Sueño Americano
Entrevista exclusiva
La increíble historia de la argentina que fascinó a Biden con bagels y levantó un emporio gastronómico en Estados Unidos
Daniela Moreira llegó muy joven y trabajó como niñera. Hoy es dueña de "Call Your Mother", tiene 11 locales y más de 400 empleados. En diálogo con LPO, explica por qué el sentido cómun argentino hace la diferencia.

La cocinera detrás de los bagels favoritos de Joe Biden es argentina. Daniela Moreira creció en el negocio gastronómico de su familia en Alta Gracia, Córdoba y hoy dirige su propio emporio en la capital de los Estados Unidos. "Call Your Mother", su tienda de bagels, fue elegida por el presidente de los Estados Unidos para su primera comida en la Casa Blanca y hoy ya cuenta con 11 locales y 400 empleados. El gen argentino detrás de un negocio exitoso. En una conversación con LPO, esta joven latina comparte sus sueños, su deseo de emprender en Argentina y los secretos detrás del triunfo de sus bagels.

Llegaste a Estados Unidos hace tiempo para trabajar como niñera y estudiar inglés. Hoy sos dueña de 11 locales y tenés más de 400 empleados ¿Sos un ejemplo de que el sueño americano todavía existe?

Mi papá siempre me hace la misma pregunta: ¿yo hubiera logrado lo mismo en Argentina? Nunca lo vamos a saber. Cuando se habla del sueño americano, de alguna manera creo que al fin y al cabo fue mi sueño, el sueño de Daniela. Que no siempre fue el mismo y que fue mutando hasta hoy. Lo que sí tengo claro es que este país me ayudó muchísimo, dándome oportunidades increíbles que supe aprovechar y por las que trabajé duro. A mi papá le dije que me venía por un año. Pero eso mutó a dos y después a tres. Se me abrieron muchísimo las puertas acá y me fui quedando. Mi primera idea era la de irme a Europa. Pero acá gané una beca para estudiar en la universidad y conseguí trabajo en el que en algún momento fue el mejor restaurante del mundo.

Te puedo decir que yo siempre tuve mis metas. Soy una persona con ideales y objetivos bien marcados y trabajé muy duro para conseguirlos. Me gusta compararme con los caballos que tienen puesta una antojada, ese accesorio que hace que solo puedan mirar para adelante. Yo soy así, siempre miro para adelante.

Empezó con una parrilla a la calle en Miami y se convirtió en el empresario argentino más importante de Florida

¿Alguna vez pensaste en volver?

A veces sí. Ahora lo digo y suena fácil ¿verdad? pero desde que llegué vivo en una montaña rusa de emociones. El primer año fui Au Pair y tenía una visa de trabajo para estudiantes que se vencía y tenía que volver. Ahí empezó mi lucha constante para quedarme acá y cumplir mis sueños. Cada vez que aparecía en una traba decía: "este país no me quiere, yo me vuelvo a Argentina". Recuerdo que mi papá me decía: ¨ojo que si vos te vas, no vas a pertenecer en ningún lado. Cuando estés afuera, vas a querer estar en Argentina y cuando estás en Argentina vas a querer estar en Estados Unidos¨.

Me fui muy joven y no me fui enojada ni por la política, ni por la economía. Me fui porque quería aprender de lo que me inculcaron: la comida francesa, quería conocer a los mejores restaurantes del mundo que en ese momento estaban afuera. Hoy es distinto, Buenos Aires es una capital gastronómica y ahora yo quiero estar allá también. Veo que están haciendo cosas increíbles y quiero ser parte.

La increíble historia de la argentina que fascinó a Biden con bagels y levantó un emporio gastronómico en Estados Unidos

¿Cómo empezás con el mundo gastronómico en Estados Unidos?

Primero me enamoré de Timber Pizza, el negocio de mi esposo y socio cuando lo conocí. Tenía un horno de pizza móvil que llevaba a los mercados y eso me dio muchas vibras del camping de mi familia. Crecí en un camping donde mi mamá tenía un horno de barro que hacía facturas. Lo vi y dije "oh, my god". Me entró por el estómago. Me dije "yo voy a ir a trabajar con él, me voy a robar la idea, voy a volver al camping y voy a abrir el negocio". Ese era mi master plan, pero bueno, me enamoré del negocio, eventualmente me enamoré de él y acá estamos.

