
En medio de la escalada bélica en Ucrania con ataques rusos incluso en centrales nucleares, las presiones que sufre la administración demócrata para ir a fondo contra la exportación de gas y petróleo de Vladimir Putin van creciendo dÃa a dÃa. Incluso parte no menor del Partido Demócrata está insistiendo con esa medida, con Nancy Pelosi como abanderada del pedido. La gran pregunta es si Joe Biden podrá resistirse a imponer sanciones en la exportación clave de Rusia; y si tiene que hacerlo, qué efecto tendrá en la ya elevada inflación que tiene el paÃs.
Especialistas consultados por LPO coinciden en que este es un dilema en el que Biden no saldrá ganador. "Las presiones vienen de ambos partidos, principalmente de los republicanos porque dicen que Biden está mandando 700 millones de dólares en compra de combustible a Rusia y con eso fomentando la guerra de manera indirecta. Y ese es un argumento que no puede ganar", explicó Sebastián Maril, CEO de Latam Advisors.
De hecho, un grupo bipartidista de senadores presentó el jueves un proyecto de ley para prohibir las importaciones estadounidenses de petróleo ruso, diciendo que los envÃos podrÃan reemplazarse aumentando la producción en América del Norte y otros lugares.
El proyecto en danza, llamada Ley de Prohibición de las Importaciones de EnergÃa Rusa, está impulsado por 18 senadores en la cámara de distinto color polÃtico: desde Joe Manchin hasta la republicana Lisa Murkowski, pasando por el demócrata liberal de Ed Markey.
La iniciativa tendrÃa que ser aprobado por el Senado y la Cámara y ser firmado por el presidente para convertirse en ley, pero la Casa Blanca teme que podrÃa aumentar el precio de la gasolina en un momento en que la inflación ya es muy alta.
"Estamos analizando opciones que podrÃamos tomar en este momento para reducir el consumo de energÃa rusa en Estados Unidos, pero estamos muy concentrados en minimizar el impacto en las familias", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. "Si reduce la oferta en el mercado global, aumentará los precios de la gasolina", advirtió.
"A Biden sus problemas en el frente externo lo encuentran en simultáneo con graves problemas en el frente interno. Por la inflación y la suba de tasa de la Fed, el temor es que tenga efectos sobre el crecimiento económico. Y a eso se le suma el fenomenal aumento de precios en la energÃa que si bien afecta más a Europa que a EEUU, hace que aplicar sanciones extra resulte muy complejo", indicó Santiago Palma Cané, socio de la consultora Fimades.
El proyecto en danza, llamada Ley de Prohibición de las Importaciones de EnergÃa Rusa, está impulsado por 18 senadores en la cámara de distinto color polÃtico: desde Joe Manchin hasta la republicana Lisa Murkowski, pasando por el demócrata liberal de Ed Markey.
Maril cree que las presiones internacionales harán que Biden tenga que bloquear el petróleo y gas ruso. "La pregunta relevante es si va a hacer algún tipo de daño porque todo lo que no pueda vender hacia Occidente lo comprará China", recordó.
Parte de la clave de lo viene estará en el viaje que tendrá Kamala Harris la semana que viene hacia Polonia y Rumania. Se especula que empezarán a negociar las potenciales nuevas sanciones a Rusia, entre ellas qué hacer con las importaciones de crudo por parte de Occidente.
"Biden no va a poder esperar más para colocar más sanciones y golpear las exportaciones rusas de combustible. Lo va a tener que hacer a pesar de que eso genere más inflación", agregó el CEO de Latam Advisors.
Algunos especialistas creen que si finalmente se avanza en esas sanciones, el impacto sobre el precio de los combustibles en EEUU no será tan de largo plazo. Una reciente investigación de Peterson Institute for International Economics (PIIE) recuerda que incluso antes de la invasión, los precios de la gasolina en el paÃs ya habÃan aumentado considerablemente desde febrero pasado, impulsando la inflación a un máximo de casi 40 años.
"¿El conflicto impulsará los precios aún más y por cuánto tiempo? La respuesta: los efectos son reales, pero probablemente serán de corta duración y/o regionalizados, y el mercado europeo soportará los impactos más significativos", afirmaron.
Dicen que si bien la respuesta obvia serÃa que los conflictos bélicos de paÃses ricos en petróleo elevan los precios mundiales, esos movimientos se producen antes de que sucedan los hechos. Los contratos de futuros del crudo Brent, la referencia petrolera más negociada, se dispararon de u$s96-97 por barril el 23 de febrero, el dÃa anterior a la invasión, a más de u$s105 al mediodÃa del 24 de febrero y hasta $115 el 2 de marzo, cuando la amplitud de la ofensiva rusa se puso de manifiesto.
"Según los estándares históricos, el aumento de precios no es tan notable", acota el think tank con sede en Washington. Explican que hasta ahora, el punto más alto del crudo Brent ha sido un 18 por ciento por encima de los precios previos a la invasión. En comparación, los precios del petróleo se dispararon un 60 por ciento en el mes siguiente a la invasión de Kuwait por Irak en 1990. "Pero estos aumentos de precios bien podrÃan ser de corta duración", señala PIIE.
"Saber dónde conducirá el conflicto entre Rusia y Ucrania es una incógnita. Pero hay buenas razones para creer que los efectos para los mercados energéticos globales no serán tan graves como sugerirÃa la sabidurÃa convencional", asegura.
Sea como fuere, la decisión que tiene que tomar la administración Biden junto a los lÃderes europeos no será sencilla. Palma Cané cree que el demócrata no hará nada todavÃa, y esperará a ver si hay una desescalada de la crisis. "TodavÃa hay margen para que ese tema este a un lado, pero si escala la decisión va a tener que tomarse. Biden tiene muy poco margen. Cuando ves el componente de la energÃa en la inflación es fundamental, por eso resulta una decisión difÃcil de tomar", sostiene el analista.
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