Elon Musk y Donald Trump ahora tienen algo más en común. Ambos detestan a George Soros y no lo esconden en público. Si bien la gota que rebalsó el vaso para el dueño de Twitter y Tesla ha sido que el fondo manejado por el mega inversor húngaro vendiera su tenencia en acciones de la fabricante de autos eléctricos, lo cierto es que la rivalidad venía hace tiempo. Ahora, Musk -uno de los hombres más ricos del planeta- acusó a Soros de "odiar a la humanidad", mientras que la derecha más conservadora alineada con el ex presidente Trump lo como la persona que financia al fiscal Alvin Bragg en el juicio por haberle pagado a una ex Playmate por su silencio.

Lo cierto es que la relación entre el polémico Musk y Soros venía decayendo en los últimos tiempos. También es cierto que ambos filántropos tienen perfiles distintos e ideologías que ahora chocan.

Musk convoca a una gurú de la publicidad para que sea la salvadora de Twitter 

Durante los tres trimestres en los que Soros tuvo acciones de Tesla a través de Soros Fund Management, Musk rara vez lo atacó a pesar de que los dos difieren políticamente. Pero todo eso cambió: más aún, desde que Musk hizo un giro a la derecha.

Aunque el CEO de Tesla se considera moderado o de centro-derecha en el espectro político, el emprendedor se ha convertido en uno de los críticos más fuertes de las ideologías progresistas y, más específicamente, de lo que él llama el "virus de la mente despierta". Esta última expresión aglutina todo lo relacionado con la igualdad de género, la diversidad, la lucha contra la discriminación, el racismo y el antisemitismo, y ESG, o política de gobernanza ambiental-social. Básicamente, Musk se opone a todo lo que apoya Soros.

El multimillonario inversor y filántropo, George Soros 

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Soros, por su parte, financia a través de su Open Society Foundations muchas causas progresistas y ONG en todo el mundo. OSF, una red de entidades con operaciones en todo el mundo, se ha fijado como objetivo promover la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa. Open Society Foundations es una de las fundaciones más ricas del mundo, junto con la Fundación Bill y Melinda Gates, que asigna miles de millones para promover la salud pública y el desarrollo.

Estas diferencias nunca habían sido un problema cuando se trataba de negocios, como lo demuestra la inversión de Soros en Tesla hasta hace poco. Tanto Musk como Soros son fervientes defensores del medio ambiente y ambos abogan por una economía energética sostenible, incluso si los métodos que proponen difieren.

Pero todo eso cambió este año. Súbitamente Musk comenzó a atacar a Soros. En enero, por ejemplo, Musk se preguntó si sabía a dónde iba su dinero, una forma provocativa de preguntarse si Soros, que tiene 92 años, todavía era capaz de tomar decisiones sensatas.

Intensificó esa línea de ataque el mes pasado al afirmar que Soros, que tiene cinco hijos, Alexander, Jonathan, Robert, Gregory y Andrea, de hecho ya no está al mando y por ende dejó de tomar decisiones. "Me dijeron que su hijo está de facto a cargo", afirmó Musk el 9 de abril en Twitter. Según una presentación regulatoria reciente, el Soros liquidó todas sus acciones de Tesla, si bien no está claro qué llevó a Soros a vender su posición en Tesla.

El ex presidente Donald Trump saliendo de la corte de Nueva York

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Solo unos días después de que se hiciera pública la desinversión, Musk lanzó un ataque furioso contra Soros. Lo acusa de "odiar a la humanidad". "Soros me recuerda a Magneto", tuiteó Musk el 15 de mayo, refiriéndose al supervillano del universo de Marvel Comics y enemigo de X-Men. Pero no quedó allí: como el personaje del comic es judío, la comparación y al ataque a Soros fue tomado como "antisemitismo" a tal punto que la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés) salió cruzar a Musk. 

Durante los tres trimestres en los que Soros tuvo acciones de Tesla a través de Soros Fund Management, Musk rara vez lo atacó a pesar de que los dos difieren políticamente. Pero todo eso cambió: más aún, desde que Musk hizo un giro a la derecha

Pero Soros ya está acostumbrado a tener enemigos de peso. Toda la derecha alineada a Trump lo señala, sin pruebas, de ser el instigador de la acusación contra el ex presidente en la causa "Stormy". Trump fue procesado el 4 de abril luego de que los fiscales de Manhattan lo acusaron de orquestar un plan de dinero no declarado para ayudarlo a allanar su camino hacia la presidencia y luego encubrirlo. Trump, que fue procesado por 34 delitos graves y compareció en un tribunal de Manhattan. Para el expresidente toda la causa es un montaje de Soros, quien "seleccionó y financió" al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg. Los teóricos de la conspiración y Trump dicen que Soros lidera un grupo de élite que quiere evitar que el ex presidente vuelva al poder.