Cuando se habla del sueño americano, creo que al fin y al cabo fue mi sueño, el sueño de Daniela. Que no siempre fue el mismo y que fue mutando hasta hoy. Este país me ayudó muchísimo, dándome oportunidades increíbles que supe aprovechar y por las que trabajé duro. 

¿Qué te gustaría hacer en Argentina?

Me encantaría abrir una sucursal de "Call your mother" para que los argentinos sepan de los bagels. Yo no había probado un bagel hasta que mi esposo me dijo abramos un local. Primero le dije que sí y después dije "pará, ¿qué es un Bagel?" Me acuerdo que hice las pruebas, y fue re fácil. Se los di de probar a todos, eran todos latinos, y dijeron: "¡Guau, qué rico!". Cuando mi esposo, que es judío, lo probó, me dijo: "Esto es un pan con un agujero". Él había crecido con los bagels porque es judío y eran parte de su cultura. Para mi estaba riquísimo y creo que a los argentinos les encantarían, pero claro, no era un bagel tradicional. Me encanta ver que se están haciendo populares en Argentina ahora y me gustaría ser parte de ese de ese movimiento.

"Immigrants keep coming, and the fight is not over because the challenges are still monumental"

Biden pasó por tu local a comprar bagels para toda su familia el día que asumió como presidente y Call your mother explotó. ¿Fue como una varita mágica para el negocio?

Fue una varita mágica porque de repente la gente empieza a hablar de vos. También nos pasó con la pizzería. Salimos en la lista de los 50 mejores restaurantes de América de la revista Bon Appetit. Yo no sabía de esa publicación para serte honesta. Al otro día, la cola era de una cuadra. Lo más importante es que todas estas cosas son muy buenas para los negocios porque de repente la gente habla de tu negocio. Creo que lo más lindo de todo eso fue la reacción de la Argentina. Estuvo re bueno me conectó con Argentina otra vez.

La increíble historia de la argentina que fascinó a Biden con bagels y levantó un emporio gastronómico en Estados Unidos

La mantequilla de maní que venden en tus locales es de Argentina ¿Cual es la historia detrás de eso?

Me preguntaste si me gustaría hacer algo en Argentina y sí, ya estamos haciendo. Tenemos una empresa de peanut butter, se llama "One Trick Pony". Compramos el maní en Córdoba y la hacemos en Entre Ríos. Muchos argentinos no saben que el maní es autóctono de Argentina de Córdoba, de mis raíces. Crecía en el patio de mi casa y yo no sabía. Todo empezó durante el COVID, cuando acá hubo muchos problemas de producción y no conseguíamos peanut butter. Me puse a investigar y en todas las etiquetas que vos leés de dónde viene el maní decía que venía de Argentina. Ahí fue cuando le planteé a Andrew, mi esposo y socio, que hagamos nuestro propio peanut butter. Pero quería hacerlo todo allá, porque quería generar trabajo. Quería que mi hermana que está allá se ocupara del negocio y de exportarlo y eso es lo que estamos haciendo.

Me fui muy joven y no me fui enojada ni por la política, ni por la economía. Quería aprender de lo que me inculcaron, la comida francesa y los mejores restaurantes del mundo, que en ese momento estaban afuera. Hoy es distinto, Buenos Aires es una capital gastronómica y quiero estar allá también.  

¿Cómo es producir en Argentina con el contexto económico que tenemos?

Para nosotros fue aprender todo de cero, porque lo que sabemos hacer es abrir restaurantes. Ahora tenemos 11 "Call your mother", abrimos el último Denver y dos "Timber Pizza". Con esto tuvimos que aprender todo de cero: de exportaciones, de hacer algo en otro país y eso es muy difícil. Yo no estudié comercio exterior ni nada de eso. Pero la meta nuestra era crear trabajo allá. Entonces sí, se nos haría mucho más fácil hacerla acá. Importar directamente las bolsas de maní de Córdoba y producirlo acá. Esa es la respuesta más fácil y es por eso que todos lo hacen así.

Es una apuesta, yo creo en Argentina. Creo que hay mucha gente joven haciendo cosas increíbles y mientras te lo digo me emociono. Desde afuera veo que están poniendo tantas ganas y lo que veo también es que es difícil en todos lados. Cuando alguien lea esto quizá puedan decir: claro a vos porque te va bien, pero nos costó mucho. Abrir negocios es lo mismo acá en Argentina o en cualquier parte del mundo. Tenés que lidiar con la burocracia, todo es muy difícil y a veces las personas no lo saben. Abrir la primera sucursal de "Call your mother" nos llevó un año, con gastos de alquiler, empleados, perdíamos plata todos los días. Fue complicado.

