Brasil
Advierten sobre el impacto en la economía brasileña por la detención de los dos más grandes empresarios constructores
Es por el caso de sobreprecios en Petrobras. Detuvieron a los presidentes de Odebrecht y Andrade Gutiérrez.

La feroz crisis política que enfrenta Brasil por el caso "Lava Jato" podría impactar ahora sí de manera severa a su maltrecha economía. La decisión de la justicia de ordenar esta madrugada la detención de Marcelo Odebrecht, presidente de la mayor compañía de ingeniería y construcción de América Latina y principal empleador privado de Brasil, Odebrecht SA, tuvo impacto global y preocupó por sus consecuencias económicas.

En un operativo lanzado antes del amanecer se realizaron 12 arrestos en cuatro estados, que incluyeron la detención de otro coloso de la construcción brasileña: Otávio Marques Azevedo, presidente de Andrade Gutierrez, la segunda mayor constructora de Brasil.

Según informó la agencia Reuters, el fiscal Carlos Fernando dos Santos Limas dijo que "no tenía dudas" de que Odebrecht y Andrade Gutierrez encabezaban lo que llamó un "cártel" que cobró de más a Petrobras por trabajos y traspasó el exceso de fondos a ejecutivos y políticos. El funcionario judicial acusó al conglomerado administrado por su familia de liderar un esquema de sobornos por 2.100 millones de dólares en la petrolera estatal Petrobras.

El prestigioso analista brasileño Paulo Moreira Leite, advirtió de inmediato que esta escalada judicial -que tendría en la mira a la propia presidenta Dilma Rouseff, que ya está acosada por la sombra de un impeachment- podría agravar la recesión brasileña.

"Con las detenciones de los presidentes de las constructoras Norberto Odebrecht y Andrade Gutierrez, el Operativo Lava Jato entró en una etapa en que una acción judicial supera la frontera de lo legítimo y razonable para asumir la fisonomía de una operación abiertamente política, capaz de destruir sectores aún saludables de la economía, agravando todos los sacrificios que han sido hechos y serán hechos por la población en los próximos meses", sostuvo Moreira Leite, según reflejó el portal 247.

Es que estas detenciones "preventivas" del juez Sergio Moro han sido muy cuestionadas hasta por el Tribunal Constitucional brasileño, porque es más que evidente que empresarios de la talla de Odebrecht y Azevedo no van a fugarse (ver recuadro).

"Las detenciones crean una situación innecesaria de incertidumbre e inseguridad", señaló el analista y advirtió que "habituada a justificar las detenciones preventivas con el argumento de preservar el "orden público", a partir de este viernes 19 de junio del 2015 el Lava Jato se convirtió definitivamente en una amenaza al orden público".

"Por más que ejecutivos de grandes empresas puedan ser acusados de ilícitos -actos que deben ser investigados y, si fuera el caso, castigados de forma responsable-, sus compañías forman parte de la historia de Brasil. Ayudaron a construir la séptima economía del mundo. Responden por miles de empleos. Están presentes en mercados importantes de la economía global. Su detención es una pésima señal interna y externa. Ayuda a debilitar el país y puede contribuir a empeorar las condiciones de vida de la población", advirtió el analista.

Y anticipó acaso una de las posibles consecuencias del impacto de esta invesyigación en el sistema político: "Ya sabíamos que el modelo de trabajo del juez Moro es la Operación Mani Pulite, la que entregó Italia al bunga-bunga de Silvio Berlusconi y transformó una de las glorias culturales y políticas de la humanidad en un reino de segunda clase, dependiente y subordinado a potencias vecinas, empezando por Alemania".

El cerco a Dilma

La empresa Odebrech es un gigante regional con inversiones multimillonarias en todo el continente y grandes proyectos en Marcha en Argentina -como la planta potabilizadora del Conurbano Norte y el Soterramiento del tren Sarmiento-, en Estados Unidos, Ecuador, Cuba y México, entre otras obras.

El arresto de Odebrecht, ocurre luego que se revelaran supuestos vínculos personales con el ex presidente Lula da Silva y es parte de una investigación que está cercando el corazón del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), en lo que parece una operación de pinzas sobre la propia Dilma Rouseff.

Rouseff era la presidenta del directorio de Petrobras durante la presidencia de Lula y siempre afirmó desconocer los presuntos hechos de corrupción que datan de al menos 2004.

El mes pasado, fiscales federales abrieron otra investigación para determinar si Lula usó en forma inapropiada sus vínculos para beneficiar a Odebrecht, pues dijeron que desde 2011 el ex mandatario ha viajado a menudo al extranjero a costas de esta compañía, como parte de las actividades de su fundación.

El Instituto Lula negó haber incurrido en irregularidades en ese momento y este viernes declinó a formular comentarios.

La investigación del "Lava Jato" ya alcanzó a decenas de legisladores, la mayoría de ellos del PT.


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