Más de un millón de dreamers necesitan movilizarse en el país como lo hizo el movimiento de Black Lives Matter para conseguir que les otorguen la residencia legal permanente en Estados Unidos y dejar de depender de un juego político de legisladores. La afirmación pertenece al profesor Armando Vázquez Ramos, un experto en el tema de larga trayectoria.

"Mientras los mismos jóvenes no despierten, mientras no se pongan en pie de lucha, van a dejar que les sigan engañando", advirtió en diálogo con LPO Vázquez Ramos, fundador y director del Centro de Estudios California México en la Universidad Estatal en Long Beach.

Vázquez Ramos considera que los jóvenes indocumentados a quienes el ex presidente Barack Obama otorgó permiso temporal renovable para permanecer en el país, sin perder su condición migratoria de indocumentados, "necesitan movilizarse y presionar".

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De acuerdo con el profesor, lo que los dreamers deberían hacer es unirse al resto de once millones de indocumentados en el país y demandar un perdón presidencial, para que ahora puedan vivir en el país.

En campaña preelectoral, en la que se perfila la posibilidad de que los demócratas conserven la mayoría en el Congreso, los legisladores han guardado silencio sobre el tema, mientras el gobierno federal pareciera apoyar a los dreamers.

De acuerdo con el profesor Vázques Ramos, lo que los dreamers deberían hacer es unirse al resto de once millones de indocumentados en el país y demandar un perdón presidencial, para que ahora puedan vivir en el país.

La administración del presidente Joe Biden convirtió a fines de agosto en regla federal el programa que defiende a los dreamers ante deportaciones, con lo que blindaría el programa ante potenciales demandas en las cortes.

Sin embargo, Vázquez Ramos es escéptico. "Eso no cambia absolutamente nada para los dreamers" advirtió el director del Centro de Estudios California México en la Universidad Estatal. A su criterio, la decisión de Biden lo único que hace es empatar el programa de los dreamers "con el de Estatus de Protección Temporal (PTS) ante deportaciones, que ha estado en vigor por décadas".

Son programas, de acuerdo con el profesor Vázquez Ramos, que continúan la condición migratoria de indocumentados a sus beneficiarios, aunque les otorguen protección temporal renovable ante deportaciones.

El profesor Vázquez Ramos con alumnos del centro de estudios California-México.

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Bajo esas circunstancias, los dreamers y los "TPSianos" quedan en un limbo migratorio en el que no pueden convertirse en residentes legales permanentes, que es requisito para años después solicitar la ciudadanía estadounidense, y no pueden salir del país, excepto por claros motivos humanitarios.

Obama creó en 2012 el programa de Acción Diferida para quienes Arribaron durante la Infancia o DACA por sus siglas en inglés, para proteger legal y temporalmente ande deportación a quienes llegaron al país cuando eran niños en compañía de sus padres, crecieron en Estados Unidos, el único país que conocieron y al que consideraron como propio.

Unas 600.000 personas se acogieron entonces, pero desde la era de Donald Trump el programa enfrenta una serie de retos legales que han impedido que por lo menos 500.000 jóvenes indocumentados sean incluidos. Los beneficiarios se llamaron dreamers o soñadores porque siempre argumentaron que tenían su sueño de ser estadounidenses.

Obama creó en 2012 el programa DACA para proteger a quienes llegaron al país cuando eran niños en compañía de sus padres. Son jóvenes que crecieron en Estados Unidos, el único país que conocieron y al que consideraron como propio.

El profesor Vázquez Ramos dice que algunas organizaciones que representan a los dreamers en todo el país han optado por apoyar a la bancada demócrata con esperanza de que al conservar la mayoría en el Congreso les ayuden a continuar el programa pero también eventualmente a conseguir la residencia legal en el país, es decir, a dejar de ser indocumentados.

"Lo que nosotros decimos es que ya probamos quienes son los once millones de indocumentados, somos los trabajadores esenciales que sacaron adelante al país durante la pandemia y pusimos nuestras bajas, somos los que seguimos alimentando al país", afirma el profesor Vázquez Ramos.

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Explicó que estar de manera indocumentada en el país ‘no es un delito mayor, ni siquiera es un delito menor, es una falta administrativa". Aseveró que en ese sentido todos los indocumentados, no solo los dreamers, merecen de un perdón presidencial.

"Los perdones presidenciales no son nada extraordinarios. En su primer día de gobierno el ex presidente Jimmy Carter perdonó a cientos de miles de traidores; Trump ha perdonado a traidores a la patria y a delincuentes, ¿por qué no una orden ejecutiva para los millones de inmigrantes que han sacado adelante al país?" cuestionó.

Actualmente el Centro de Estudios California México intenta conseguir el respaldo de la bancada latina en el congreso para que apoye la petición de ese perdón.

Pero "en etapa preelectoral están muy calladitos". Sin embargo, de acuerdo con el académico, este es el momento en que los dreamers podrían organizarse para demandar que se regularice la condición migratoria de los indocumentados.