Mauricio Macri oficializó hoy el veto total de la Ley de emergencia ocupacional, que establecía la prohibición de despidos por 180 días, y en los fundamentos citó a Cristina Kirchner para rechazar la normativa impulsada por el peronismo.

"Obsérvase en su totalidad el Proyecto de Ley registrado bajo el N° 27.251", señala el artículo 1 del Decreto 701/2016, publicado en el Boletín Oficial, que lleva la firma de Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Educación, Esteban Bullrich.  

Entre los considerandos, la norma señala que la ley antidespidos "congelará los empleos, mantendrá en la misma situación a los miles de argentinos que hoy trabajan en la informalidad e incrementará la pobreza, como sucedió en los últimos años".

El Gobierno insiste en que según datos del ministerio de Trabajo "durante el primer trimestre de 2016 el número de asalariados privados registrados presentó un crecimiento del 0,4 por ciento con respecto al primer trimestre de 2015". Además, dice que está "realizando acciones y políticas para crear millones de puestos de trabajo".

En el texto también se advierte que "el pesimismo y la desconfianza que fundamentan" el proyecto para prohibir los despidos por 180 días "se basa en la idea de que en nuestro país no se puede generar trabajo, de que estamos condenados a conformarnos con la situación crítica en la que nos dejaron luego de 5 años en los que el empleo no creció".

Pero además de criticar la herencia kirchnerista, Macri también se permitió una chicana entre los fundamentos del veto y citó los argumentos que Cristina Kirchner usó en los 2009 y 2014 para rechazar una norma que prohíba los despidos y restablezca la doble indemnización, como reclamaban en ese momento los gremios.

"En los años 2010 y 2014 los más altos referentes del oficialismo de entonces, se manifestaron enfáticamente en contra de la adopción de medidas del tenor de las que propone el Proyecto de Ley en estudio, por su manifiesta inconveniencia y falta de razonabilidad", señala el decreto.

"Dichas manifestaciones son públicas y se refieren en forma negativa a este tipo de normas. Así, se ha manifestado en forma pública que 'tiene efectos completamente opuestos', que 'iban a tener una reacción inversa a lo que necesitaban los trabajadores', que son 'una repetición de lo que se hizo después de la convertibilidad y que significó una licuación del poder adquisitivo', que 'resulta evidente la intención de ayudar a fabricar artificialmente otras crisis'", continúa el texto presidencial.

Se refería así a declaraciones de Cristina en la en un encuentro con integrantes de la Comunidad Científica Argentina, el 6 de octubre de 2010, y en una reunión del G-20 en Corea, el 11 de noviembre del mismoa año. También a dichos del año 2014 del ex ministro de Trabajo Carlos Tomada y del diputado nacional Héctor Recalde, hoy uno de los impulsores de la ley.

Finalmente, el veto presidencial insiste en que la prohibición de despidos no tiene sentido porque "la enorme mayoría de las empresas nacionales y extranjeras han manifestado su vocación de crear puestos de trabajo en lugar de reducir personal, porque confían en el potencial de la República Argentina en esta nueva etapa, y apuestan por el país". 

Los empresarios firmaron un "acuerdo" con el Gobierno en el que se comprometen a mantener sus planteles por 90 días, aunque los gremios dicen que ese texto no tiene ningún valor y hasta denuncian que algunos de los firmantes suspendieron y despidieron trabajadores después de rubricarlo.