Encuestas en mano, en el kirchnerismo surge una pregunta: ¿Por qué Cristina le regalará la provincia de Buenos Aires Aníbal Fernández o Julián Domínguez?

El análisis es simple. Los últimos sondeos muestran al oficialismo con un piso superior a 40 puntos en la provincia de Buenos Aires, tanto cuando se mide al FpV como fuerza, a los intendentes o se suma a los candidatos presidenciales.

Aníbal, Julián y Fernando Espinoza puede repartirse ese botín, pero su salida no lo pone en juego. Por lo tanto, para muchos funcionarios kirchneristas se les está dando un regalo grande.

Entre los gobernadores, siempre más conservadores, entusiasma la idea de Cristina candidata en la provincia. Alegan que su presencia podría contribuir al objetivo de ganar en primera vuelta.

Otro camino que ven para alcanzarlo es bajar a competir a Florencio Randazzo, quien  mide cada bien en territorio bonaerense y Capital Federal, pero no es competitivo en el resto del país. El ministro repite cada vez que puede que nunca aceptará competir para la gobernación. 

Los sectores más ultras, cercanos a La Cámpora, no lo analizan así. Creen que el triunfo en primera vuelta puede lograrse con un candidato a presidente y un alcalde competitivo. Por lo tanto lo mejor es “jugar con lo propio”.

Y el propio sería Wado de Pedro, quien estuvo en la foto de cada retorno de un intendente del Frente Renovador y participa de actos y presentaciones de los alcaldes oficialistas.

Otro dato es que, como adelantó LPO, ubicó al jefe de campaña de Domínguez, que es Alberto España, su tío y diputado provincial. Se encarga de definir nada menos que su agenda de campaña.

“Julián no hace nada que pueda disgustar a la Casa Rosada. Llegó a rechazar invitaciones para almorzar con Mirta Legrand”, cuentan quienes pudieron chequear su día a día de campaña.

Cuando vieron a Randazzo repudiar la participación de Scioli en el programa de Marcelo Tinelli, entendieron que no era un capricho.

La línea directa de Domínguez con la Casa Rosada ya se notaba el año pasado, cuando no levantaba en las encuestas y se seguía proclamando como candidato a presidente. “Mis tiempos nunca son lo de los medios”, aclaraba siempre.

Aunque mide la mitad que Aníbal Fernández, el diputado logró en la última el apoyo de 45 intendentes y 40 sindicatos de la Nación, sectores que suelen tener información antes de pintarse la cara. Wado rondó en ambas reuniones. Es la otra figura permanente, para la provincia de Buenos Aires.