Una buena noticia como el hecho de que el barril de petróleo esté bajando de los $100 el barril WTI (cerró en $99,55) tiene un costado B no tan positivo. La primera explicación de por qué está cayendo es por una mala razón: la inminente recesión económica y la decisión de Joe Biden de utilizar las reservas estratégicas de petróleo que tiene el país para cubrir la demanda.

Es más, las razones que encuentran los especialistas para explicar por qué el precio del WTI esté en niveles de marzo pasado, algo que le vendría bien a la Casa Blanca que pide a gritos a las petroleras estadounidenses que reduzcan los precios en las gasolineras, es catalogado como "pan para hoy, hambre para mañana".

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"El mercado se está poniendo tenso y la única manera de explicar eso es el miedo a la recesión en todos los activos de riesgo", dijo Robert Yawger, director de futuros de energía en Mizuho en Nueva York, en un reporte al que accedió LPO. 

La exportación de crudo y combustible está mitigando el impacto de las medidas del presidente, diseñadas para reducir los precios récord en las gasolineras. Pero Biden no se hace cargo de eso y el sábado pasado renovó un llamado a los proveedores de gasolina para que reduzcan sus precios

Si el escenario de una caída general de la economía estadounidense (y global) se produce, el nuevo escenario para el petróleo es aún más beneficioso para el consumidor. El banco Citigroup predijo un crudo en $65 el barril en esa instancia. Todos los últimos indicadores marcan que el país está cerca (si todavía no está) en recesión. 

El último informe de la Reserva Federal de Atlanta sobre el PBI del primer trimestre mostró una caída mayor a la estimada, y los datos de consumo masivo también están presentándose flojos. Eso, según los principales bancos de Wall Street, son claros indicios de que el nivel de actividad ya entró en una fase negativa. El mundo empresario también ya juega a ese pronóstico: Elon Musk y Jeff Bezos, precisamente los hombres más ricos del planeta, creen que el desenlace será así. 

Además de la recesión, algo que también afectó recientemente al precio del petróleo fueron las preocupaciones de que la demanda de la temporada alta de automovilistas por el verano en el país (que demandó mucha gasolina) caería después del feriado del 4 de julio. Si llega una recesión y le quita una parte significativa a la demanda de energía, podrían pronosticarse más cambios bruscos a la baja. "El mercado de materias primas puede ser bastante implacable cuando entras en una recesión y la oferta supera la demanda", dicen en el mercado.

Otro aspecto que fomentó la caída del precio del petróleo fueron las ventas a mansalva de las reservas de crudo de Estados Unidos. Pero no sólo para abastecer la demanda interna, sino para influir en el precio internacional. Más de 5 millones de barriles de petróleo que formaron parte de una histórica liberación de reservas petroleras de emergencia destinada a reducir los precios internos del combustible se exportaron a Europa y Asia el mes pasado, incluso cuando los precios de la gasolina y el diésel de EE.UU. alcanzaron niveles récord.

Sebastián Maril, CEO de Latam Advisors

LPOMarcelo Arias

Por eso, la exportación de crudo y combustible está mitigando el impacto de las medidas del presidente, diseñadas para reducir los precios récord en las gasolineras. Pero Biden no se hace cargo de eso y el sábado pasado renovó un llamado a los proveedores de gasolina para que reduzcan sus precios, lo que generó críticas del fundador de Amazon en otro intercambio en Twitter. 

Alrededor de 1 millón de barriles por día se están liberando de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) hasta octubre. El flujo está drenando el SPR, que el mes pasado cayó a su nivel más bajo desde 1986. 

"Es peligroso que usen las reservas porque tienen que estar para otras emergencias, no soluciona el problema abriendo la canilla. Sino bajando regulaciones para que se produzca más", señaló a LPO el CEO de Latam Advisors, Sebastián Maril.

El especialista dice que "se sabe que bajaron las reservas y por ende subirá el precio, en algún momento, porque tenés que reponer o comprar petróleo y así subirá el precio". "Lo que dicen los republicanos es que la estrategia de Biden es equivocada para combatir el precio del petróleo porque eventualmente va a subir debido a que lo impondrá el mercado internacional", advirtió.

Para Maril, el hecho de que las reservas estratégicas estén en el menor nivel desde el 2003, para bajar artificialmente el precio del combustible, es "pan para hoy, hambre para mañana". 

Es peligroso que usen las reservas estratégicas de petróleo porque tienen que estar para otras emergencias, no soluciona el problema abriendo la canilla. Sino bajando regulaciones para que se produzca más

Los futuros de crudo en el país están en torno a los $100 por barril y los precios de la gasolina y el diésel por encima de los $5 por galón en una quinta parte del país (promedio nivel nacional en $4,80). Los funcionarios de la Casa Blanca defienden que los precios del petróleo podrían ser más altos si no se hubiera aprovechado el SPR. Pero el consumidor final aún no lo siente en el surtidor.

Eso volvió a ser foco de conflicto en los últimos días, cuando Biden le exigió a las empresas que administran estaciones de servicio que reduzcan drásticamente los precios en la bomba de gasolina, alegando que "este es un momento de guerra y peligro global". La U.S. Oil and Gas Association (USOGA) respondió en Twitter al planteo de la Casa Blanca: "Trabajando en ello, señor presidente. Mientras tanto, tenga un feliz cuatro de julio y asegúrese de que el pasante de la Casa Blanca que publicó este tweet se registre en Econ 101 para el semestre de otoño".