
Las buenas noticias económicas estarían por terminar para Joe Biden. Si bien el PBI creció más de lo esperado en el último trimestre del año pasado, el consenso de los economistas predicen que será el último período en el cual se verá un nivel de actividad que aún no fue manchado por la recesión. De hecho, el dato conocido el jueves marca un enfriamiento en comparación a los trimestres pasados. "La economía no se está cayendo por un precipicio, pero está perdiendo vigor y corre el riesgo de contraerse a principios de este año", afirmó Sal Guatieri, economista sénior de BMO Capital Markets.
El Departamento de Comercio mostró que el producto interno bruto de la nación creció a una tasa anual del 2,9% entre octubre y diciembre. Eso fue levemente inferior a los tres meses anteriores, cuando la economía creció a una tasa anual del 3,2%, pero una marcada mejora con respecto a la primera mitad del año, cuando el PIB se contrajo.
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Pero no todo es color de rosas. En el mercado financiero ven otros indicios que podrían estar mostrando que lo que viene no es precisamente lo mejor. Por un lado, un gran aumento en los inventarios, o bienes no vendidos, generó cerca de la mitad del crecimiento del PIB en el cuarto trimestre.
Remember when plenty of Wall Street analysts were saying that by the end of the year we'd be in a recession? It turns out they were wrong. Instead, we ended the year with one of the strongest economic recoveries in America history.— President Biden (@POTUS) January 26, 2023
Y es probable que las empresas reduzcan la producción en el primer trimestre debido a una economía más débil: ya tienen demasiado inventario disponible después de una desaceleración en las ventas.Mientras tanto, un déficit comercial internacional decreciente y un mayor gasto público también impulsaron el PIB en el cuarto trimestre. Algo que tampoco se espera que contribuya mucho en los primeros meses de 2023.Incluso el gasto de los consumidores y las empresas no fue tan fuerte como parecía. Las ventas de bienes y servicios a compradores nacionales aumentaron apenas un 0,2% en el cuarto trimestre, por debajo del aumento del 1,1% del otoño.
"En cuanto a los datos del PIB del primer trimestre, el impulso en los números no se ve muy bien", remarcó James Knightley, economista jefe internacional de ING. "Necesitamos ver un giro rápido en algo para evitar que el PIB del primer trimestre se vuelva negativo", advirtió.
El consenso de Wall Street sobre la economía del país es, obviamente, refutada por la Casa Blanca. El mismo Biden salió a festejar el dato del PBI y pasarle factura a los bancos de inversión agoreros.
"¿Recuerdas cuando muchos analistas de Wall Street decían que para fin de año estaríamos en recesión? Resulta que estaban equivocados. En cambio, terminamos el año con una de las recuperaciones económicas más sólidas en la historia de Estados Unidos", recordó Biden.
Y agregó que "estoy construyendo una economía para las familias que dependen de sus cheques de pago, no de sus carteras de acciones, para llevar comida a la mesa".
Sea como fuere, a pesar de los claros signos de un débil 2023, algunos economistas son cautelosamente optimistas de que la economía evitará una recesión total y, en cambio, sufrirá una recesión progresiva en la que los sectores declinarán por turnos en lugar de todos a la vez.
Argumentan que la política monetaria ahora actúa con un retraso más corto que antes debido a los avances en la tecnología y la transparencia del banco central lo que, según dijeron, resultó en que los mercados financieros y la economía real actuaran anticipándose a las subas de tasas.
Aunque la inversión residencial sufrió su séptima caída trimestral consecutiva, la racha más larga desde que el colapso de la burbuja inmobiliaria desencadenó la Gran Recesión de 2007-2009, hay señales de que el mercado inmobiliario podría estar estabilizándose. Las tasas hipotecarias han tenido una tendencia a la baja a medida que la Reserva Federal reduce el ritmo de sus aumentos de tasas.
"Gran parte de la reacción a las tasas de interés más altas ya está en la economía y los mercados financieros", dijo Sung Won Sohn, profesor de finanzas y economía en la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles. "Dado que la Fed logró precipitar una recesión continua, es hora de pensar en una estrategia de salida", agregó.
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