
A poco más de 48 horas de la segunda vuelta electoral en la Argentina, uno de los principales "halcones" de la dolarización volvió a pronunciarse a favor. Steve Hanke, profesor de EconomÃa Aplicada de la Universidad John Hopkins y ex economista del Consejo de asesores de Ronald Reagan, reiteró no solo su apoyo a Javier Milei (el candidato libertario) sino al plan de eliminar el banco central y dolarizar la economÃa argentina. "La dolarización en Argentina no sólo es factible, sino deseable. Si bien las restricciones fiscales impuestas por la dolarización pueden ser una fuente de consternación para los polÃticos argentinos, son un pequeño precio a pagar por la estabilidad monetaria que ha eludido el paÃs durante todo el siglo XXI y la mayor parte del XX", escribió Hanke en Independent Institute, un think tank libertario con sede en California.
Hanke conoce muy bien los dilemas de la Argentina desde hace muchos años. Por un lado, fue un asesor externo del ex ministro de EconomÃa Domingo Cavallo quien implementó la Convertibilidad, la paridad fija entre el peso argentino y el dólar, durante los años '90. Pero tiene sus nexos con el equipo de Milei vÃa el economista Emilio Ocampo, encargado precisamente del plan dolarizador. Si bien aclaran en La Libertad Avanza que Hanke no actúa como asesor, conoce muy bien a Ocampo desde hace muchos años ya que éste contribuyó a un libro del cual Hanke fue editor. Ambos han escrito en conjunto pequeños post a favor de la dolarización en Argentina.
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"No más excusas: dolarizar a la Argentina", es el nombre del paper que publicó en las últimas horas el economista que no solo está a favor de cambiar la moneda del paÃs, sino que es un ferviente defensor de las privatizaciones de los servicios públicos tal como ahora Milei vuelve a postular.
#ARGWatch: The choice for the Nov. 19 Argentine election is clear:DOLLARIZATION = MOTHBALLING THE PESO = PROSPERITY pic.twitter.com/bvEKctZErE— Steve Hanke (@steve_hanke) November 16, 2023
"Desde el desmantelamiento del régimen de convertibilidad, el valor del peso argentino ha caÃdo de un dólar estadounidense a una décima parte de un centavo. Los argentinos han captado la indirecta, acumulando aproximadamente 265 mil millones de dólares en efectivo en dólares y depósitos en bancos extranjeros y evitando el peso. Una propuesta del candidato presidencial Javier Milei para oficializar el cambio de pesos a dólares parecerÃa ser el siguiente paso obvio", dice Hanke, arquitecto además de la dolarización en Ecuador en 2001.
El economista de la Universidad Hopkins salió a acallar las crÃticas más comunes sobre sus polémico plan. "Cada vez que en los cÃrculos polÃticos se sugiere la dolarización, se ofrece en oposición una letanÃa de excusas que parecen técnicas. Estas excusas son débiles e irrelevantes y no deberÃan obstaculizar la dolarización oficial de la economÃa argentina", dice.
Y enumera los "mitos" contra la implementación del dólar. "Un Banco Central es superior a la dolarización". Hanke dice que la polÃtica de estabilización del banco central puede funcionar en una pizarra, pero no está preparada para tener éxito en Argentina. Más allá de los diez años del sistema de convertibilidad, apunta que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no ha sido una fuerza para la estabilidad de la economÃa argentina.
"Si bien un banquero central con talento sobrenatural puede estar esperando entre bastidores en algún lugar, la banca central argentina siempre tendrá que lidiar con una falta de restricción fiscal, mercados financieros internos poco desarrollados y la falta de voluntad del público para mantener efectivo en pesos y saldos bancarios denominados en pesos. Esta combinación ha sido el beso de la muerte para la banca central", explica.
Otro mito, según Hanke, es que "el sistema bancario no está preparado para la dolarización". "Hacer negocios en múltiples monedas es un dolor de cabeza para los bancos argentinos. La dolarización serÃa buena para los negocios, al alentar a los argentinos a depositar su efectivo y aumentar el uso del sistema bancario. Los extranjeros también estarÃan más inclinados a mantener saldos denominados en dólares en bancos argentinos. Si bien el sistema bancario perderÃa al BCRA como prestamista de último recurso, las nuevas conexiones con el sistema financiero internacional basado en el dólar brindarÃan mejores oportunidades para que los bancos solventes administren su liquidez", sostiene.
