El fiscal general de Baja California, Ricardo Iván Carpio Sánchez, estaría próximo a ser removido del cargo, según pudo conocer esta redacción. Y es que la gobernadora Marina del Pilar ya está exasperada por su petulancia hacia el exterior y su falta de resultados. Por esa razón, este miércoles estuvo ausente de la conferencia de prensa semanal que encabeza la mandataria, pues ya no fue requerido para la misma.

Tan inminente es la salida del fiscal Carpio que ya se evalúan los perfiles que pudiesen reemplazarlo y se tendría una definición en esta misma semana, en medio de un cambio similar en la Secretaría de Seguridad del Estado que dejó el general Gilberto Landeros y la asumió el general Leopoldo Tizoc Aguilar. A Carpio, por otra parte, lo están carcomiendo su fijación en las minucias y su desdén por los elefantes en la sala.

Cuando llegó a su cargo a inicios de 2022, la primera decisión que tomó Carpio fue cambiar los muebles de su oficina. Le parecía que los heredados por su antecesor, Guillermo "el Titi" Ruiz Hernández, eran corrientes y él merecía algo mejor. Tal determinación ha sido la síntesis de su gestión y también podría ser su omega.

Carpio, justamente, se ha enfocado en la imagen: los muebles, la oficina, finos trajes, caros mocasines, y ha descuidado lo más importante, su trabajo, donde los pendientes son cuantiosos. Pero es la valoración cualitativa de esas asignaturas no cumplidas lo que tiene al fiscal con la mudanza en la puerta, como exhibió su ausencia este miércoles de la conferencia que encabeza la Gobernadora, semana a semana.

La gobernadora Marina del Pilar

Presidencia

La mandataria está muy molesta porque Carpio ha sido incapaz de resolver siquiera uno de los feminicidios de mayor impacto que han ocurrido en la entidad. El caso de Daena Segura, donde el asesino tuvo tiempo de fugarse a Sinaloa ante la estupefacción de la familia. Es uno de los más dolorosos.

Otro feminicidio fue el de Elizabeth Martínez, asesinada en pleno 14 de febrero de 2022, por un sujeto que ahora se sabe es un estadounidense que actúa como homicida serial, en contra de mujeres que laboran en centros nocturnos. Carpio dio a conocer, con bombo y platillo, esta conclusión, pero ha sido incapaz de poner tras las rejas al culpable.

Los únicos resultados que ha dado, entre comillas, han sido con ayuda de sus pares en otras entidades. Por ejemplo, en el caso de Mitzi, una adolescente de 14 años que fue convencida de fugarse a Nayarit por un sujeto de 27, la Fiscalía de aquella entidad fue quien la encontró, pues el ahora imputado no tuvo problema en sacarla del estado.

Discúlpame que te lo diga, pero estábamos mejor con el Titi.

Lo mismo pasó en el caso de Roberto, un docente de 46 años que está acusado de violar a 19 menores en una de las escuelas primarias más importantes de Mexicali. El fiscal y su equipo actuaron tan lentamente que el pederasta se fugó hasta Cancún. Tuvieron que ser las autoridades quintanarroenses quienes lo entregaran.  

A los casos de mujeres, se suman los nulos resultados en otros temas que igualmente socavan la credibilidad del actual gobierno, como los asaltos y hechos violentos en las zonas de plusvalía tijuanense, donde no han existido detenidos y que tienen sumamente alterada a la iniciativa privada.

Las cifras de impunidad suben, mientras las quejas ciudadanas, de mujeres en particular, también se incrementan, por la ineficiencia e insensibilidad con que se les trata al denunciar y los nulos avances en la investigación de sus casos.

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Hace algunas semanas, un empresario le hizo un crispante comentario a cierto integrante del gabinete estatal, que podría haber sido el pistoletazo de salida para la mudanza de Carpio. "Discúlpame que te lo diga, pero estábamos mejor con el Titi", dijo, en referencia al fiscal del ex gobernador Jaime Bonilla.

Y es que otra de las materias reprobadas de Carpio es su relación con el sector privado, cuyos representantes se quejan de que nunca les contesta el teléfono y que, cuando lo hace, sus respuestas muestran fastidio y mala gana, al punto de que muchos hombres de negocios prefieren hablar de este tema con el coordinador general de Gabinete, Alfredo Álvarez, y que sea este quien le haga las peticiones al funcionario.

A Carpio, originalmente, se le contempló para la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pero la directriz federal, en el sentido de que militares ocupen estas carteras en las entidades, le cerró el paso. Sin embargo, ahora ya no sería ni tomado en cuenta para esta dependencia, sino que Ricardo simplemente se marcharía. Así que los muebles, con toda su finura, no tardarán en adornar algún archivo muerto.