Ninnette García nació en Guatemala pero vive desde hace más de cuatro décadas en Los Ángeles. Como profesora de inglés e historia en Utah Street Span School, trabaja en el barrio Boyle Heights, al Este de la ciudad más importante de California. García da clases a estudiantes de sexto grado, que provienen en muchos casos de familias de bajos recursos y pertenecen a la comunidad latina. Miembro de la Unión de Maestros de Los Ángeles (UTLA), Ninnette se sumó en las últimas semanas a la huelga histórica que logró un 30% de aumento salarial para los trabajadores de la educación y forzó a una mediación personal de la alcaldesa afroamericana Karen Bass. En diálogo exclusivo con LPO, la profesora latina explica las razones de la protesta y cuenta quiénes son los protagonistas del movimiento.

¿Cómo fue posible esta huelga? ¿Qué pasó para que se organizaran los trabajadores y los maestros?

Empezó por los trabajadores del Local 99 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU) porque desde 2020 no les querían reconocer lo que ellos estaban pidiendo: aumento de sueldo, mejoras laborales en el campo de trabajo y también que tuvieran beneficios, como seguro médico, seguro dental. Ellos son los asistentes de maestros, los que curan a los niños en el tiempo del almuerzo y recreo, los que manejan autobuses, cocineros y otros trabajadores que no trabajan directamente como maestros. Con las negociaciones, no habían logrado nada, el superintendente Alberto Carvalho los seguía ignorando y lo que él decía que eran negociaciones a favor de ellos no alcanzaban ni siquiera la mitad de lo que ellos pedían. Por el lado nuestros, nosotros teníamos planeada una protesta por nuestro sueldo y los del Local 99 no tenían bastante recursos para hacer la huelga solos, entonces la unión de maestros decidió unirse a ellos. El superintendente había decidido cerrar las escuelas y a nosotros los maestros se nos indicó que nos presentaremos a trabajar. El cerraba las escuelas debido a que los otros trabajadores no iban a poder estar. Con las negociaciones, no habían logrado nada, el superintendente Carvalho los seguía ignorando y lo que él decía que eran negociaciones a favor de ellos no alcanzaban ni siquiera la mitad de lo que ellos pedían.

Muchos piensan que es una protesta sin precedentes.

La última protesta que hicimos nosotros los maestros fue en el 2019. Fue una huelga casi de 9 días. La novedad es que ahora nos unimos con los trabajadores del Local 99. Ellos no tenían antecedente de una protesta así.

¿Cómo es posible? ¿Por la organización sindical, por la inflación, porque el gobierno se comporta mal?

El distrito escolar de los Ángeles recibe fondos federales distribuidos por el gobierno central y los fondos que han recibido solo los han acumulado. Con la pandemia se acumuló un fondo de 4,9 millones y, aún con esa plata que tenían, no querían las negociaciones de aumentarle a las personas.

LPO

¿El superintendente Carvalho sigue la línea de Karen Bass o tiene autonomía?

Eso es lo que nosotros no entendemos o no está claro. Carvalho es el superintendente que tomó el cargo a raíz de que el anterior se retiró. El viene de Florida, donde supuestamente tenía un gran prestigio, aunque hay medios que dicen lo contrario. El no estaba de acuerdo en los aumentos y las negociaciones que él proponía no se acercaban en nada al aumento del 30% que reclamaban los trabajadores. La primera vez había sido 14%, después 23%, pero los asistentes de maestros estaban ganando menos de 20 mil dólares al año, muy por debajo de la línea de la pobreza.

Con una intervención decisiva de Bass, los trabajadores de la educación de Los Ángeles consiguen un histórico aumento del 30%

¿El proceso de sindicalización está avanzando en Los Ángeles?

Es muy fuerte en la sindicalización, siempre lo ha sido y muchos políticos, en especial los republicanos, han querido botar el sindicato de California. Por alguna razón, no se ha logrado, aunque Trump dio marcha atrás con algunos derechos sindicales.

La última protesta que hicimos los maestros fue una hulega de casi 9 días en 2019. La novedad es que ahora nos unimos con los trabajadores del Local 99. Ellos no tenían antecedente de una protesta así.

¿Cómo se logró la victoria sindical?

Bass si busco una solución, ella se involucró para ser mediadora y estuvo tres días trabajando con Carvalho para saber qué era lo que pedían los trabajadores y prácticamente consiguieron casi todo lo que pedían.

Bass fue decisiva, era importante para ella cerrar este conflicto.

Yo creo que si, las escuelas estaban cerradas por tres días y muchos padres estaban reclamando porque no tenían con quien dejar a los niños. Se temía que hubiera un efecto dominó. Se que ella trabajó casi tres días seguidos con Carvalho, revisando lo que ellos pedían y creo que de alguna manera ya no le quedó remedio a Carvalho, de que si había presupuesto para poder pagar.

