Una delegación de organizaciones civiles de California viajó a Washington para demandar que el presidente Joe Biden decrete una emergencia que proteja ante deportaciones a millones de trabajadores indocumentados.

"Ya que durante cuatro décadas por diversas razones no han podido aprobar una reforma migratoria, pedimos que el presidente Biden reconozca a los millones de trabajadores indocumentados esenciales que durante la pandemia alimentaron y sirvieron al pueblo estadounidense", dijo el abogado de migración Juan José Gutiérrez.

Además, el representante de inmigrantes afirmó que los trabajadores esenciales indocumentados merecen por decreto el Estatus de Protección Temporal (TPS) ante deportaciones.

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Gutiérrez es el director ejecutivo de la Coalición por los Derechos Plenos de los Migrantes, promueve la reforma migratoria desde la década de los años noventa y esta vez encabezó la delegación de organizaciones de San Francisco, Los Ángeles, San Bernardino, Ventura y otras zonas de California.

"En California somos el estado que tiene más inmigrantes documentados e indocumentados, así que tenemos el derecho y la responsabilidad de estar en un encuentro como este, en que se habla de la migración al más alto nivel", dijo.

En California somos el estado que tiene más inmigrantes documentados e indocumentados. Tenemos el derecho y la responsabilidad de estar en un encuentro como este, en que se habla de la migración al más alto nivel.

Los mandatarios de México y Estados Unidos acordaron en su encuentro otorgar 300.000 visas de trabajo, como medida para frenar la migración. Son 150.000 visas de trabajo para mexicanos y 50.000 para cada uno de los tres países del triángulo del norte centroamericano: Honduras, Guatemala y El Salvador.

"Nosotros pensamos que el plan de visas está muy bien, pero los presidentes no deben olvidar a los trabajadores indocumentados que ya están aquí, en Estados Unidos, y que son padres de más de cinco millones de niños y niñas estadounidenses, quienes tienen plenos derechos en el país", reflexionó Gutiérrez.

El abogado aseguró que los migrantes indocumentados son tan importantes para la economía mexicana por las remesas de alrededor de 50 mil millones de dólares anuales que envían a su país de origen, como para la estadounidense al sacar adelante la economía nacional como trabajadores esenciales a lo largo de la pandemia.

"Son millones de trabajadores que no van a venir con visa, ya están aquí, y que merecen reconocimiento y cuando menos un tipo de alivio migratorio, como el TPS", declaró Gutiérrez.

El plan de visas está muy bien, pero los presidentes no deben olvidar a los trabajadores indocumentados que ya están aquí, en Estados Unidos, y que son padres de más de cinco millones de niños y niñas estadounidenses, quienes tienen plenos derechos en el país.

El tema de la migración no fue el único que discutieron los dos mandatarios, pero particularmente por el lado de México fue el principal, y Estados Unidos lo tomó como medida conciliatoria.

El encuentro se llevó a cabo a un mes de que López Obrador se negara a asistir a California a la Cumbre de las Américas, porque la administración Biden se abstuvo de invitar a todos los dignatarios del continente, al excluir a Miguel Díaz Canel de Cuba, Daniel Ortega de Nicaragua y Nicolás Maduro de Venezuela.

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California tiene mejores relaciones con México que otros estados en la frontera y también en eso se consolida como la contracara de Texas. Un día antes de asistir al encuentro con el presidente Biden, AMLO criticó nuevamente la retórica del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, quien ordenó a policías y militares de la Guardia Nacional detener y deportar a México a los migrantes que crucen la frontera, una medida que viola el derecho constitucional al usurpar funciones de agentes federales.

López Obrador también ha chocado con la administración Biden en cuanto al consumo de energía contaminante, los beneficios a una empresa nacional sobre inversiones acordadas con Estados Unidos y las críticas del Departamento de Estado y senadores porque México ha hecho poco por esclarecer asesinatos de periodistas durante el sexenio de López Obrador.