El gobierno de Biden redujo el déficit presupuestario para el año fiscal 2022 a la mitad con respecto al año anterior a $1,37 billones, debido a la disminución del gasto por COVID-19 y los ingresos récord impulsados por una economía en alza. El resultado es positivo para reducir la inflación ya que el plan demócrata consiste en retirar dinero de la economía y subir fuerte las tasas de interés.

El Tesoro confirmó que la reducción de $1,4 billones en el déficit seguía siendo la mejora más grande en un solo año en la posición fiscal del país, ya que los ingresos alcanzaron un récord de $4,89 billones, un aumento de $850 mil millones, o un 21% desde el año fiscal 2021.

El Fondo advirtió que la economía global salpicará a Estados Unidos y redujo su pronóstico de crecimiento

El presidente Biden viene hablando de las reducciones del déficit en declaraciones en la Casa Blanca, apuntando a los republicanos por hablar pero no hacer nada para reducir el déficit. El ajuste fiscal siempre fue una bandera de los republicanos. 

El presidente hizo alarde del ajuste al recordar que su administración redujo el déficit al tiempo que aumentó el gasto en infraestructura y amplió los beneficios para los estadounidenses de ingresos medios y bajos. 

"Sabes, hemos pasado de una recuperación económica históricamente sólida a un crecimiento constante y estable, al tiempo que redujimos el déficit", repitió Biden.

Los desembolsos para el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre, cayeron en un récord de $550.000 millones, o un 8% desde el año pasado a $6,27 billones. Pero los desembolsos para septiembre, el último mes del año fiscal, incluyeron el reconocimiento de $430.000 millones en costos del plan de la administración Biden para perdonar la deuda estudiantil de hasta $20.000 para ex estudiantes universitarios que ahora ganan menos de $125.000 al año y menos de $250.000 para parejas casadas.

Janet Yellen, la secretaria del Tesoro

La medida llevó el déficit presupuestario de septiembre a $430.000 millones, más de seis veces el déficit de septiembre del año anterior de $65.000 millones. En la mayoría de los años, septiembre es un mes de superávit debido al pago de impuestos corporativos e individuales trimestrales.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló que la administración Biden estaba manteniendo una "política fiscal creíble" a pesar del alivio de la deuda estudiantil sin fondos que prometió durante la campaña. 

Biden viene apuntando a los republicanos por hablar pero no hacer nada para reducir el déficit. El presidente hizo alarde del ajuste al recordar que su administración redujo el déficit al tiempo que aumentó el gasto en infraestructura y amplió los beneficios para los estadounidenses de ingresos medios y bajos

"Veo que nuestra deuda está en un camino responsable", dijo, y agregó que se pronostica que el interés neto de la deuda como parte del PIB solo aumentará alrededor del 1%, un nivel histórico "bajo".

El gobierno proyecta que con la desaceleración de la economía aún más en medio de tasas de interés más altas de la Reserva Federal, los ingresos se desacelerarán en los próximos años. El aumento de los costos de los intereses también comenzará a consumir una mayor parte del presupuesto federal.

La Oficina de Presupuesto del Congreso había pronosticado un déficit fiscal de 2023 de aproximadamente $984.000 millones, con un aumento constante de los déficits a partir de entonces a casi $2 billones para 2030.