La huelga iba a seguir...

Estaba declarada por tres días y, si no había ningún arreglo, el sindicato iba a seguir negociaciones con sus miembros y una posibilidad era sí, que volviera a seguir.

¿Quiénes son los protagonistas de esta huelga?

Están mezclados. La mayoría viene siendo afroamericanos y latinos pero hay mucho anglosajón también. El distrito escolar unificado de Los Ángeles tiene 600 escuelas, es grandísimo. El día de las protestas me pude dar cuenta de que en mi escuela la mayoría de los que protestaban eran latinos, pero afuera había muchos afroamericanos. Es una diversidad.

Sesenta y cinco mil trabajadores de la educación inician una huelga de tres días en Los Ángeles y complican a Karen Bass

¿Cómo cambió la presencia de los latinos en todos estos años?

Depende de las áreas, pero al menos donde yo me desenvuelvo hay más aceptación, tenemos tal vez mejores oportunidades de trabajo, pero todavía a veces se ve un cierto racismo en ciertas áreas.

Sin embargo, los políticos van a buscar el voto latino a la hora de las elecciones.

Es que somos muchos, en mi área somos muchos y en un tiempo pues no había voz, la mayoría eran indocumentados y los que se llaman legales en el país a veces no se involucraban en cuestiones políticas porque de alguna manera había cierto... A nivel personal, no puedo hablar por los demás, yo por un tiempo era temerosa de involucrarme en cualquier cosa porque ya traía detrás de mi mente el sistema que hay en Guatemala, de que cualquier cosa que haces te consideran subversivo. De alguna manera a veces uno resistía de participar porque no sabían cuáles podrían ser las consecuencias. Con el tiempo y el poder asimilar tal vez un poquito más la cultura, en lo personal sentí más libertad de poderlo hacer.

Bass estuvo tres días trabajando con Carvalho para saber qué pedían los trabajadores y prácticamente consiguieron casi todo lo que pedían. Las escuelas estaban cerradas por tres días y muchos padres no tenían con quien dejar a los niños. Se temía que hubiera un efecto dominó. 

¿Cómo son las nuevas generaciones en relación a ustedes, los que llegaron hace mucho tiempo?

Depende porque hay muchos jóvenes que vienen siendo la segunda generación acá, que prácticamente no conocen de dónde venimos. Sus ideas tienen que ver más con cómo ellos crecieron en este país. A veces no hay cierta afinidad. De la manera que se puede dar es si uno de padre lo va trasvasando a ellos. De lo contrario, a veces son muy apáticos diría yo. La mayoría de los que participan y están conscientes son estudiantes universitarios que se han involucrado en la comunidad.

En un tiempo pues no había voz, la mayoría eran indocumentados y los que se llaman legales a veces no se involucraban en cuestiones políticas. A nivel personal, yo era temerosa de involucrarme en cualquier cosa. 

California es un estado donde gobiernan los demócratas hace muchos años y la inflación es un gran problema.

Si bastante, especialmente la vivienda y la comida, la gasolina es carísima. En pláticas con colegas en estos últimos días, los tres días de la huelga que nosotros apoyamos, de alguna manera se nos hace increíble que somos los únicos profesionales que necesitamos una licenciatura o quienes tenemos hasta una maestría y somos los únicos que salimos a reclamar por nuestro sueldo. Los doctores no lo hacen, los licenciados tampoco, entonces yo creo que de alguna manera esta profesión no está respetada y la verdad que todo lo que hacemos en la escuela va mucho más allá de cómo dar una clase. A veces estamos trabajando con niños que vienen de hogares totalmente disfuncionales, niños de casas hogares, otros que sus papás están en la cárcel, niños que vienen de lo que llaman pandillas y tenemos que poner el ambiente neutral para que ellos puedan aprender. Los administradores están totalmente desconectados de esa realidad. Hay una forma de opresión, no tengo una mejor palabra.

¿Esto puede influir y llevar a que otros profesionales salgan a reclamar también por aumentos?

Yo creo que sí, y creo que una de las razones por las que la UTLA se unió a la Local 99 es porque nosotros también estamos en negociaciones. Ahora Carvalho puede saber que en algún momento los que nosotros apoyamos nos pueden apoyar a nosotros. Y no creo que él quiera que se repita la misma cosa, entonces posiblemente tengamos mayor oportunidad de que las negociaciones de nuestros contratos sean más factibles. Las autoridades a veces se desconectan de la realidad de un docente, de lo que se vive en la escuela. En mi escuela no es así pero a veces he ido a otras escuelas donde las puertas se están cayendo, los baños no tienen puerta, a veces hay muchos niños que solo tienen poco encargados de disciplina, vivimos con el alma en un hilo, porque a veces nos vienen a disparar.