Molestos porque la administración Biden continúa la construcción del muro de Donald Trump que separa a México de Estados Unidos, los legisladores demócratas de la frontera de California amenazan con votar junto a sus colegas republicanos si buscan destituir al secretario de Seguridad, Alejandro Mayorkas.

El congresista que ha representado a la frontera de California, Juan Vargas, advirtió en conferencia de prensa que, si el secretario Mayorkas enfrenta un proceso de destitución de parte de legisladores republicanos, él estaría dispuesto a prestar su apoyo para la iniciativa. "Yo podría votar a favor de que lo destituyan, porque nos ha traicionado, en este asunto en particular", dijo.

La conferencia fue para exigir a la administración Biden que suspenda la construcción que reanudó esta semana de dos muros paralelos a otro que la separa la frontera, todos de 30 pies de alto, en el Parque de la Amistad, un sitio de encuentro de familias, grupos culturales y servicios religiosos simultáneos en ambos lados del muro.

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En términos de que los muros se necesiten para detener a los migrantes que cruzan la frontera, el congresista demócrata consideró que en particular en ese espacio el cruce es irrelevante. "Nadie cruza la frontera por ahí, desde hace mucho. Hemos preguntado a patrulleros cuándo fue la última vez que agarraron a alguien que había cruzado la frontera por el parque de la amistad, y ni siquiera lo recuerdan", afirmó.

"No hay razón para que los muros de Trump se sigan construyendo, y hay menos razón para que se sigan construyendo en un parque que representa los lazos de amistad de los dos lados de la frontera", dijo Vargas en diálogo con LPO.

El congresista demócrata Juan Vargas.

Juan Vargas

Agregó que el presidente Biden declaró en su campaña que no habría más muros, y recordó que en enero pasado en la Ciudad de México el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció públicamente a Biden durante una conferencia conjunta que fuera "el único presidente que no ha construido un solo metro de muro" en la frontera.

Por su parte, el asambleísta o legislador estatal David Álvarez, quien también representa la frontera, explicó que no hay una justificación para continuar los muros. "Francamente es una vergüenza. Hace dos años que ya no está Trump, y que esta administración esté ahora apenas levantando muros, especialmente en un parque donde no debería de haber ninguno, no puede ser menos que una vergüenza", declaró.

No hay razón para que los muros de Trump se sigan construyendo, y hay menos razón para que se sigan construyendo en un parque que representa los lazos de amistad de los dos lados de la frontera. 

Álvarez es el regidor que en el gobierno de San Diego representó por años la frontera, y ahora es el asambleísta para la misma zona, por lo que ha tenido que ver con el parque durante años. "Honestamente, es un error de la administración Biden estar construyendo muros en el parque", insistió.

LPO quiso consultar con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a la que pertenece la patrulla, pero por única respuesta nos refirieron a un breve comunicado de febrero en el que dice que los dos muros adicionales no van a sellar el paso al parque.

Pero el reverendo John Fanestil, de la Iglesia Fronteriza y del grupo de los Amigos del Parque de la Amistad, dijo que esa construcción de tres muros paralelos borra todo sentido de acercamiento que fue el propósito del parque. Explicó que del lado de México el parque está totalmente abierto y es un lugar muy visitado tanto por turistas como por familias que antes podían ver a sus seres queridos a través del muro al lado estadounidense.

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A partir de 1971 el parque fue punto de reunión de familias que por diversos motivos no podían cruzar la frontera para verse en persona. De un lado llegaban familias de lugares tan distantes como los estados de Nueva York y Washington; del otro, desde toda Latinoamérica.

Trump levantó un muro de 30 pies por el que las familias ya solo podían tocarse las yemas de los dedos. Pero hace tres años la patrulla fronteriza cerró el acceso al parque por la pandemia y no ha vuelto a permitir la entrada.

Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, un viejo muro de diez pies de alto fue sustituido en el parque con otro de 30 pies por el que las familias ya solo podían tocarse las yemas de los dedos, por entre un tejido metálico diminuto. Pero hace tres años la situación se agravó: la patrulla fronteriza cerró el acceso al parque por la pandemia y no ha vuelto a permitir la entrada. 

El doctor Robert Ross, director ejecutivo de la fundación California Endowment, recordó que el parque fue una idea de republicanos que celebraron la amistad a través de una frontera donde podían saludarse de mano. "Hay que recordar que fue la primera dama Pat Nixon, la esposa del ex presidente Richard Nixon, la que inauguró el parque", remarcó Ross.