Cuando falta menos de un mes para que Joe Biden elimine el TÃtulo 42 que le sirvió para echar casi 2 millones de extranjeros desde que asumió en la Casa Blanca, el tema de la inmigración vuelve a escalar en la campaña camino a las legislativas de noviembre y los republicanos alineados con Donald Trump denuncian una "invasión". El gobernador de Texas, Greg Abbott, apela a una agenda que le trae resultados y no duda en enfrentarse con Andrés Manuel López Obrador, pero también da pasos en falso y pone la marcha atrás cuando el aumento de las inspecciones a los camiones en la frontera eleva los precios de las mercaderÃas.
Todo transcurre en un Estado de larga tradición republicana en el que Biden tiene baja adhesión y el demócrata Beto O'Rourke solo puede prosperar en términos electorales si se diferencia del presidente norteamericano. Asà lo acaba de confirmar una encuesta de Texas Hispanic Policy Fundación, que dio a conocer LPO: Biden es visto de manera desfavorable por el 57% de los texanos y sólo el 40% lo juzga de manera favorable.
Mark P. Jones es un politólogo norteamericano que integra la Fundación y dirige además el Posgrado de Asuntos Globales de la Universidad de Rice, en Houston. Para él, Abbott hace una polÃtica que es "95% teatro" y aprovecha la frontera de 1900 kilómetros con Mexico para ganarle la batalla interna a su contrincante republicano, el gobernador de La Florida Ron De Santis. "Biden es un ancla sobre el cuello de Beto", afirma.
¿Por qué dice que Biden hunde las chances del candidato demócrata en Texas?
Bueno, primero que nada, Texas sigue siendo un Estado republicano, donde la mayorÃa es más conservadora que en otras partes del paÃs. Segundo, Biden no ha sido un presidente muy exitoso. Quizás no por sus propios errores, pero no ha podido impulsar sus polÃticas públicas y ha fracasado en el terreno de la inflación. Además, ha tenido una polÃtica yo dirÃa medio panqueque, a veces progresista y a veces centrista. En un paÃs tan polarizado, casi todos los republicanos lo miran mal y también los independientes que se inclinan por el partido republicano. Pero incluso entre los demócratas deja a muchos insatisfechos, por ejemplo, cuando dice que apoya a la policÃa. Ahora va a levantar el TÃtulo 42, después de que lo mantuvo durante casi un año y medio pese al rechazo de los progresistas.
Expulsó casi 2 millones de personas bajo el TÃtulo 42 desde que asumió.
Si, un montón. Solo de Haità más de 100 mil, de El Salvador, Honduras y Guatemala otros 500 mil. Ahora cuando lo levante va a dejar disconformes a los moderados. Pero el riesgo mayor para los demócratas en Texas es que no tiene casi apoyo entre los republicanos y los independientes. Sin esos apoyos, es minorÃa. Por eso, quedar atado a Biden y su bajo nivel de aprobación es un ancla para Beto.
¿Cómo hay que interpretar los últimos episodios a partir de la polÃtica de Abbott de incrementar los controles a los camiones en las fronteras?
Eso es 95% teatro polÃtico y 5% polÃtica pública. En un mes Biden va a levantar el TÃtulo 42 y eso va a representar un aumento muy importante en el número de indocumentados de América Central cruzando la frontera. Vamos a tener el doble o el triple de indocumentados de los que tenemos ahora y la mayorÃa se va a poder quedar en el paÃs hasta que se resuelva su pedido de asilo polÃtico, algo que puede tardar entre dos y tres años.
Abbott amenazó a AMLO: "Pagará el precio polÃtico por aumento de la migración ilegal"
Ya no los van a poder expulsar en forma inmediata como hasta ahora.
SÃ, a los que vienen solos. A las familias y a los menores no los pueden expulsar por decisión de la Corte. A la mayorÃa, hombres y mujeres, los van a poder expulsar inmediatamente. A los de México, Guatemala, El Salvador y Honduras los devuelven a México y a los demás los tienen que enviar en un vuelo, como pasó con HaitÃ.
El último informe de la Oficina de Aduanas dice que en marzo se registró el ingreso de 221 mil inmigrantes, el récord de los últimos 20 años.
Primero, hay un gran número de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que están viviendo al otro lado de la frontera, en México. Ellos van a esperar hasta el 23 de mayo y van a cruzar y pedir asilo polÃtico. Hasta ahora, no han hecho el viaje a la frontera y no intentaron cruzar a causa del TÃtulo 42. No querÃan hacer todo ese esfuerzo para pasar un mes en la cárcel y después volver en un vuelo a Tegucigalpa.
Este teatro de Abbott, del que usted habla, ¿a qué se debe?. ¿Es la campaña a gobernador en noviembre o es la proyección nacional de Abbott que piensa en 2024?
Son las dos. El sabe que para tener cualquier chance en 2024 tiene que ganar por paliza ahora en noviembre en Texas. Por lo menos, tiene que ganar por un margen superior al de (Ron) De Santis, el gobernador de La Florida. Lo peor para Abbott serÃa que De Santis gane por 14 y él solo por 8 en un Estado donde hay más republicanos. Para Abbott, es imprescindible hacer una muy buena elección ahora en noviembre. Por eso para él, la inmigración es la polÃtica ideal. Abbott cuenta con tres ventajas: al ser halcón, el tema de la inmigración le ayuda con su base republicana que es muy conservadora y muy de derecha. Segundo, su retórica antilatina con la frontera le ayuda en la elección general porque muchos votantes moderados le gusta una polÃtica de seguridad de frontera. Estar visto como racista es una polÃtica ganadora que ayuda también en noviembre, no solo en la primaria sino también en la elección general. Y tercero, Abbott tiene la frontera con México más grande del paÃs y esa es una ventaja comparativa que tiene sobre De Santis.
