La joven recibe un mensaje de texto, salta de la cama donde miraba redes sociales en su móvil y comienza a arrojar a un sillón la ropa que elige para salir. En un momento se ha arreglado, toma su celular, sus llaves y se marcha, pero enseguida regresa a recoger una dosis de naloxona, el único medicamento que puede salvar una vida de la sobredosis de fentanilo.

"De entre todas las cosas que vas a llevar, la naloxona podría ser la más importante", dice una voz, mientras la joven que regresó a su habitación toma de su botiquín una dosis del medicamento en versión de spray nasal.

Es uno de los nuevos videos del Centro para el Control de las Enfermedades (DCD) que junto con autoridades del orden ha decidido armar a la población con el único remedio de salud disponible ante la creciente ola de muertes por sobredosis de fentanilo.

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El mensaje dice que la naloxona está disponible en farmacias, donde se vende la mayoría de las veces sin receta, pero también se puede conseguir incluso sin costo entre centros de salud pública y organizaciones de la población civil.

Las autoridades han tenido que actuar así ante el aumento imparable del tráfico de fentanilo que la DEA atribuye a los carteles mexicanos de las drogas. Según la agencia gubernamental que dirige la ex fiscal de New Jersey Anne Milgram, esos grupos criminales mezclan el fentanilo en otras drogas y analgésicos poderosos.

Bastan solo dos miligramos, una cantidad que la DEA compara con la cabeza de un alfiler, para que una persona sufra de una sobredosis mortal. El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína y hasta cien veces más potente que la morfina, de acuerdo a lo que advierte la agencia antidrogas.

Bastan solo dos miligramos, una cantidad que la DEA compara con la cabeza de un alfiler, para que una persona sufra de una sobredosis mortal.

Debido a esa mezcla de fentanilo con otras drogas, que los carteles hacen para aumentar la adicción, la mayoría de las veces las personas que sufren sobredosis desconocen que consumen fentanilo y, para cuando se dan cuenta, es muchas veces demasiado tarde.

Los paramédicos y otros profesionales tienen en promedio cinco minutos entre el momento en que una persona comenzó a experimentar síntomas de sobredosis de fentanilo y el instante en que la sobredosis le arranca la vida.

La direcotora de la DEA, Anne Milgram. 

APManuel Balce Ceneta

El CDC y los gobiernos de estados como California han preferido armar con naloxona a la población y dársela a los amigos, familiares, conocidos y compañeros de trabajo o de estudios que están cerca de personas que podrían consumir fentanilo u otros opioides por motivos de salud, como dolores traumáticos insoportables.

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"La naloxona es segura y fácil de usar, funciona casi de inmediato y no es adictiva. Tiene muy pocos efectos negativos y no tiene ningún efecto si los opioides no están en el sistema de una persona", dice un mensaje del Departamento de Salud Pública de California para promover que los residentes traigan consigo al menos una dosis de ese medicamento.

Además, aclara que el secretario de Salud Pública del estado de California emitió una orden permanente del CDPH en todo el estado para aumentar el acceso a la naloxona.

El condado de San Diego se sumó esta semana a varios gobiernos locales que también se han integrado a la campaña de llevar la naloxona al público para frenar la ola de muertes por sobredosis.

Según el Departamento de Salud Pública de California, la naloxona es segura y fácil de usar, funciona casi de inmediato y no es adictiva. 

La jefa de la oficina del sheriff en San Diego, Kelly Martínez, dijo que sus oficiales han llevado en sus patrullas algunas dosis de naloxona desde hace algunos años, pero que tanto los agentes como los paramédicos enfrentan el mismo reto de tener el tiempo contado, de unos minutos, para salvar vidas.

Martínez dijo que es normal que cuando un oficial o paramédico recibe una llamada con reporte de sobredosis de fentanilo, tenga que desplazarse varios minutos y muchas veces encuentre tráfico vehicular en el trayecto.

Tan solo entre el 2019 y 2020, el condado de San Diego registró un aumento de 202 por ciento en el número de muertes por sobredosis de fentanilo.

La DEA señala a San Diego como la capital nacional del tráfico de fentanilo 

Por el lado judicial, las autoridades federales iniciaron una campaña para encontrar a quienes hayan proporcionado fentanilo que resultara en muerte y lograr que enfrente cargos similares a los de homicidio imprudencial.

Las sanciones alcanzan tanto a vendedores de drogas como a personas que ocasionalmente llegaran a proporcionar fentanilo que llevó a la muerte, aun si quien lo entregó pensaba que se trataba de otra droga.