Los acuerdos alcanzados entre United Auto Workers (UAW) y los tres fabricantes de automóviles de Detroit marcan otra importante victoria para los sindicatos que han aumentado la presión sobre las grandes corporaciones para que pongan sobre la mesa mejores acuerdos salariales. Los trabajadores han adoptado un enfoque agresivo en sus campañas con una serie de batallas de alto perfil en las industrias industrial, automotriz, del entretenimiento y de la salud. Los expertos dicen que los logros obtenidos por los sindicatos podrían estimular una mayor organización y motivar a las empresas no sindicalizadas a tratar de evitar esos esfuerzos.

Las conversaciones del UAW, repletas de discursos semanales del presidente del sindicato Shawn Fain, estuvieron entre las más descaradas. El sindicato llegó a acuerdos tentativos con Ford Motor y la matriz de Chrysler, Stellantis, en los últimos días, seguidos por General Motors este lunes.

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"Históricamente, este es un conjunto de negociaciones en las que los avances logrados en Detroit serían vistos y adaptados por muchas otras industrias en toda la economía", dijo Harley Shaiken, profesor de Trabajo en la Universidad de California, Berkley, a la agencia Reuters.

 

La compensación a los trabajadores sindicalizados finalmente ha alcanzado los aumentos salariales no sindicalizados que datan de la pandemia de COVID-19, según datos federales de EE.UU., ya que el mercado laboral se ha mantenido ajustado con un desempleo de solo el 3,8%.

Se espera que los acuerdos tentativos equivalgan a aumentos salariales totales de más del 33% cuando se tienen en cuenta los aumentos compuestos y del costo de vida. Los acuerdos pueden ser un punto de venta para que las tiendas no sindicalizadas impulsen la sindicalización, dijo John Logan, profesor universitario de trabajo y empleo. "Los Tres Grandes querrían que el UAW organizara lo mismo en Tesla", añadió.

Nissan y otros competidores pueden sentirse obligados a aumentar los salarios para retener a su fuerza laboral. El sindicato dejó clara su intención de ampliar la sindicalización de los trabajadores en una serie de publicaciones en las redes sociales que destacaron la duración del contrato, que finaliza en 2028. 

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"Uno de nuestros mayores objetivos tras esta histórica victoria contractual es organizarnos como nunca antes lo habíamos hecho", escribió la UAW. "Cuando volvamos a la mesa de negociaciones en 2028, no será sólo con los Tres Grandes, sino con los Cinco o Seis Grandes", advirtió.

El apoyo público a los sindicatos ha ayudado a la participación en industrias tradicionalmente sindicalizadas, como la manufactura y la atención médica. Una encuesta de Reuters mostró que la mayoría de los estadounidenses apoyan a los trabajadores en huelga.

Los esfuerzos de sindicalización liderados por los empleados en cadenas minoristas como Amazon y Starbucks, han reflejado un consenso entre los trabajadores que ven a los sindicatos como un medio para asegurar mejores salarios y condiciones laborales. La organización ha sido difícil en los últimos años. Alrededor del 11,3% de los trabajadores estaban representados por sindicatos el año pasado, en comparación con el 23,6% en 1982, según datos analizados por el Instituto de Política Económica.

AP

Los contratos de la UAW se encuentran entre muchos acuerdos alcanzados este año, junto con los de UPS y el fabricante de equipos de construcción Caterpillar. Los trabajadores de otras empresas, como Mack Truck y los fabricantes de equipos CNH Industrial y Deere & Co, han rechazado acuerdos iniciales a pesar de los aumentos que en algunos contratos parecían significativos.

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Los empleadores pueden responder aumentando los salarios de los trabajadores para frenar los esfuerzos sindicales, o intensificando los esfuerzos para impedir la sindicalización.

Algunos empleados de Starbucks han afirmado que la cadena de café tomó represalias ilegales contra los organizadores despidiendo empleados y cerrando tiendas. A principios de este mes, el Departamento de Trabajo ordenó a la empresa que revelara documentos relacionados con gastos antisindicales.

Amazon ha disuadido la sindicalización, y la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) dictaminó recientemente que el gigante del comercio electrónico había amenazado con retener salarios y beneficios a los empleados en dos almacenes de Nueva York.

El acuerdo con UPS en agosto aumentó los salarios y eliminó un sistema salarial de dos niveles para los conductores de la empresa con sede en Atlanta. Eso impulsó los esfuerzos de organización entre los trabajadores de Amazon y presionó a los rivales de UPS para cerrar una brecha salarial cada vez mayor. 

La organización ha sido difícil en los últimos años. Alrededor del 11,3% de los trabajadores estaban representados por sindicatos el año pasado, en comparación con el 23,6% en 1982, según datos analizados por el Instituto de Política Económica

Cuando el nuevo acuerdo con UPS expire en 2028, el conductor estadounidense promedio a tiempo completo ganará alrededor de 170.000 dólares al año en salarios y beneficios, significativamente más que sus pares de Amazon y FedEx. En septiembre, Amazon dio a los contratistas de reparto 440 millones de dólares para el año para aumentar el salario promedio de los conductores a un estimado de 20,50 dólares por hora.

"Una cosa que hemos visto en esta economía es que los trabajadores tienen más probabilidades de renunciar cuando no están contentos", dijo Kate Bronfenbrenner, directora de investigación sobre educación laboral en la Universidad de Cornell a Reuters. "Las industrias en las que es más probable que se queden son aquellas en las que se sindicalizan y se quedan y luchan", afirmó.