¿Por qué lo dice?
Si Trump no llega a ser candidato presidencial, De Santis es el candidato favorito hoy en dÃa para ser el postulante republicano en 2024. Pero De Santis no tiene frontera con ningún otro paÃs y no puede hacer nada concreto. Gracias a la frontera, Abbott se puede dar el lujo de hacer su polÃtica y con eso llega a la tapa de los diarios y a los noticieros. Entonces la polÃtica se ser un halcón en la frontera le ayuda con su base, con la elección de noviembre y en su batalla con De Santis para ganar apoyo entre los republicanos.
¿Cuál es la competencia federal en una polÃtica como la que decide Abbott? ¿Biden no puede intervenir o no sabe cómo?
Realmente, el Estado no tiene potestad de hacer nada en temas de inmigración. Abbott tenÃa desde su polÃtica su polÃtica de 100 por 100 teatro. Al principio anunció que iba a enviar a todos los indocumentados en bus a Washington. Después tuvo que bajar el tono y tuvo que admitir que él solo iba a mandar gratis a Washington en bus a los indocumentados que querÃan ir. Pasó de ser un expulsor que los mandaba a la cárcel a organizar un tour de inmigrantes de la frontera hacia Washington con el contribuyente texano pagando la cuenta.
La encuesta de Texas Hispanic Policy Fundación muestra que Abbott tiene una adhesión importante en Texas y Biden demasiado baja.
Biden es un ancla sobre el cuello de Beto. Es muy difÃcil para él. Beto tiene que hacer la campaña perfecta. Primero no equivocarse en la estrategia, segundo esperar algún repunte en la administración de Biden y después esperar que Abbott cometa algunos errores no forzados, que es posible.
Beto cuestionó a Abbott por las inspecciones y lo culpó por el aumento de la inflación.
Abbott se dio cuenta durante el fin de semana largo de Semana Santa que cometió un error con el aumento de las inspecciones. La gente no estaba comprando que estaba haciendo algo para mejorar la seguridad y lo que sà estaba ganando espacio era la idea de que el bloqueo a la importación de frutas y verduras estaba generando un único impacto: el aumento de los precios. Abbott se dio cuenta de eso y rápidamente le pidió auxilio a los gobernadores mexicanos para que ellos pongan la cara. Ellos dijeron que se iban a ocupar de la seguridad en su lado de la frontera y asà Abbott iba a poder terminar con las suspensiones, cuando todos sabemos que los gobernadores mexicanos no van a hacer nada. Ahora Abbott les debe a ellos un favor.
¿Piensa que Abbott aspira a ser candidato a presidente o busca en realidad ser vice de Trump?
Creo que aspira a las dos cosas. El quiere ser candidato presidencial pero incluso sin llegar a eso se quiere convertir en un referente importante dentro del Partido Republicano.
Beto es una figura que contrasta porque es de El Paso. ¿Tiene posibilidades de ganar en Texas?
Beto es el mejor candidato de los demócratas pero en 2018 era otra cosa. En ese momento, podÃa ser una opción para mucha gente, para los progresistas, para los centristas y para los republicanos era un tipo postpartidario que querÃa ir más allá de la grieta. Sus posiciones en portación de armas, energÃa, la policÃa o la frontera era moderada. Cuando hizo su intento fallido de ser presidente, giró a la izquierda y renunció a las posiciones moderadas y perdió apoyo en los sectores medios. Con la base demócrata, no llega a ganar la elección en Texas. Un demócrata para ganar necesita un apoyo de los independientes y de un puñado de republicanos.
La encuesta diferencia la opinión de los texanos de la de los hispanos o latinos. ¿Qué importancia tienen los latinos en la elección?
Los hispanos o latinos son más o menos un cuarto del electorado en Texas, entre el 25 y el 28%. Es un grupo clave. Para que los demócratas realmente tengan posibilidades de ganar la elección, necesitan ganar el 80 o 90% del voto hispano, como ellos ganan con la comunidad negra, donde se imponen más o menos 90 a 10. Ahora, proyectando los indecisos, Abbott está ganando el 40% del voto latino, que es un apoyo que lo acompaña desde 2014, y con eso tiene la vaca atada para las elecciones de noviembre.
¿Por qué lo respaldan?
Hay muchos latinos en Texas que son conservadores, tanto en polÃticas sociales como en polÃticas públicas, portación de armas... Trump incluso gana el 33% del voto latino en Texas.
¿Qué impacto tienen las nuevas generaciones a la hora de ir a votar?
Las nuevas generaciones hispanas son más demócratas y menos republicanos. El problema para los demócratas y para Beto es que su participación electoral es bajÃsima. Beto gana entre la generación Z y millennials de los hispanos, pero no participan como sus padres y sus abuelos. No tienen raÃces. En los Estados Unidos, tener raÃces en la comunidad influye mucho en su decisión de participar. Pero los jóvenes son más migrantes, viven en todas partes. Llegan, alquilan, no son dueños de una casa, están en una ciudad un año o dos y se van a otra ciudad.
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