A dos meses de las elecciones que definirán al nuevo alcalde de Los Ángeles, la activista y legisladora afroamericana Karen Bass lleva en encuestas y respaldos políticos una ventaja que difícilmente podrá alcanzar la campaña de al menos $ 40 millones de su rival electoral, Rick Caruso.
La encuesta más reciente dio cuenta de que Bass sigue ampliando su ventaja sobre el magnate inmobiliario. Cuenta con una intención de voto del 43 por ciento contra 31 por ciento que logra Caruso, mientras el 24 por ciento de los electores sigue indeciso, de acuerdo con el Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California en Berkeley (UCB).
La manera en que cada uno de los dos candidatos, ambos demócratas, respondieron a esa consulta es muy representativa de la forma en que cada cual ha llevado su campaña. Nieto de inmigrantes italianos, Caruso se reunió con un grupo de residentes del sur de Los Ángeles y emitió un comentario en su portal de campaña, redes sociales y medios de comunicación. "Yo no creo que esa encuesta esté bien, cuando la enfrentamos a las nuestras; a mí me parece que fue consulta mediática", dijo.
En su mensaje escrito, el ex comisionado de la ciudad de 63 años y empresario con un capital calculado en nada menos que $4.300 millones, declaró que la indigencia, la seguridad pública y la corrupción son los temas prioritarios. Su caso es curioso: tuvo una prolongada militancia en las filas republicanas hasta que decidió dar el salto a las filas demócratas.
"Soy el único candidato con planes para arreglar estos temas y cuando la contienda se enfoque en ellos, las cifras de encuestas van a cambiar", arriesgó.
Sucede que esos asuntos también son prioritarios para la campaña de Bass, pero la ex congresista de 68 años, que es dirigente de derechos civiles desde la adolescencia, no los mencionó en el encuentro "Los Latinos Con Bass" en el Colegio Comunitario de Los Ángeles.
"No vamos a permitir que nadie separe nuestra alianza. La ciudad enfrenta ahora una crisis y este es el momento adecuado para la unidad. No vamos a permitir que pongan a nuestras comunidades en contra una de otra", dijo la representante afroamericana a los latinos.
A lo largo del año las campañas han tenido ese tono. Caruso habla en primera persona y promete resolver la crisis con él como caudillo, mientras que Bass habla en cada ocasión en términos de "nosotros" para anunciar lo que las comunidades "vamos a lograr".
El otro contraste fuerte entre ambos candidatos ha sido en las personalidades que apoyan a cada aspirante. La actriz Gwyneth Paltrow, los cantantes Katy Perry y Snoop Dog, por separado, y Kim Kardashian han expresado su apoyo a Caruso. Bass tiene también respaldo de celebridades, como la cantante Ariana Grande, pero su enorme fortaleza de advierte en el aval de la plana mayor demócrata.
En la lista figuran, el presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, la presidenta del congreso Nancy Pelosi, el senador latino de California, Alex Padilla. También la senadora Elizabeth Warren, la ex secretaria Hillary Clinton, la bancada de California en el congreso, la Federación Laboral de Los Ángeles, la dirigente campesina Dolores Huerta y todos los actuales funcionarios estatales actuales. El decidido respaldo de los demócratas de mayor peso es determinante cuando los dos aspirantes pertenecen al partido.
En las dos campañas se destaca la indigencia como la prioridad que deba abordar el próximo gobierno, sin descuidar la seguridad pública y la corrupción.
Caruso promete que en su primer día de gobierno declarará emergencia en Los Ángeles por indigencia y pedirá fondos federales y estatales para resolver esa crisis. Bass se fija objetivos graduales: dice que en el primer año se puede encontrar vivienda para los 15.000 indigentes más vulnerables, y luego para otras 25.000 personas que están ahora sin hogar en Los Ángeles.
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