Elecciones
A qué se arriesga Biden
By Felipe Noguera
El presidente estaba atrapado y no podía demorar su lanzamiento. El caso de sus antecesores y los datos que conspiran contra su objetivo.

Finalmente, Joe Biden va camino a 2024. Y lo hace, sin garantía de exito. Veremos a partir de ahora cuánto tarda algún demócrata más joven en desafiarlo.

Un analisis de la historia reciente nos ayuda a entender la decisión del presidente y las posibilidades que tiene de lograr el objetivo de ser reelecto. Los one-termers suelen afrontar una primaria, que -aunque la ganen- ayuda a que no ganen la elección general. Entre los demócratas, Lyndon Johnson se retiró cuando Robert "Bob" Kennedy empezó a competir, James Carter perdió luego de ser desafiado por Ted Kennedy el movimiento "Draft Ted". Carter ganó la primaria pero perdió la presidencial a manos de Ronald Reagan. 

En las filas republicanas, sucedió algo similar con George Bush padre: perdió con Bill Clinton la elección en la pretendía acceder a su segundo mandato, luego de haber enfrentado una primaria con Pat Buchanan, que no le ganó, pero le hizo mucho daño. Además surgió Ross Perrot como un tercer candidato, que muchos vieron como un desprendimiento republicano, y que le abrió las puertas del triunfo al joven Clinton.

A la inversa, a los presidentes que logran la reelección usualmente sus propios partidarios les han dejado la cancha libre. Es lo que se ahora busca Biden, que ve como rivales internos a dos candidatos sin chance alguna de superarlo. El primer lugar, Robert F. Kennedy J, el hijo de Bob Kennedy y sobrino de JFK que se hizo famoso como militante antivacunas y ni siquiera obtiene el apoyo de todos los miembros de su familia. En segundo lugar, la gurú de autoayuda Marianne Williamson. Ninguno de los dos es capaz siquiera de librar una competencia con el actual presidente.

El tiempo de los "CoAlgoritmos" 

Sin embargo, los demócratas conocen las debilidades de Biden de cara a un segundo mandato. Y más aún cuando anuncia que Kamala Harris repetirá como candidata a la vice-presidencia. No solo estamos hablando de la edad de Biden, sino de la posibilidad de que pierda la elección con los republicanos. Sus propios partidarios tomarán nota de que el promedio de RealClearPolitics le da en este momento una ventaja a Trump en la carrera por la Casa Blanca. El promedio de encuestas le da una leve diferencia que beneficia al republicano sobre el actual presidente. Si las elecciones fueran hoy, Trump obtendría el 44,3% de los votos y Biden llegaría al 43%.

La otra cuestión que es necesario poner de relieve es el job approval de Biden, demasiado bajo para ir en busca de la reelección. Aunque nunca hay que fiarse por completo de las agregadoras de encuestas, Real Clear Politics trabaja con bastante cuidado y genera una cifra indicativa, que no augura el mejor de los resultados. Consultados sobre el desempeño de Biden en la Casa Blanca, el 42,8% aprueba su trabajo y el 53,7% lo desaprueba, lo cual arroja una diferencia negativa de 10,9%.

En fin, la decisión de Biden de volver a competir para continuar en su cargo abre a un escenario incierto y desata, de manera inevitable, un proceso de sucesión dentro de ambos partidos, ya sea para esta (2024) o para el futuro. 

Biden estaba atrapado. Si seguía demorando el lanzamiento de su candidatura -o anunciaba que no se presentaría - estaba destinado a convertirse en un Lame Duck, y le iría aún peor. Por eso, se lanzó a la reelección. Pero eso no significa, de ninguna manera, que con el solo hecho de presentarse logre que le vaya bien.

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