La increíble historia de la argentina que fascinó a Biden con bagels y levantó un emporio gastronómico en Estados Unidos

¿Qué tiene Washington DC de especial para que la elijas?

DC es la primera ciudad a la que llegué en Estados Unidos. Vine a trabajar de niñera y la familia que me contrató era de acá. Yo no sabía nada de Washington DC sólo que era la capital de Estados Unidos. Mi idea era viajar por el mundo. Quería eso desde los 14 años. Aprender de las culturas, de la gastronomía. Y D.C. me sorprendió, porque es una capital donde están todas las embajadas. Está todo el mundo acá, entonces si vos querés aprender de la cultura de Etiopía podés, de Argentina también. Yo entré a estudiar cocina acá en D.C. y me encontré con gente de todo el mundo y eso me explotó la cabeza. Me enamoré y construí una comunidad de personas de todo el mundo. Yo me enamoré de D.C. y no encontré lo mismo en Nueva York. Tenía 24 años y podía mudarme a cualquier lugar del país, pero el tiempo más feliz acá lo había tenido acá y así fue que elegí esta ciudad.

Abrir negocios es lo mismo acá en Argentina o en cualquier parte del mundo. Tenés que lidiar con la burocracia, todo es muy difícil y a veces las personas no lo saben. Abrir la primera sucursal de "Call your mother" nos llevó un año, con gastos de alquiler, empleados, perdíamos plata todos los días. Fue complicado.

¿Creés que hay algo de tu ciudad Alta Gracia en tu negocio?

Empecé a trabajar en el camping de mi familia ¨La Serranita¨ con mis hermanos a los 15. Éramos chiquitos pero con ganas de tener nuestra propia plata y ahí fue cuando papá nos dio la llave de la proveeduría. Tuvimos que aprender a lidiar con proveedores, con las cosas que se rompen, con todo y esa experiencia fue clave en mi vida. Aprendí entre otras cosas que no me gusta tomarme las cosas con tanta seriedad porque el trabajo ocupa la mitad de nuestro tiempo. Por eso quiero que mis empleados la pasen bien y se diviertan, porque de esa manera van a querer venir. Alta Gracia está en esa onda, en la música.

Además, la mayoría de nuestros empleados son latinos y eso es una decisión. Nosotros tenemos un programa bastante bien unificado y estamos predispuestos a que haya diversidad y esto se da en Washington. Hay gente de todo el mundo. Para nosotros es súper importante crear oportunidades. A mí me dieron millones de oportunidades, entonces mi meta en la compañía es crear las mismas oportunidades para ellos, les ofrecemos clases de inglés a los que no hablan inglés, y clases de español para los que no hablan español porque es una forma de integrar.

La increíble historia de la argentina que fascinó a Biden con bagels y levantó un emporio gastronómico en Estados Unidos

En Estados Unidos la inflación comenzó a ser un problema ¿Les afecta?

Si, me afecta. Pero siento que los argentinos debemos ser las personas más creativas del mundo porque crecimos con eso, adaptándonos. Es lo que necesita todo buen emprendedor. Siempre tiramos hacia adelante y buscamos las mil y una formas de seguir avanzando. El estadounidense no está muy acostumbrado a eso. Ahora que acá hay inflación es como el fin del mundo. Ahí entro yo y digo bueno esto es lo que vamos a hacer: "Cambiamos la harina con el proveedor, negociamos los precios, etc.". Es cuando necesitamos ser más creativos.

Aunque la inflación es baja comparada con otros lugares, afectó demasiado. Afecta los costos, por ejemplo, y nosotros no queremos aumentar los precios. Tenemos casi los mismos precios siempre, los cambiamos hace un año más o menos, pero antes de eso, en cinco años, nunca habíamos modificado los precios.

Cuando yo empecé en la pizzería, Andrew me dejó a cargo de los pedidos y me pasó una lista de los lugares donde hacía las compras y sus precios. Lo primero que hice fue hablar con la proveedora de harina y bajé el precio a la mitad. Cuando se lo conté, no lo podía creer porque no creía que se pudiera negociar precios así. El sentido común argentino es algo que hace la diferencia.



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By Natalia López (Washington)
Daniela Moreira was very young when she arrived. She worked as an Au-Pair, and now she owns Call Your Mother, which has 11 stores and more than 400 employees. In dialogue with LPO, she explains why Argentine common sense makes a difference.