Rosa Icela Rodríguez encabezará una delegación mexicana viajará hoy miércoles a Washington para abordar políticas contra el fentanilo. Encontrará una capital sacudida por la crisis generada por la filtración de documentos del Pentágono sobre el rumbo de la guerra en Europa. 

En el medio de esa crisis está el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. Este funcionario está convencido de que China juega un papel clave en la cadena de suministro del tráfico de fentanilo hacia EU que el año pasado mató más de 100 mil personas en ese país. Esa creencia, y la consecuente presión diplomática, explica el cruce de los días pasados entre Andrés Manuel López Obrador y el gobierno de Beijing. 

Sullivan cree que China es el rival a superar ya que Rusia es un tigre de papel con la salvedad de su armamento nuclear. Así se desprende en las filtraciones del Pentágono. Y en esa confrontación el fentanilo es una colina a dirimir. 

Por eso el consejero de Seguridad Nacional tiene sus reservas respecto a la injerencia que tiene en la negociación con México su segunda en el organigrama, Elizabeth Sherwood-Randall que estuvo en CDMX semanas atrás. A los ojos de Sullivan, esta asesora está en una sintonía similar a la de Ken Salazar o John Kerry: son muy suaves en su trato con López Obrador y casi no hay resultados tangibles de ese coqueteo.

Con Sherwood-Randall hay otro detalle: es cercana a la familia Biden y su esposo trabaja en una compañía con intereses en México, New Fortress, que el año pasado suscribió una alianza con Pemex y CFE para desarrollar negocios de gas licuado.   Terry Sullivan, el esposo de Sherwood-Randall, tiene acciones en Brightline, un fondo de inversión controlado por New Fortress, compañía cuyos dueños son cercanos a Biden y la familia Obama.

Todo ese esquema no convence a Jake Sullivan porque además los negocios de New Fortress son con funcionarios mexicanos que están apuntandos por violaciones al T-MEC como son los casos de Manuel Bartlett y Octavio Romero. En el caso del primero, hasta el día de hoy, no se sabe a ciencia cierta si puede viajar a EU sin riesgo de ser arrestado.