El mito número tres que señala Hanke serÃa que "primero debemos arreglar las finanzas del gobierno". Hanke dice que la indisciplina del gobierno argentino ciertamente no ayuda, pero que eliminar la capacidad del gobierno para financiar sus déficits a través del BCRA es una "forma fantástica de fomentar la disciplina fiscal".
"La planificación financiera será mucho más fácil cuando las tasas de interés y la inflación bajen de tasas anualizadas de tres a un solo dÃgito. Eliminar los incentivos impulsados para que los argentinos trasladen su riqueza al extranjero y fuera del sistema bancario facilitará el cumplimiento tributario. Y los mercados internacionales de capital estarán preparados para prestar en condiciones mucho mejores en dólares estadounidenses que en pesos argentinos. La dolarización puede ser un catalizador útil para arreglar las finanzas del gobierno", pronostica el ex asesor económico de Reagan.
El cuarto mito que Hanke busca aclarar es cómo responderá una economÃa dolarizada a los shocks comerciales. En ese sentido, dice que si Argentina solo enfrentara shocks en los términos de intercambio, estarÃa en una posición mucho mejor que hoy. "El impacto económico de los shocks de polÃtica monetaria y fiscal eclipsa el impacto del comercio internacional. Tampoco es evidente que grandes cantidades del comercio argentino se facturen en pesos, o que la demanda internacional de exportaciones argentinas sea fuertemente elástica en función de los precios. Dar a los socios comerciales la capacidad de mantener saldos denominados en dólares en Argentina también eliminará la tensión en la balanza de pagos de Argentina", postula.
Entre las últimas respuestas a las crÃticas que recibe está el hecho de que la dolarización no es técnicamente factible. "TonterÃas... por supuesto que lo es. El efectivo en pesos en manos del público es el único pasivo monetario que debe ser redimido en dólares. El BCRA tiene dólares más que suficientes para canjear el efectivo en pesos pendiente, y en la medida en que los argentinos estén dispuestos a depositar efectivo en el sistema bancario nuevamente, la tarea del BCRA se vuelve aún más fácil. Todos los demás pasivos monetarios en pesos en el BCRA y dentro del sistema bancario pueden simplemente redenominarse en papel; no se necesitan fondos en dólares para la liquidación", señala, apuntando a que deberÃa haber un bono para los pasivos del BCRA con los bancos (conocido como Leliqs).
Y termina con un ejemplo: las economÃas de California y Nueva York son ambas más grandes que la de Argentina y a pesar de un tipo de cambio fijo y una movilidad limitada de los factores, comercian entre sà sin dificultad.
"Y si bien los dos estados pueden luchar con déficits, ninguna persona razonable sugerirÃa que cada uno necesita un banco central para aumentar la flexibilidad fiscal del estado. Sin embargo, los economistas que están capacitados para examinar los detalles institucionales para ver el meollo del asunto se confunden fácilmente cuando un socio comercial es un Estado soberano", concluye.
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El BCRA está quebrado, por lo tanto, se le haría muy difícil actuar como prestamista de última instancia. Las exportaciones dependen de los precios internacionales que se fijan en Chicago, ya que son mayormente exportaciones de materias primas. El argentino promedio no confía en su propia moneda por los destrozos en materia monetaria del pasado. Hoy, tiene un chip verde en su cabeza. El peso argentino vale 1/1000 o sea 0,001 dólar por cada unidad de moneda nacional. El daño está hecho. Corregir el déficit fiscal por las buenas nunca se pudo y, en Argentina como en todo el mundo, cuando hay desequilibrios, el mercado corrige por las malas. La brecha cambiaria se ensanchó demasiado y el cepo cambiario y los controles de capitales restringen muchísimo el ingreso de divisas al país. Podría seguir hasta mañana destacando puntos a favor de la posición de este economista norteamericano. Antes confiábamos en el peso, ahora nos cuesta creer que haciendo siempre lo mismo nos vaya a ir mejor.