Entre 2021 y 2022 muchos de los estados en la Unión Americana experimentaron superávits fiscales sin precedentes, particularmente gracias a los diversos paquetes de ayuda económica por parte del gobierno federal durante la pandemia. En Texas la combinación de una economía robusta -más de lo que se esperaba-, el repunte en los precios de energéticos y la alta inflación generaron un superávit presupuestario de 32.7 billones de dólares (32.7 mil millones de dólares), el más alto en la historia del estado.

En este contexto de tiempos económicos boyantes, existen dos preguntas existenciales: ¿cómo se va a repartir el pastel? Y, ¿quién va a ser el que corta las rebanadas?

En todos nuestros cumpleaños generalmente era un adulto -nuestros papás, abuelos, o tíos- el que tenía la gran responsabilidad de cortar el pastel de alguna manera para que un grupo hambriento de niños y niñas maximizaran su felicidad. En Texas, la pala para cortar el pastel no está en manos ni de mamá, ni de papá, ni de ninguno de los abuelos: en Texas, la pala para cortar el pastel tiene que ser compartida entre el triunvirato del poder político.

"If Republicans want to break with Trump, it is time to do it now"

El triunvirato tejano es el que corta y reparte el pastel, el que mete dulces en la piñata, y el que, al final del día, decidirá cómo acaba la fiesta. Conformado por el gobernador Greg Abbott, por el líder de la Casa de Representantes Dade Phelan y por el vicegobernador Dan Patrick -quién también funge como el Presidente del Senado estatal-, tienen 140 día hasta finales de Mayo para reunir los ingredientes, amasar, y meter al horno el pastel que todos en Texas comeremos por los próximos años.

En Texas, la pala para cortar el pastel tiene que ser compartida entre el triunvirato del poder político. el gobernador Abbott, el líder de la Casa de Representantes Dade Phelan y el vicegobernador Dan Patrick. 

El problema no son los ingredientes, el problema es que los tres grandes de Texas, quieren pasteles de distintos sabores que requieren distintas recetas o, en términos políticos, que el triunvirato tiene distintas agendas políticas que no necesariamente son iguales.

El único ingrediente que los tres grandes coinciden es el de bajar los impuestos prediales. Sin embargo, tanto Phelan como Patrick tienen recetas muy distintas y habrá que ver cuál le apetece más al gobernador Abbott.

Para Patrick y el Senado, la receta implica aumentar la cantidad exenta de impuesto de una casa habitación de $40,000 a $70,000, aumentar otra excepción para personas mayores de 65 años o que tienen alguna discapacidad de $10,000 a $30,000, proveer de un incentivo fiscal para las empresas y, por último, disminuir el impuesto predial asociado con el financiamiento de las escuelas - las escuelas en Texas son financiadas principalmente por este impuesto. En total, esto representaría un costo de alrededor de 16.5 billones de dólares.

La rebanada del pastel para un propietario de una casa habitación sería de alrededor $750 dólares el primer año basado en una propiedad de $331,000, según datos de las iniciativas de ley SB 3, SB 4, y SB 5.

La receta de la Casa de Representantes y por ende de Phelan se basa en disminuir la tasa de apreciación del 10% al 5% para todos los inmuebles, incluyendo residencias y negocios. Al igual que las iniciativas del Senado, también requeriría a los distritos escolares disminuir sus impuestos. El precio de esta política ascendería a $17.3 billones de dólares, mientras que los beneficios para el contribuyente con alguna propiedad de alrededor $350,000 dólares sería de $540 al año, según el Representante Morgan Meyer quién lidera la iniciativa de ley HB 2.

De los $32.7 billones, $10.2 billones, por mandato, tienen que ser transferidos al fondo de estabilización económica, una reserva por si la situación económica empeora y para el mantenimiento y construcción de autopistas estatales. Alrededor de $155 millones se van directamente a cubrir el saldo negativo que existe en el fondo de Texas para el futuro, que es un plan que congela las colegiaturas de educación superior para aquellos que participan de él.

Si la iniciativa del Senado obtiene la mayoría en la Casa de Representantes o si la iniciativa de la Casa de Representantes obtiene la mayoría de votos en el Senado estatal, -y si no hay cambios-, el saldo del superávit presupuestal oscilaría entre $5 y $6 billones a grandes rasgos. Este saldo sería invertido en aumentar el sueldo de los maestros, infraestructura hidráulica, internet de alta velocidad en zonas rurales y para mejoras de la red de transmisión eléctrica, entre otros; todos éstos proyectos sumamente importantes para mantener el desarrollo económico del estado.

Para usted, lector perspicaz, tal vez, la pregunta principal es ¿debemos de gastar la mitad del superávit presupuestario en promesas de campaña de reducir el impuesto predial?

En primer lugar, los beneficios individuales para los dueños de una casa habitación serían de entre $45 a $63 dólares al mes, aquellos que alquilan una casa o un departamento no tendrían ningún beneficio. Me pregunto, para una persona que es dueña de una casa habitación ¿qué tanto representa estos posibles ahorros que se traducen entre 9 y 12 cafés lates del Starbucks al mes?

En segundo lugar, estas iniciativas de ley no se pueden ver aisladamente. Disminuir los impuestos escolares implican que las escuelas recibirían menos dinero, lo que necesitaría de una reforma en la manera en que las escuelas se financian en el estado, existe una iniciativa de ley que reformaría la fórmula presupuestaria pasando la base al número de estudiantes inscritos en un distrito escolar en lugar de tomar la asistencia a clases.

Disminuir los impuestos escolares implican que las escuelas recibirían menos dinero, lo que necesitaría de una reforma en la manera en que las escuelas se financian en el estado.

Por otro lado, existe otra reforma que busca disminuir el impuesto al valor agregado lo que implicaría que el estado tendría menos recursos en el futuro y otra reforma que crea cuentas de ahorros para la educación y que, según expertos, desviaría recursos de las escuelas públicas a escuelas privadas.

Por último, este es el año para mejorar la infraestructura del estado. Texas, tiene una calificación de "C" en una escala de 5 puntos de la "A" a la "F" saltándose la "E", es decir, una calificación mediocre según la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.

Las Vegas Sands conquers Abbott

En los sistemas de protección contra huracanes, tormentas e inundaciones el estado tiene una calificación de "D" casi reprobado; en agua potable, una calificación de "C-"; en puentes y en el sistema de transporte público "B-"; $16 billones de dólares podrían tener un impacto significativo y asegurar la competitividad económica del estado o bien 3.2 billones de cafés late.

Según datos del Tax Policy Center, el superávit no es para siempre y en 2024 Texas va a experimentar una disminución en la recaudación fiscal, lo que pondría en aprietos serios al estado, tal y como sucedió en la crisis financiera del 2008.

Los dos años pasados fueron sin precedentes y sería muy poco probable esperar que Texas tenga un superávit presupuestal de esta magnitud. Según datos del Tax Policy Center, para el 2024 Texas va a experimentar una disminución en la recaudación fiscal lo que pondría en aprietos serios al estado, tal y como sucedió en la crisis financiera del 2008.

Todos los ingredientes están en la cocina para hornear un buen pastel. Los tres grandes, la amenaza de una recesión económica y las ambiciones políticas de cada miembro de la Legislatura de Texas determinarán el sabor. Y como en todas ocasiones, el pastel hace y deshace las fiestas.