El Gobierno nacional transfirió el Correo Argentino y la empresa argentina de Soluciones Satelitales (Arsat) a la órbita del Ministerio de Comunicaciones, que conduce el radical Oscar Aguad.

La decisión se toma luego de que la nueva administración disolviera la cartera de Planificación Federal, que durante la gestión del kirchnerismo acaparó el Correo, Arsat y otras áreas como la encargada del plan Conectar Igualdad. 

La decisión se tomó a través de la resolución 1/2015 publicada hoy en el Boletín Oficial, donde se especificó que el 98 por ciento de los derechos de Arsat, empresa dedicada a brindar servicios de telecomunicaciones a través de una combinación de infraestructuras terrestres, aéreas y espaciales, y el 99 por ciento del Correo, están bajo la órbita del área de Comunicaciones.

Entre los considerandos de la resolución, se remarcó que "en función de la asunción de la nueva gestión gubernamental, fijó una nueva organización ministerial de gobierno de acuerdo a los nuevos objetivos de racionalización y eficiencia en la gestión pública". "Que, en virtud de este nuevo marco organizativo, el Ministerio de Planificación Federal fue disuelto distribuyéndose las competencias residuales entre las nuevas jurisdicciones creadas al efecto", añadió la medida. 

La medida se enmarca dentro de un plan para reorganizar el área de las telecomunicaciones, que tiene como su más audaz jugada la idea de destrozar Aftic y Afsca, los organismos creados por el kirchnerismo para regular los medios y las telecomunicaciones. Lo hará mediante un decreto (que pasará por encima dos leyes que aprobó el Congreso) en el que ya trabaja "Pepín" Rodríguez Simón, el cerebro jurídico del PRO.

La idea del más temerario de los asesores jurídicos de Mauricio Macri es fusionar a la Autoridad Federal de Servicio de Comunicación Audiovisual con la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en un organismo que conducirá Miguel de Godoy.

Sucede que en el macrismo señalan que los dos organismos que se fusionarán se pisan mutuamente y que la Aftic, supuestamente encargada de lo que en las comunicaciones se denomina “transporte”, contradice la Ley de Medios y las competencias del Afsca, abocada a los contenidos. 

El desorden de áreas que armó el kirchnerismo a partir de sus peleas internas era tal que en la nueva Aftic no incluyó organismos como el Correo o Arsat.