El tan esperado discurso de Jerome Powell en Jackson Hole no dejó dudas: la Reserva Federal se juega a todo o nada para bajar la inflación. Incluso, si eso provoca una recesión. La participación del banquero central en la reunión anual realizada en un valle del lejano Oeste entre las montañas en Wyoming sirvió para terminar la discusión interna que existÃa entre algunos miembros de la Fed con respecto a la velocidad en la cuál seguirán subiendo las tasas. Powell tomó la decisión de continuar con subas de 75 puntos básicos como viene haciendo para fulminar lo más rápido posible la mayor inflación en los últimos 40 años.
Las palabras, cuidadosamente pensadas, no dejaron margen para una segunda interpretación. "Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia. Además, es muy probable que las condiciones del mercado laboral se debiliten. Mientras que los tipos de interés más altos, el crecimiento más lento y las condiciones del mercado laboral más débiles reducirán la inflación, también supondrán cierto dolor para los hogares y las empresas. Estos son los desafortunados costos de la reducción de la inflación. Pero si no se restablece la estabilidad de los precios, el dolor será mucho mayor", dijo, tajante, Powell.
El mensaje ya fue codificado por el resto de los gobernadores de la Fed que, les guste o no, tendrán que acompañar la decisión de Powell y votar a finales de septiembre otro fuerte incremento en el costo del dinero. "Pienso que el mensaje es fuerte y correcto", dijo la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, en una entrevista con Bloomberg TV después del discurso. "Creo que tendremos que subir las tasas de interés a corto plazo... por encima del 4% y probablemente debamos mantenerlas allà el próximo año", afirmó.
La Fed ya subió cuatro veces desde marzo sus tasas de interés de referencia, y el mercado se preguntaba por la magnitud de próximas alzas. Las tasas de referencia se ubican entre 2,25%-2,50%, cerca de un nivel considerado "neutral" de 2-3%, que no estimula ni frena la actividad económica. Pero la inflación en el paÃs corre al 8,5%, una cifra que marca un máximo en 40 años.
"Después de leer el discurso a mi me quedó que, la Fed sigue completamente enfocada en bajar la inflación, y que seguirá siendo totalmente dependiente de la información que siga viniendo con la economÃa. Yo esperaba que diera un mensaje contundente y no tenÃa más margen, si bien dejó la puerta abierta para el evaluar aspectos de la economÃa en el futuro para seguir tomando decisiones", afirmó a LPO, Alberto Bernal, estratega jefe en XP Investments.
Según el banquero, los efectos de las tasas ya se están sintiendo en la desaceleración de la inflación. El IPC de agosto, estima, será una noticia relativamente positivas la Fed. "La gasolina cayó un 7,6% mensual en julio, y esperamos que los datos oficiales muestren otro ajuste importante en agosto, dado que los precios minoristas de la gasolina ahora han bajado un 11,2% mensual hasta el 23 de agosto", dice Bernal.
"El FOMC está totalmente comprometido a garantizar que la inflación regrese a su meta de 2% de manera expedita porque ganar la lucha contra la inflación sigue siendo una condición previa necesaria para garantizar la estabilidad de los fundamentos del crecimiento a largo plazo", acotó el estratega de XP Investments.
Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital -una firma deNueva York- afirmó a LPO que "en lo personal no me sorprendió dado que la inflación es más elevada y persistente que lo que se proyectaba hace un año". "La suba de los mercados de riesgo produce un ablandamiento de las condiciones financieras que contrarresta las acciones del Fed y por consiguiente Powell decidió indicar con claridad que frenará la inflación. Los 75 puntos de alza de tasa sucederán en la próxima reunión y personalmente creo que la tasa deberá subir al 5 por ciento antes de que veamos una pausa", pronosticó.
"Estos comentarios del presidente de la Fed, se produjeron en medio de señales de que la inflación puede haber alcanzado su punto máximo, pero no muestra signos marcados de disminución", acoto a LPO, Gustavo Neffa, director de Latam Advisors.
Para el especialista, no es esperable que la Fed retroceda en su polÃtica hasta que solucione el tema inflacionario. "Algunos inversores anticipan que la Fed retrocederá si el desempleo aumenta rápidamente, y algunos incluso esperan recortes en las tasas de interés el próximo año, una perspectiva que coincide con algunos funcionarios de la Fed", recuerda.
Incluso con una serie de cuatro aumentos consecutivos de las tasas de interés por un total de 225 puntos básicos, Neffa sostiene que para Powell este no es un lugar para detenerse o hacer una pausa, aunque las tasas de referencia probablemente se encuentren en un área considerada ni estimulante ni restrictiva para el crecimiento.
Pero una buena noticia como podrÃa ser que la Fed irá a fondo para bajar la inflación no lo es del todo para el ala más progresista del Partido Demócrata, ahora más preocupada en la recesión (que aún no se ve en los números de la economÃa) que del aumento de precios.
El profesor de Berkeley, economista y ex secretario de Trabajo de Bill Clinton, Robert Reich, salió a criticar duramente el discurso de Powell. "Dijo que la Fed debe continuar aumentando las tasas de interés, aunque traerá algo de dolor a los hogares y las empresas. Esto es una locura. Es cierto que la inflación está cerca de un máximo de cuatro décadas. Pero el esfuerzo agresivo de la Fed para domarlo a través de aumentos pronunciados de las tasas de interés, la serie más rápida de aumentos de tasas desde principios de la década de 1980, está aumentando el riesgo de recesión", apuntó.
"Si vuelve a subir las tasas en septiembre en otros tres cuartos de punto, lo que parece probable dadas las declaraciones de Powell, el riesgo se vuelve mayor. El dolor ya se está sintiendo en todo el paÃs. La mayorÃa de los estadounidenses no obtienen aumentos salariales ajustados a la inflación, lo que significa que se están volviendo más pobres", remarcó Reich.
El economista, que está alineado con Bernie Sanders, apuntó que las ganancias corporativas continúan aumentando. "Los márgenes de ganancias están en su nivel más alto desde 1950. En otras palabras, los precios que cobran las empresas están superando los mayores costos que enfrentan para la producción y la mano de obra. Lo que significa que la mayor fuente individual de inflación en los Estados Unidos es el poder de fijación de precios de las corporaciones", denuncia.
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Todo siempre es en clave electoral por las elecciones (ya perdidas) de noviembre y luego será por las generales.
Ahora lo previsible es una machaza recesión en 2023 por el rezago inercial de las medidas.
Después se van a volver a asustar de sus propias cagadas el próximo año y seguirán corriendo de atrás a la tortuga bajando tasas.
Todo esto complica decisiones globales de inversión y consumo, más pelotudos no se consiguen, cualquier semejanza con peronia es mera coincidencia...jajajajajaja