Elon Musk va por los dólares de la polÃtica. El otrora hombre más rico del mundo enfrenta una situación compleja en términos de la caÃda de las ganancias de Twitter, su última aventura, producto de la merma en la publicidad. Preocupado luego de haber pagado $44.000 millones por la red social, Musk sale a "raspar la olla" y habilita la publicidad de la polÃtica en Twitter, algo que habÃa sido mala palabra a partir del 2019 bajo la conducción anterior.
"Creemos que la publicidad basada en una causa puede facilitar la conversación pública sobre temas importantes. Hoy, estamos relajando nuestra polÃtica de anuncios para anuncios basados en causas en los EE. UU.", anunció la compañÃa.
La necesidad tiene cara de hereje: la publicidad es la principal fuente de ingresos de Twitter y representa el 90% de su facturación de $5.100 millones en 2021. Sin embargo, los anunciantes han dejado de gastar en Twitter después de la adquisición de Musk, en medio de temores de que el contenido divisivo se multiplicara en la plataforma, mientras que un relanzamiento fallido de la suscripción de Twitter Blue también alarmó a los anunciantes al desencadenar una ola de cuentas corporativas falsas.
Alrededor del 70% de los 100 principales clientes publicitarios de Twitter no estaban gastando en la plataforma a mediados de diciembre, según la firma de investigación Pathmatics.
De ahà que Musk sale a habilitar una nueva fuente de ingresos. Pero, la duda es si será algo monetizable o no tanto. El ex director financiero de Twitter, Ned Segal, dijo que la publicidad polÃtica representó menos de $3 millones en el ciclo de mitad de perÃodo de 2018 mientras que los ingresos totales de Twitter fueron de $3.000 millones en 2018. Claro, eran otros tiempos donde la compañÃa sà tenÃa el apoyo de los anunciantes, algo que parece no haberse recuperado todavÃa.
El anuncio acerca del levantamiento de la prohibición para anuncios de la polÃtica se produce cuando los anunciantes abandonaron la plataforma en masa después de la toma de posesión de Musk en octubre pasado, que fue seguida por un aumento en el discurso de odio y el restablecimiento de varias cuentas de derecha previamente prohibidas como la de Donald Trump y Andrew Tate, a pesar de que inicialmente prometieron que tales movimientos serÃan adjudicados por un "consejo de moderación de contenido" que desde entonces se ha quedado en el camino.
La medida también alinea a Twitter con varias de las otras principales empresas de redes sociales, como Facebook de Meta y YouTube de Google, que permiten contenido polÃtico pago. Una excepción es TikTok de ByteDance, que aún prohÃbe la publicidad polÃtica.
Pero Musk, a diferencia de otros empresarios de redes sociales, manifiesta públicamente sus preferencias polÃticas. Lo hizo antes de las elecciones de mitad de término cuando llamó a los votantes "independientes" a irse con los republicanos para estabilizar la balanza de poder en Washington.
También lo hizo cuando adelantó que votarÃa a Ron DeSantis si se presentara para competir en 2024. Y lo hace también cuando se enfrenta con los demócratas por los impuestos y la idea de cobrarle más impuesto a los ricos, algo que lo alejó del gobernador de California Gavin Newsom y se acercó a Greg Abbott cuando mudó a su buque insignia, Tesla, a Texas.
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