De acuerdo con datos de la Oficina de Estadísticas Laborales en Estados Unidos, o BLS por sus cifras en inglés, el desempleo entre trabajadores latinos ha ido subiendo desde finales del 2022.

Este aumento, sin embargo, no necesariamente significa que las condiciones laborales de los latinos se están deteriorando: en vez de reflejar que están siendo víctimas de despidos o de falta de oportunidades, el aumento en la tasa de desempleo parece estar apuntando, sobre todo, a que cada vez más latinos quieren un empleo y están disponibles para trabajar.

En septiembre del año pasado la tasa de desempleo de los latinos era del 3,9%, la cifra más baja en los 50 años que BLS lleva publicando este dato. Pero para febrero del 2023 este número había aumentado a 5,3%,  colocándose casi dos puntos porcentuales por arriba de la tasa de desempleo promedio en Estados Unidos (3,6%).

Un aumento en el desempleo puede reflejar varias cosas sobre el mercado laboral. Por ejemplo, puede reflejar que las compañías están preocupadas por el clima de negocios y dejando de contratar a nuevos trabajadores. O que empleadores en un sector de la economía están teniendo problemas financieros y recurriendo a despidos masivos para reducir sus costos. O, también, que hay poca compatibilidad entre el tipo de empleos disponibles y los intereses y habilidades de quienes buscan trabajo.

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Pero por la forma en la que se calcula esta estadística, que la tasa de desempleo crezca también puede apuntar a que más personas están entrando a la fuerza laboral.

¿Qué mide, exactamente, la tasa de desempleo? El BLS considera a un trabajador como desempleado si cumple con tres condiciones: no tiene trabajo, ha buscado un trabajo de forma activa en algún momento de las últimas cuatro semanas, y se encuentra disponible para trabajar. Quienes no tienen trabajo y no cumplen alguna de las otras dos condiciones son clasificados como personas fuera de la fuerza laboral por la oficina estadística estadounidense. 

Aunque sufrieron pérdidas de empleo especialmente grandes durante la recesión del 2020, los latinos han recuperado, en términos netos, todos los trabajos que perdieron durante los primeros meses de la pandemia. Más que eso, la recuperación de empleo de este grupo ha sido mucho más fuerte que para los trabajadores estadounidenses en promedio

Por ejemplo, una mujer que quiere trabajar pero que no ha tenido tiempo de enviar solicitudes de empleo en último mes va a ser considerada como estando fuera de la fuerza laboral por BLS, no como desempleada. Los estudiantes de tiempo completo, las personas retiradas, y quienes se dedican a tareas del hogar no renumeradas tampoco son considerados como desempleados.

Como consecuencia de la pandemia, millones de trabajadores en Estados salieron de la fuerza laboral. De acuerdo con investigadores del Banco de la Reserva Federal, las disrupciones en el sistema educativo y de salud llevaron a que muchas personas dejaran de trabajar y de buscar empleo para dedicarse a cuidar a sus familias. Otros trabajadores dejaron sus puestos por miedo a enfermarse. Muchos otros decidieron retirarse.

Desde que estalló la crisis del coronavirus la recuperación en la tasa de participación en la fuerza laboral ha sido más lenta que la recuperación de otros indicadores económicos. Pero desde noviembre de 2022 casi dos millones de trabajadores han regresado, o entrado por primera vez, a la fuerza laboral. Una señal de que las condiciones laborales siguen normalizándose.

Para ser burdos, entonces, la forma en la que se calcula la tasa de desempleo deja espacio para que esta cifra suba por razones "buenas" (un aumento en la fuerza laboral) y razones "malas" (despidos, una caída en la demanda por trabajadores).

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En los últimos meses la subida en la tasa de desempleo de los latinos se ha dado, sobre todo, por razones buenas: desde noviembre del 2022 casi 850.000 latinos han entrado a la fuerza laboral.  

Este aumento no necesariamente significa que las condiciones laborales de los latinos se están deteriorando: en vez de reflejar que están siendo víctimas de despidos, el aumento en la tasa de desempleo parece estar apuntando a que cada vez más latinos quieren un empleo y están disponibles para trabajar

En los mismos meses, el empleo entre latinos ha aumentado por más de 400.000 trabajos. Aunque sufrieron pérdidas de empleo especialmente grandes durante la recesión del 2020, los latinos han recuperado, en términos netos, todos los trabajos que perdieron durante los primeros meses de la pandemia. Más que eso, la recuperación de empleo de este grupo ha sido mucho más fuerte que para los trabajadores estadounidenses en promedio.

Mientras que el empleo entre todos los trabajadores estadounidenses apenas se recuperó de la crisis del coronavirus y se encuentra 1% arriba del nivel de empleo en febrero de 2020, el número de latinos que tiene trabajo creció en 5% en los mismos tres años.

A pesar de las presiones inflacionarias, turbulencias en el sistema bancario y despidos masivos en el sector de la tecnología y en medios de comunicación, la gran mayoría de los indicadores apuntan a un mercado laboral estadounidense excepcionalmente fuerte, y los trabajadores latinos son uno de los grupos demográficos que más se ha beneficiado de la recuperación económica, al menos en términos de empleo.