Las fuerzas de seguridad que custodiaban el acto de Barack Obama y Mauricio Macri en el Parque de la Memoria detuvieron a dos militantes del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) que quisieron entregarle un petitorio al presidente de Estados Unidos.

Uno de los detenidos fue Eduardo "Vasco" Murúa, referente del MNER e integrante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular. Murúa es un dirigente muy cercano al Papa Francisco, que lo recibió a principios de mes en el Vaticano. El otro detenido fue Emilio Carrasco.

Fuentes policiales dijeron a la agencia estatal Télam que las detenciones se concretaron en la puerta del Parque de la Memoria por "resistencia a la autoridad" y que ambos fueron trasladados a la comisaría 51a. de la Policía Federal de la ciudad de Buenos Aires.

En tanto, la CTEP emitió un comunicado donde informa que Murúa y Carrasco "fueron detenidos cuando intentaban entregarle un petitorio al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su visita al Parque de la Memoria". "Por otro lado, varios militantes que participaban del repudio de la visita del mandatario estadounidense, también son retenidos en inmediaciones del lugar", informó la CTEP.

Después del mediodía, la Confederación informó que los dos dirigentes habían sido liberados.

La reciente visita de Murúa a Francisco había generado polémica porque, como explicó LPO, el Papa le planteó al dirigente su preocupación por el "revanchismo" del Gobierno de Macri. "Esto no se veía desde 1955", le habría dicho el ex arzobispo de Buenos Aires.

En distintas declaraciones, Murúa contó que en la reunión de casi dos horas (casi seis veces más extensa de la que mantuvo con Macri) el Papa manifestó su "preocupación por la grave situación económica y social que se vive en la Argentina", en especial a partir del "despido de trabajadores públicos y privados".

Furiosos, en el macrismo salieron a cruzar a Murúa y Jaime Durán Barba lo ninguneó en una columna del diario Perfil, donde irónicamente lo calificó como uno de los "voceros" del Papa Francisco. Como explicó este medio, Francisco cree que el asesor ecuatoriano es uno de los ejecutores de una campaña para desprestigiarlo y quitarle predicamento en el país.