La Casa Blanca tiene desde hace un tiempo en la mira a las empresas petroleras, acusadas de ganar fortunas por el aumento del crudo a nivel mundial y trasladar los precios al surtidor. El comportamiento "anti patriota" que el mismo Biden le endilga a las compañÃas provocó el deseo oficial por colocar un impuesto global que cayó simplemente porque Joe Manchin le volvió a trabar en el senado. Pero los balances de las principales petroleras del segundo trimestre, con utilidades récord, retomarán el debate en Washington.
Las dos compañÃas petroleras más grandes del paÃs, Exxon Mobil Corp y Chevron Corp, registraron ingresos récord impulsadas por el aumento de los precios del crudo y el gas natural y luego de resultados similares para las grandes compañÃas europeas.
Exxon superó a sus rivales con una ganancia trimestral de $17.900 millones, el mayor monto para cualquier gran petrolera internacional en la historia. Ganó cuatro veces más que las del mismo perÃodo del año pasado, e incluso supera el último récord de la petrolera del 2012.
Hace poco más de un mes, Biden acusó a la compañÃa de no haber invertido lo suficiente para producir gasolina y asà no incrementar tantos los precios. "Exxon ganó más dinero que Dios este año", afirmó el presidente.
Chevron también obtuvo utilidades fuera de serie: ganó $11.620 millones, 3,7 veces las que obtuvo en el segundo trimestre de 2021, cuando se ubicaron en $3.080 millones.
Mike Wirth, el CEO de la empresa, también tuvo un cortocircuito público con Biden. Después de que el presidente emitiera una carta pidiendo a las petroleras que aumenten la producción, el ejecutivo le respondió diciendo que "su administración (por la demócrata) ha buscado en gran medida criticar y, en ocasiones, vilipendiar a nuestra industria. Estas acciones no son beneficiosas para afrontar los desafÃos que enfrentamos y no son lo que el pueblo estadounidense merece".
Los altos precios del crudo pueden reducir los márgenes de las grandes petroleras integradas, ya que también asumen el costo del crudo utilizado para los productos refinados. Sin embargo, luego de la invasión rusa de Ucrania y numerosos cierres de refinerÃas en todo el mundo a raÃz de la pandemia de coronavirus, los márgenes de refinación se dispararon en el segundo trimestre, superando las ganancias en crudo y aumentando las ganancias.
"Los sólidos resultados del segundo trimestre reflejan un entorno de mercado global ajustado, donde la demanda se ha recuperado a niveles cercanos a los previos a la pandemia y la oferta se ha reducido", dijo el presidente ejecutivo de Exxon, Darren Woods, en una llamada con analistas. "El aumento de la oferta no ocurrirá de la noche a la mañana", agregó.
Los resultados de las grandes compañÃas seguramente fogonearán las crÃticas de la clase polÃtica del paÃs y los defensores de los consumidores que dicen que las compañÃas petroleras están capitalizando la escasez mundial de suministro para aumentar las ganancias y engañar a los consumidores.
De ahà que crece la presión para colocarles un impuesto. A principios de este mes, Gran Bretaña aprobó un impuesto sobre las ganancias inesperadas del 25% a los productores de petróleo y gas en el Mar del Norte. Los legisladores estadounidenses han discutido una idea similar, aunque enfrenta grandes dificultades en el Congreso.
Un impuesto sobre las ganancias extraordinarias no proporciona "un incentivo para aumentar la producción, que es realmente lo que el mundo necesita hoy", dijo la directora financiera de Exxon, Kathryn Mikells, en una entrevista con Reuters.
Las empresas dicen que simplemente están satisfaciendo la demanda de los consumidores y que los precios son una función de los problemas de suministro global y la falta de inversión. "A corto plazo (el efectivo del petróleo) va al balance general. No hay otro lugar al que pueda ir", afirmó a la agencia el director financiero de Chevron, Pierre Breber.
No sólo que las petroleras ganan como nunca, sino que usan parte del efectivo que les va ingresando para recomprar acciones y bonos de su propiedad en el mercado.
A principios de este año, Exxon duplicó con creces su programa de recompra proyectado a $30.000 millones hasta 2022 y 2023. Y Chevron aumentó sus planes anuales de recompra a un rango de $10.000 millones a $15.000 millones.
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