene razón al pedir una consolidación fiscal masiva para detener el exceso de endeudamiento y liberalizar la economía para impulsar la productividad. Pero la dolarización sería una apuesta demasiado arriesgada. No hay fórmula mágica para los problemas del país", advierte el economista.

El poder de EEUU mira la victoria de Milei con desconcierto e incomodidad

Desde sus redes sociales, otra figura escuchada hace la misma observación. Se trata de Robin Brooks, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IFF) que agrupa a las grandes financieras globales.

"Argentina necesita un ajuste de la política fiscal y monetaria. La dolarización es una forma de hacer esto, pero tiene grandes costos y distrae la atención de las verdaderas cuestiones que el país debería debatir", afirmó. A su criterio, la idea de la dolarización "está romantizada" en la Argentina y no contempla que, en el caso de Ecuador, el Producto Bruto Interno se estancó por debajo de otros países latinoamericanos a partir de su implementación.

Argentina necesita un ajuste de la política fiscal y monetaria. La dolarización es una forma de hacer esto, pero tiene grandes costos y distrae la atención de las verdaderas cuestiones 

Existe, sin embargo, un antecedente favorable para la agenda actual de Milei. En septiembre de 2018, mientras el presidente argentino Mauricio Macri negociaba con el Fondo Monetario Internacional, un asesor clave de la Casa Blanca respaldó el recurso de la dolarización. El gobierno de Donald Trump llegó a considerar seriamente esa posibilidad para la Argentina. Lo blanqueó por aquellos días el funcionario Larry Kudlow, uno de los principales consejeros económicos de Trump.

El libertario Javier Milei, ganador de las primarias en Argentina. 

AP

Entrevistado por Fox News, Kudlow reveló entonces que el Departamento del Tesoro estaba "profundamente involucrado en este tema", lo cual consideró muy importante. "La única salida para el dilema argentino es un sistema de convertibilidad. El peso se vincula al dólar, pero puedes crear un nuevo y único peso", agregó. La declaración se dio en paralelo a una reunión que había mantenido el ex ministro macrista Nicolás Dujovne con los representantes del Tesoro en Washington.

"Massa es el peronista más confiable para el gobierno de Biden porque entiende lo que Washington quieren escuchar"

Kudlow se preguntaba en 2018 "¿por qué sucede esto de nuevo, bajo un presidente que se supone que encarna el cambio?". Su respuesta tenía aires mileístas avant la lettre. "Porque Argentina todavía tiene un Banco Central. Para solucionar el problema de una vez por todas, debe dolarizar", concluía.

Un ex funcionario trumpista confirma ante LPO que ese debate se dio al interior de la Casa Blanca. O al menos dentro del sector del gobierno que miraba los vaivenes latinoamericanos. ¿Qué pasó en el lapso de los últimos cinco años para que cambie el clima respecto a esa opción? Centralmente, ahora gobierna el demócrata Joe Biden. Además los Estados Unidos conocieron de primera mano la inflación y subieron las tasas de interés para contrarrestar el aumento de precios.

"Argentina todavía tiene un Banco Central. Para solucionar el problema de una vez por todas, debe dolarizar", afirmaba en 2018 Larry Kudlow, uno de los principales consejeros económicos de Trump.  

Pero existe otro motivo. "El establishment financiero podría ver con buenos ojos la dolarización, pero el vocero de esa idea necesita credibilidad. Y Milei no la tiene", resume un dirigente republicano. Y justifica la desconfianza a partir de un hecho reciente. ¿Cuál? Tras casi cuatro años como director ejecutivo por Argentina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante la presidencia de Alberto Fernández, el economista Guillermo Francos se pasó al team de Milei y sería el encargado de las relaciones políticas en un eventual gobierno de los libertarios argentinos.

"Francos se pasó los últimos cuatro años como máximo apologista de las políticas económicas desastrosas de Fernández para mantener su puesto en Washington. Parece un show mediático con una enorme falta de seriedad", se queja el consultor que trabajó para Trump. Y concluye: "Esas maniobras alejan a los que ideológicamente nos podríamos identificar con Milei. Por eso todos los políticos que hablo ven a Bullrich como una conservadora mucho más fiable".

"El establishment financiero podría ver con buenos ojos la dolarización, pero el vocero de esa idea necesita credibilidad. Y Milei no la tiene", resume ante LPO un dirigente republicano y ex funcionario de Trump.  

Paradojalmente, el republicano coincide en su escepticismo con el Departamento de Estado de Biden. Los funcionarios demócratas que se ocupan de América Latina venían siguiendo con inquietud el crecimiento de Milei. La percibían como una versión argentina de Trump, tal como fue definido días atrás por el Washington Post.

"La incomodidad para el gobierno de Biden es la falta de conocimiento y relación con la fuerza política de Milei. No tenemos contactos ni entendemos del todo su plataforma", explica ante LPO Benjamin Gedan, director del Programa para América Latina del Wilson Center, un think tank muy activo en Washington.