La economía se recuperó con fuerza en el tercer trimestre en medio de un déficit comercial cada vez menor, dos datos que le sonríen parcialmente a la administración demócrata que, de cualquier manera, no evitará que el 2023 sea recesivo. "Durante meses, los agoreros han argumentado que la economía estadounidense está en recesión y los republicanos del Congreso han estado apoyando una recesión. Pero con el Informe del PIB del tercer trimestre de hoy, obtuvimos más evidencia de que nuestra recuperación económica continúa avanzando", sostuvo el presidente Biden.

El mandatario, en una serie de tuits relativos al tema, dijo que "ahora, debemos avanzar más en nuestro principal desafío económico: reducir los altos precios para las familias estadounidenses". "Los precios de la gasolina están cayendo y mi administración ha aprobado leyes que reducirán los costos de los medicamentos recetados y las primas del seguro médico a partir del próximo año", sostuvo.

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El producto interno bruto aumentó a una tasa anualizada de 2,6% el trimestre pasado luego de contraerse a un ritmo de 0,6% en el segundo trimestre. Los economistas habían pronosticado que el crecimiento del PIB se recuperaría a una tasa del 2,4%, con estimaciones que oscilaban entre una tasa mínima del 0,8% y una tasa máxima del 3,7%.

El informe anticipado del producto interno bruto del tercer trimestre del Departamento de Comercio también mostró que la inversión residencial se contrajo por sexto trimestre consecutivo, el plazo más largo desde el colapso del mercado inmobiliario en 2006, a medida que el sector se derrumba por las tasas hipotecarias altísimas.

Si bien la inflación general se desaceleró sustancialmente desde el segundo trimestre, las presiones subyacentes sobre los precios continuaron burbujeando.

Aún así, el regreso al crecimiento después de dos caídas trimestrales consecutivas del PIB ofreció evidencia de que la economía no estaba en recesión, aunque los riesgos de una recesión han aumentado a medida que la Reserva Federal redobla las subas de tasas para luchar contra la mayor inflación en 40 años. ."A pesar de la brillante cifra del PBI, una mirada debajo del capó muestra una imagen mucho más sombría de la economía, una que claramente está perdiendo fuerza", dijo Sal Guatieri, economista senior de BMO Capital Markets a Reuters. "Con el efecto completo de las pasadas y futuras subas de tasas de la Fed aún por sentirse, la economía parece preparada para una modesta recesión en la primera mitad del próximo año".

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal

Por otro lado, el déficit comercial se redujo drásticamente a medida que la desaceleración de la demanda frenó la factura de importación de bienes. Las exportaciones también aumentaron durante el trimestre. La brecha comercial más pequeña agregó 2,77 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, la mayor desde el tercer trimestre de 1980."El crecimiento del PIB no puede sostenerse sin el crecimiento del sector privado interno", añdió Chris Low, economista jefe de FHN Financial en Nueva York.Los datos probablemente tendrán poco impacto en la política monetaria, aunque los funcionarios de la Fed podrían consolarse con la disminución de la demanda. Los datos de precios de gastos de consumo personal para septiembre y las cifras de costos laborales del tercer trimestre, que se publicarán el viernes, podrían tener más peso antes de la reunión de política monetaria del banco central del 1 al 2 de noviembre. La Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia a un día desde casi cero en marzo hasta el rango actual de 3% a 3,25%, el ritmo más rápido de ajuste de políticas en una generación o más.